EL DIARIO APOCALÍPTICO DEL HIJO DEL REY 2022
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El
Hombre, en tanto que Ser, Imagen y Semejanza del Hijo de Dios, es la piedra
universal por la que existe, y con la que se ha edificado: la Civilización.
Existiendo
Sociedad porque este Hombre existe, y existiendo todo porque este Hombre es, y
sin este Hombre, Imagen y Semejanza del Hijo de Dios, no habría Civilización
sobre la faz de la Tierra, la Civilización no puede tener por prioridad máxima
ninguna otra que la Formación de la Inteligencia de este Hombre.
De
donde se entiende, primero : la manipulación de esta Formación es absolutamente
necesaria para todo grupo criminal que desee elevarse a la Tiranía Ideológica,
como lo demuestran los Hechos de la Historia Universal...
Y
segundo: el desplazamiento de esta Prioridad Máxima a un segundo plano es un
principio de declaración de guerra contra el Espíritu del Creador del Hombre.
El
Hombre existe para crecer en la Omnisciencia Divina. El árbol de las ciencias
de la Vida es su Jardín, su Huerta, su Paraíso. El Hecho de que Dios creara al
Hombre para cultivar el Jardín del Edén se refiere exclusivamente a este
Paraíso de Ciencias en flor, cultivando las cuales con el Tiempo y las
Generaciones un maravilloso Huerto de toda clase de árboles de ciencias abriría
sus frutos al Hombre y su Mundo.
Mas
la imbecilidad de los seudo-sabios de todos los
tiempos y la maldad de los falsos profetas y santos de todas las naciones,
incapaces de ver la Luz de la Verdadera Sabiduría, y dispuestos a matar, a
sangre y fuego a quienes se atreviesen y atrevan a quitarles la máscara a sus
ciencias y teologías, interpretaron la información Divina viendo en el Relato
del Edén una serpiente, de esas serpientes de todos los días, y en el fruto
prohibido una manzana corriente de las que se venden y compran en los supers.
Idiotas
por dinero, imbéciles de vocación, enemigos del Hombre a Imagen y Semejanza del
Hijo de Dios y su Civilización, han cultivado en sus naciones y sus campos un
paraíso, pero del Infierno, en el que sus frutos son de destrucción y muerte,
como le corresponde al árbol del que proceden: el Árbol de la ciencia del Bien
y del Mal.
Las
Guerras de todos los tiempos y las enfermedades que han parasitado en el cuerpo
del Género Humano son el fruto Árbol de las Ciencias de la Muerte contra la que
Dios previno, y previene, al Hombre.
En
fin, la Historia Universal de las Guerras de las naciones antiguas y modernas
ha sido escrita. Nos queda por escribir la Historia de las Guerras
Contemporáneas, entrar en el origen de las guerras del Siglo XXI, descubrir a
sus verdaderos autores, y poner sobre la mesa los nombres de los nuevos señores
y dioses de las guerras actuales.
Como
aquél primer señor de la guerra se creyó un dios, y Dios le respondió
maldiciendo su mundo, vemos en nuestra actualidad cómo estos nuevos dioses
masacran pueblos en la creencia de que jamás serán llamados ante un Tribunal de
la Plenitud de las Naciones para ser juzgados por crímenes de Guerra contra la
Humanidad. ¡Y ay de aquella nación que se oponga a la Creación de este Tribunal
con Jurisdicción Universal entre las naciones de la Tierra, a Imagen y
Semejanza del Tribunal Universal del Reino de Dios!
Se
ve, entonces, que la Guerra y la Tiranía, frutos del Árbol de la Ciencia del
Bien y del Mal, existen porque la Ignorancia, lo contrario de la Sabiduría, es
cultivada por tiranos y dictadores, siervos de la Muerte, en tanto en cuanto
premisa fundamental para cerrarle el acceso a las generaciones a la
Inteligencia Natural del Hombre, que, habiendo sido creada por Dios, tiende por
inercia ontológica a la Inteligencia sin límites.
De
donde se ve natural, que quienes ven en esta Inteligencia a la Imagen y
Semejanza de la del Hijo de Dios, un enemigo implacable de sus religiones,
ideologías y políticas, se impongan como prioridad máxima irrenunciable cerrar
esta Puerta a la Inteligencia Jesucristiana mediante
la Manipulación de la Libertad de movimiento en este Jardín de ciencias. Es
decir, deben talar el árbol de las ciencias a fin de que la Formación Humana se
vea reducida a la de un animal doméstico al servicio de estos nuevos dioses de
la Guerra, Tiranos homicidas, Genocidas sin conciencia, bestias a la imagen y
semejanza de Satán.
Pues
habiéndonos dado Dios a su Hijo como Modelo, abriéndonos en Él la Puerta al
Paraíso del Árbol de las ciencias de la Vida, quien se aparta de esta Puerta se
aparta de este Árbol, y, como aquél, seducido por el poder y la gloria del
Árbol de las ciencias de la Muerte, los nuevos Adanes se dan por Modelo de Ser
al tentador, de nombre Satán, Bestia inmunda que pariendo hijos a su imagen y
semejanza ha escrito con nuestra sangre la Historia de nuestras Guerras, y en
nuestros días quiere escribir la Historia de nuestro Fin en el Universo: que su
hijo y su casa Euroasiática quieren llevar a su epílogo natural: Destrucción de
toda vida sobre la faz de la Tierra.
El
hijo de Satán y sus hermanos en el Infierno ya han escrito su alea jacta est: Si ellos mueren se llevan por delante el mundo entero.
Ellos
morir, y nuestro Mundo vivirá para siempre.
Así
pues, se entiende que el Pilar Básico de la Civilización es la Formación del
Hombre en tanto que hijo de Dios, de manera que conociendo ya la naturaleza
maligna del Fruto del Árbol de las Ciencias de la Muerte, o Árbol de la Ciencia
del Bien y del Mal, su Inteligencia se apreste libremente a cultivar este
Jardín de Ciencias de la Vida, que teniendo su Origen en la Ciencia de la
Creación de Universos y Mundos, propia de la Sabiduría de Dios, Padre de
Jesucristo, nuestro Rey y Señor, el Futuro de nuestra Civilización se abra a un
Horizonte sin límites tecnológicos cuyas propiedades dejaremos en las manos de
las generaciones futuras, quienes a su vez estarán en las manos de quien dijo :
Hagamos al Hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza; o sea: un hijo de
Dios.
Establecida
la Prioridad Máxima que la Formación del Hombre en tanto que ser Inteligente
Universal, se desprende lo que ya escribe en el POLITIKOM :
Revolución
en las Aulas
Por
un Consejo Nacional Pedagógico
El
hombre en tanto que hijo de Dios es libertad, inteligencia y voluntad. Por la
libertad no se sujeta más que a la Ley; por la inteligencia no se deja gobernar
más que por la Verdad, y por la voluntad es Revolución sin fronteras que
mantiene su Ser y su Mundo en constante crecimiento.
Siendo
su Principio la Imagen de su Creador y su Fin ser un hijo de Dios, el Hombre en
tanto que Ser es mucho más que un animal político. El animal político, en tanto
que reduccionismo de lo humano a la esfera de la Política, no es más que la
degradación del ser humano a la condición de las bestias, en cuya selva lo
político quiere imponer honor y dignidad a la manera que un preso debe hacerse
la vida más llevadera para no hundirse.
La
importancia de esta realidad la observamos en toda su magnificencia en la
continua y constante perversión manipuladora de la Formación del Hombre que el
poder político ejecuta, en cuyo proceso el Poder, aunque legal, pero desviando
esta legalidad hacia una organización criminal, le corta las manos al cuerpo
que tiene la función biohistórica de proceder a esta
Formación, por cuya presión el Poder Político convierte lo humano en un ente
sin forma al que moldear a imagen y semejanza de sus intereses ideológicos,
privando por tanto al Hombre de los tres pilares de su personalidad: Libertad,
inteligencia y voluntad.
Un
hombre forjado acorde a unos estándares políticos es una persona privada del
más sagrado de sus poderes, la Libertad. Marcada su mente por el hierro de los
intereses temporales del Poder cambiante, la consecuencia de esta marca en su
frente es la incapacidad para ejercer los poderes de la inteligencia acorde a
la libertad que le es inherente al Ser, libertad de la que fue privado debido a
la manipulación política a que quedó sujeta la formación de su inteligencia.
Privado
de su libertad y manipulada su inteligencia, su voluntad es una expresión
remota del poder que la voluntad en sí misma implica. Esta anulación de la
fuerza más poderosa del individuo se manifiesta en su incapacidad para,
sabiendo que el uso de una cosa destruye su existencia, se ve incapaz de
decirle No y se entrega al homicidio de sí mismo por sí mismo.
No
vamos a demonizar ningún sistema social pues que, según observamos, todos los
sistemas sociales tienden, inexorablemente, a manipular el proceso de formación
de la inteligencia humana a fin de proceder a la fabricación en serie de un
ciudadano hecho a la imagen y semejanza del Poder que lo gobierna.
Nuetro interés
se centra en darle fin a esta perversión del sistema social por el que el
Educador y Formador es privado de su naturaleza y obligado a abdicar en las
manos del poder político de sus funciones.
Nada
hay más contrario a la Formación del Hombre que la esclavitud del Cuerpo
Pedagógico bajo las botas de los Gobiernos de las naciones.
La
Verdad, siendo Universal, y la savia de la que se nutre la Inteligencia, no
puede ser un río sobre cuyas aguas los gobiernos de turno echen el veneno de
sus manipulaciones a fin de perpetuarse en el Poder mediante la lobotomización en serie del ciudadano del futuro.
La
Verdad implica la toma de posesión del Ministerio de Educación por el Cuerpo de
los Educadores, a quienes, en Consejo Nacional, les incumbe mantener la
Formación de la Inteligencia Humana y el Crecimiento de la Civilización en
perfecta armonía evolutiva.
Este
Consejo, formado por los Educadores de las distintas etapas: Escuela, Instituto
y Universidad, pondrán sobre la mesa las necesidades para la adaptación del
sistema educativo político -suscrito al esclavismo ideológico- al sistema
educativo universal, cuyo fin es la Formación de la Personalidad del Hombre
sobre los tres pilares de su ser: Libertad, Inteligencia y Voluntad.
Estas
medidas serán aprobadas por referéndum universal, en lo que concierne a las
transformaciones educativas, como a las expansiones materiales, y privarán
sobre cualquier otra razón de Estado.
Hemos
visto y seguimos viendo cómo el animal político tiende por inercia homicida a
manipular la Educación, degenerándola en calidad, limitando el acceso a las
etapas superiores, aunque jurando ser por el bien de la libertad. No vamos a
decir que las Izquierdas son expertas en demolición de toda formación que
implique la inteligencia y la libertad de la voluntad del hombre, porque es
algo que se ve a lo largo y ancho del mundo. Tampoco vamos a absolver a las
derechas por hacer lo mismo, aunque la superioridad de su método sea más
perfecto, como se ve que todas las izquierdas salgan de las escuelas de las
derechas, y de las escuelas de las izquierdas no salgan sino los votantes.
Ambas proceden, en una medida más o menos aguda, a perpetuar el mismo delito, es
decir, alejar a los profesionales de la Educación de organizar el Sistema de
Formación del Hombre.
Si
el Mal es un Todo compuesto de partes esta alienación del Cuerpo Pedagógico
respecto a la necesaria adaptación de la Enseñanza a la evolución de la Civilización,
siempre en progreso tecnológico y cognoscitivo, ocupa una parte de dimensiones
colosales. La ciencia política, habiendo degenerado en una razón propia de
animales, elevando la razón de Estado al concepto de instinto propio de una
bestia, no tiene más fin y ley que su propia subsistencia en la selva en la que
se ha criado.
El
Hombre, sin embargo, está infinitamente más allá de los valores coyunturales de
una organización privada de individuos que, bajo el tipo jurídico de asociación
pública, no esconde más que razones antinaturales, entre las que la
manipulación de la Formación del Ser Humano figura como meta prioritaria. Ahora
bien, el fin de la Formación del Hombre, que le es natural al Cuerpo
Pedagógico, es el nacimiento de una Persona Libre, que por su libertad no es
gobernable más que por la Ley; por su Inteligencia más que por la Verdad; y por
su Voluntad más que por el Bien Universal.
No
vemos que estos tres pilares, principio y fin de la Educación del Hombre,
figuren en ningún dintel de ningún Congreso, de ningún Parlamento. Y no figuran
porque este Hombre es el enemigo número 1 de toda asociación privada que bajo
denominación pública tiene por fin vivir a costa de las Riquezas de las
Naciones.
La
carencia del Hombre en tanto que Ser procede, pues, de la alienación del cuerpo
pedagógico del poder que le es propio por ley natural, esto es: el Consejo del
Ministerio de Educación, desde el cual proceder a mantener vivo el Sistema de
Enseñanza, proponiendo todas las medidas, materiales y científicas necesarias,
y sujetando su aprobación a la Sociedad en Referéndum Universal. Únicamente
mediante esta relación entre la Sociedad y el Cuerpo Pedagógico puede darse una
dinámica revolucionaria de interrelación constante entre la Sociedad y dicho Consejo
Pedagógico Nacional.
Una
vez en movimiento le corresponde ciertamente a la Administración del Estado
ocuparse de la materialización de las medidas aprobadas en Referéndum, y
ninguna medida puede ser aplicada si no es firmada por la Sociedad del Elector
en pleno, de esta manera cerrando toda vía a la perversión desnaturalizadora del Cuerpo Pedagógico en una asociación política.
El
Principio de la Educación del Hombre es el Ser.
Le
corresponde a la Sociedad en pleno articular el Sistema Público, limitando la
intervención privada a partir del momento en que la Especialización implica a grupos
privados y por tanto, una vez formado el hombre en cuanto hombre, hay libertad,
sin que ésta implique intervención en el Consejo Pedagógico, para proceder
según la necesidad específica del sector. Mas el proceso pedagógico de
formación del ser humano no puede, bajo ningún concepto, hacer causa de
distinción entre lo privado y lo público, excepto en la definición de lo
material y lo espiritual, debiendo todo el sistema acogerse al Método Universal
de Formación del ser humano a Imagen de su Creador, es decir, para ser libre,
inteligente y creador.
Por
la Libertad nadie puede domar y sujetar a esclavitud, física o mental, al
Hombre;
por
la inteligencia nadie puede manipularlo, ni política, ni científica ni
religiosamente;
y
por la voluntad nadie puede doblegarlo haciendo de él mismo su peor enemigo.
He
aquí el Hombre, y una vez formado: su futuro y el futuro de la Humanidad serán
las dos caras de la misma moneda.
La
revolución que se pide en las aulas, y desde las aulas, mientras más se retarde
hará más cruenta después la caída del muro alzado entre el Hombre y su
Formación por los intereses que hemos heredado de los siglos. Los políticos y
sus asociados en organización privada bajo máscara de lo público, tienen por
fuerza que rebelarse contra una Necesidad que pone en manos de la Sociedad algo
que le es prioritario a la Civilización, la formación de sus hijos más allá del
futuro de sus propios hijos.
El
futuro es el Hombre que hay en todo niño, y ese Hombre es la razón suprema, el
horizonte, el principio y el fin de la Enseñanza. Una vez este Hombre en
posesión plena de sus facultades mentales, físicas e intelectuales él decidirá
por sí mismo su participación en la Sociedad de la Plenitud de las Naciones.
El
trabajo de todos es dibujar alrededor del niño un círculo de protección a fin
de que ningún ladrón le robe el Hombre que lleva dentro, y sobre ese círculo
levantar una muralla contra los que no sólo quieren robarle al hombre que vive
en él sino que, además, buscan matar a ese hombre y convertirlo en un fantasma
al servicio de una causa criminal.
Una
vez que se tiene el Fin, el Principio es echarse a andar.
Mas
para echarse a andar es necesario tener delante el camino que se quiere
recorrer. Y algo aún más importante, por qué se quiere recorrer ese camino. Si,
pues, nos e tiene infinitamente claro qué
es la Sociedad y que es la Civilización entonces todo lo que se haga será en
vano.
La
Sociedad es el Presente; la Civilización es el Futuro. Aunque viviendo en el Presente,
la Sociedad, trabajamos para el Futuro, la Civilización.
La
Sociedad es el campo en el que se produce el cultivo de esa Civilización que a su
vez alcanza su Presente en la realización d ellos frutos que hemos producido
desde nuestro Presente.
Somos,
en verdad, el Futuro hecho Presente de un trabajo de generaciones el lucha
perpetua contra un muro de intereses destructores que ha ensangrentado nuestro
camino en el Pasado hasta el punto de que solo hemos podido hacerlo venciendo guerras,
superando revoluciones. Vencer definitivamente esos muros de obstáculos y hacer
que la Civilización reemprenda su camino
y se mantenga lejos de una Re-Caída en Guerras y Revoluciones Fratricidas es la estrella que luce en las tinieblas del Presente.
Es
obvio que nuestra actividad es Creadora a la Imagen y Semejanza de la Oficina; creamos
Futuro, vivimos en el Tiempo para que el Tiempo no se hunda jamás sobre los
pies del Género Humano. Somos Pasado en relación al Futuro, Futuro en relación
al Pasado.
Vivir
el Presente como Pasado y Futuro es lo que hace al Hombre elevarse sobre las circunstancias,
moverse en la Eternidad y vivir el Horizonte con los ojos de quien siendo hijo
de Dios está más allá del Tiempo natural
al Espacio y a la Materia. Cuando la Formación de la Inteligencia del Hombre
alcance esta Altura la Civilización se encontrará fuera del Infierno de las Guerras
y libre de las enfermedades que han parasitaron en el cuero del Género Humano durante seis largos
milenios.
CULTIVAR
ESTE CAMPO ES NUESTRA MISIÓN EN ESTE SIGLO
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ue se merece carcel hasta la muerfte.