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EL DIARIO APOCALÍPTICO DEL HIJO DEL REY

SEPTIEMBRE 2022

CRISTO RAÚL DE YAVÉ Y SIÓN

PRIMER MES : DIARIO AUGUSTO

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SEPTIEMBRE REVOLUCIONARIO

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Dos principios han regido la historia del mundo hasta nuestros días: la Violencia Fratricida que conduce a la Guerra y la Razón de la Sabiduría que aconseja y busca la Paz. De estos dos principios, el primero es el más activo por en cuanto está relacionado con las pasiones animales a las que se entregaron los primeros pueblos cuando renunciaron a la Fraternidad Sobrenatural entre todas las familias humanas por las primeras religiones neolíticas pre-mesopotámicas establecida y viva durante la Edad de Oro de las primeras Ciudades-Estados; el descubrimiento de la Guerra como Pasión Natural a sus dioses, a cuya imagen y semejanza habían sido predestinados, hizo que la Paz fuese un fenómeno natural anómalo y la Guerra el estado superior de los hombres, de manera que la Superioridad de un pueblo sobre otro vino a medirse por la Victoria del uno y la Destrucción del  otro. La Victoria devino señal, signo y símbolo divino de ser  el pueblo vencedor  la raza superior, la amada de los dioses, la llamada a recoger la corona del imperio universal, perdida por el primer pueblo que la “recibió del Cielo”, palabras copiadas de la Lista Real Sumeria.

Con el paso del tiempo los pueblos vivieron esta realidad de forma tan intensa como sangrienta;  el descenso de la altura anteriormente alcanzada en la escalera de la fraternidad social se fue evaporando en los campos de batalla; el hombre fue dejando de sentirse hermano de su vecino por el simple hecho de ser vecino.

Lenta pero inexorablemente  el hombre civilizado dio paso al  Bárbaro. La Primera Civilización se hundió en el Diluvio de sangre, según cuenta la Lista Real Sumeria, que la Guerra desató contra el universo de las Legendarias Ciudades de la Edad de Oro de Mesopotamia.

Todos los pueblos de aquel mundo que en el Quinto Milenio antes de Cristo conocieron la Paz como el estado natural del Hombre descendieron a la Barbarie de la Guerra, y la vivieron como el verdadero estado sobrenatural del Pueblo nacido para dominar y ser señor de las demás familias humanas. El ser humano devino un animal más, otra bestia.  La Bendición de Dios, por el Pecado, devino Maldición. El hombre pasó a ser una bestia para  ese hombre nacido para ser  la Raza, el Pueblo Superior, y señor de las bestias humanas esparcidas por la faz de la Tierra. La Guerra por  ser ese señor y rey  de todos los pueblos  del mundo  abrió la Carrera Armamentística que comenzando con una quijada de asno nos ha llevado a las armas atómicas.

Al Presente esa raza superior tiene sus nuevos dioses en las Ciudades Prohibidas de Moscú, Beijing, Teherán y Medina. De seguir la ley vigente la ley que engulló a las ciudades aquejadas de esa enfermedad esquizoide genocida suicida, después de devorar a las demás ciudades inferiores se devorarán entre ellas.

El Diablo, el espejo en cuyo reflejo se reconoce este enfermo fratricida, su imagen y semejanza en el mundo, no  conoce hermano ni amigo; el Hambre de la Guerra se sacia por un tiempo, despierta  de nuevo y  devora a quien tiene cerca; ésta es su esencia, su naturaleza: la Destrucción de toda Vida en el Cosmos es su ser; la Muerte es su madre. Sus adoradores son devorados una vez concluido su servicio.

Desde el mundo  de las Ciudades Estados Mesopotámicas hasta nuestros días ¿cuántas naciones superiores adoradoras de su Reflejo en el espejo del Diablo han desaparecido de la faz de la Historia? Observamos en todas ellas una nota común; todas defendieron a hierro y juego  su bandera:  “Roma es eterna”.  Kish, Lagash, Umma, Uruk,  Sais, Menfis, Akkad, Babilonia, Nínive,  Esparta, Susa, Ecbatana… todas se vivieron eternas… todas  fueron devoradas por las tormentas que el Odio a sus Imperios sembró en las demás naciones de la Tierra. Este mismo fenómeno  tuvo lugar en todas las partes del mundo, lo mismo en las Américas que en Asia, África, Australia y Oceanía.

El Odio es la semilla maligna que esparce la Guerra, y la Guerra es el fruto del Odio. En nuestras palabras: La Violencia engendra la Violencia que engendrará esa Violencia que la engendró, creándose un movimiento in crescendo  cuyo  fin sinfónico es su desaparición en el polvo de la Muerte. Esta es una Ley Cósmica vigente desde la Eternidad en los espacios infinitos. Por eso, conociendo su existencia, le dijo Dios al Hombre, cuando le abrió a la Muerte la puerta de nuestro Mundo: “Polvo eres y al polvo volverás”. Ahí descansa la Guerra, en el cementerio donde yace un mundo al que se le ofrece la Vida y elige la Muerte. 

 De donde se entiende que todas las naciones hemos vivido una temporada de milenios en estado de Barbarie antes de alcanzar las fronteras de la Civilización. Y de aquí que mientras las huellas de la Paz apenas sean perceptibles entre los siglos, las de la Guerra las encontremos por todos los rincones del mundo. Nadie puede decir cuántos años ha vivido su nación en estado de Paz, pero sí contar su Edad por la suma de los años de sus Guerras; esto hablando siempre de las naciones que alcanzaron los rudimentos de la Civilización y aunque amenazadas por la Re-Caída en la Barbarie lograron conquistar su libertad.

La mayor parte de las naciones del mundo cayeron en la Barbarie propia de las bestias  y no pudiendo alcanzar esos rudimentos perdieron la Memoria de su camino por los Milenios, que hoy día intentan reconstruir a base de  datos arqueológicos y antropológicos, adivinando por piezas de un puzle  sin cabeza  una Historia  hundida en las guerras con las que se destruyeron mutuamente. Un Odio entre tribus y castas que sigue aún vigente, y que únicamente  desprendiéndose de las herramientas que las han mantenido en ese Odio pueden superar, venir a la Civilización y  acercarse a la Sabiduría, estadio social final de la Civilización.

No hay que decir que la particularidad patológica más pronunciada de la Guerra es la elevación de su Antigüedad y Universalidad a la Condición Natural del Hombre; propiedad patológica que la Ciencia de los Siglos XVIII, XIX y XX  elevó a los altares de la religión de los Nobeles, bendiciendo la Guerra como instrumento de civilización, replay del Pecado Original bíblico, y promoviendo su  Extensión hasta sus últimas consecuencias como un Deber de la Raza y Especie Superior  en orden a su Supervivencia y Progreso Material y Científico.

Doctrina Satánica que  el Olimpo de los Nobeles llevó a la praxis histórica  antes y durante las Guerras Mundiales,  alcanzando el clímax, su apoteosis, en naciones tan alejadas como Alemania y Japón.

La Segunda Guerra Mundial fue la Doctrina de los Nobeles  llevada al campo de batalla. La Teoría exigía la Praxis a fin de que el Verbo de la Ciencia fuese elevado a la Divinidad. El Olimpo de los Demonios bajó a la Tierra y los dioses nacidos de hembras se declararon la Guerra Infernal. El Apocalipsis abrió sus puertas. Era la Hora de un Satán que veía sus crónicas tocando su fin.

Y sin embargo, en lugar de lanzarse las naciones a una política de desnaturalización de la Guerra como Instinto Natural en el Hombre observamos que las naciones imitaron a los Homeros de los tiempos antiguos, ensalzaron las Gestas de los Generales, convirtieron las Batallas en Hazañas Bélicas, hicieron de los ejércitos enjambres de héroes  sacrificando sus vidas en el altar de los Nuevos Señores de la Guerra. Hitler devino el Feo, Stalin devino el Listo, y Truman : el Tonto que renunció a la Victoria entregando a Moscú naciones del Este de origen y nacionalidad europea cuyo destino a la esclavitud fue sacrificado en nombre de la Resurrección de Alemania, cabra que desde su nacimiento tira al monte y no debería tardar de  luchar por el Cuarto Reich.

Lo que define una Civilización, a un pueblo civilizado, no es su Ciencia sino el uso que hace de su Ciencia aplicada a la Tecnología y la Vida. Alemania demostró Ayer que  adoraba al Bárbaro que fue, y Rusia está demostrando Hoy que adora el Bárbaro que es.

La Ciencia si no está al servicio de la Paz y de la Vida es instrumento de Destrucción y Muerte.

La Sabiduría nos enseña el camino a la Paz. Nos dice que mientras  YO vea en  un objeto de explotación, mientas TÚ veas en él una herramienta de producción, mientras Ellos vean a nosotros animales  encadenados a la industria  de sus beneficios, mientras los hombre sigamos atados mentalmente a esta conducta fratricida, inmunda, aborrecida por Cristo, desterrada por su Dios del Futuro de su Creación, mientras permanezcamos deprimidos en la idea de  una impotencia cuyo levantamiento implica nuestra Represión por la parte de los Estados fundados sobre esos  pilares, mientras el miedo a la muerte nos tenga en la prisión de esta camisa de fuerza  : la Guerra seguirá haciendo su camino hasta alcanzar su Apoteosis Final: La destrucción de la vida en la Tierra.

La Paz será alcanzada cuando YO sea  un recurso natural para , TÚ para él, Él para nosotros, Nosotros para ellos, Ellos para vosotros y todos para todos seamos un mismo Ser : el Hombre.

La Paz será alcanzada cuando todos nos levantemos como un Único Ser contra quien se alce  en Violencia de Muerte contra Él, contra Ellos. Quien se alza contra un hombre se alza contra el Género Humano en su Plenitud. Lo contrario es un Crimen, un Delito, la Renuncia a la Humanidad, la adhesión a la bestia inmunda satánica que vemos desplegando su  Malignidad en Ucrania, despliega su infierno sobre Siria, Venezuela, Guatemala, Corea del Norte… Crimen inmundo que la ONU acogió en su seno el día que delante del Genocidio del Pueblo Sirio  elevó a los altares de su religión satánica la doctrina de la No Intervención de  las naciones contra el alzamiento tiránico  de un grupo de demonios contra un pueblo  amante de la libertad y de la paz. Aquel día, en las costas de Siria,  el Presidente Americano de entonces, Barack Obama, y su Sombra Maligna, actual Presidente, cabeza de la OTAN, traicionaron la Paz, entregaron una nación al Genocidio, le abrieron las puertas de la ONU a la Doctrina de Satán que su hijo, Vladimir Putin,  ahora hace uso con total impunidad, creando una Guerra de la que como buitres : la OTAN, China, la Organización Islámica Mundial y la CEE aprovechan en beneficio de cada cual.  

La Paz no se negocia ni se traiciona. La Paz Mundial es asunto vital para la Plenitud de las Naciones Cristianas; la Plenitud de las naciones Cristianas tiene el Deber Divino de responder como un Hombre Universal, desplegando en el campo de batalla la Fuerza Todopoderosa que Dios ha puesto en nuestras manos para impedir que Caín  repita el Fratricidio contra su hermano Abel.

Abel somos todos, Ucrania somos todos.

El Hombre somos todos.

Contra el Terror, la Guerra, el Crimen Organizado, la Violencia Anticristiana que viene de  una Alianza de Poderes alienados de la Humanidad, sobre la que se han alzado como si fuesen el Dios del Tiempo y del Universo, únicamente cabe una Respuesta: Levantamiento en Unidad Invencible contra los adoradores de la Muerte de Cristo en el Hombre como puerta hacia un Gobierno Mundial de Tiranos y Dictadores  cuya Idea del Futuro de la Vida en la Tierra tiene en la Agenda su  Designio: Hacernos regresar a la Esclavitud, privarnos de nuestra Condición Divina, convertirnos a su religión del hombre sin sexo, de la familia sin padres, meros animales sin inteligencia que comerán como los perros de las basuras que se les caen de las mesas a sus amos,  dieta que ya  se les administra a las naciones que han sucumbido al Socialismo del Siglo XXI.

Esto no sucederá. La ley de Dios es firme : No tendré misericordia de quien no tiene misericordia. Quien no se retire de esa Agenda y permanezca en su Delito contra la Humanidad, morirá. Quienes se han levantado para declararle la Guerra a la Paz e imponer por el Terror el miedo a la Muerte, morirán. El Hombre es Creación de Dios, su Familiar, su hijo, por su Gloria y Honor : Satán y su Casa serán desterrados del Futuro de este Siglo.

Apartaos todos de la Casa de Satán. Quienes dividen a los pueblos, por Lengua, por Religión, por Ideología, se declaran Enemigos del Hombre y de Dios, nuestro Creador. Y serán juzgados acorde a la naturaleza del Odio que cultivaron, sembraron, y del que esperan recoger, contra natura,  otra cosa que la Guerra.

El que tenga que ir a la cárcel, irá. El que tenga que morir, morirá.

Todo hombre y nación debe entender que el alzamiento contra la tiranía de una dictadura es un Derecho y un Deber Constitucional, la represión del cual añade un delito a otro delito.

La Lluvia de Impuestos arrojando a las familias a la miseria de la lucha por la supervivencia es la puerta a la dictadura. Nadie debe confundirse y creer que quien  arroja un diluvio de impuestos lo hace pensando en el Bienestar de las familias.

El camino a la dictadura pasa por la creación del caos, la ruina y la miseria con objeto de  debilitando a los pueblos  levantar el pie sobre sus cuellos hasta por ponernos en la  disyuntiva: Vivir como miserables esclavos, o ser aplastados por el Poder del Estado al servicio del Tirano  como  fascistas antidemócratas.

La elección de la Historia de las Naciones Cristianas, Ayer, fue la Revolución. Hoy, es Revolución. Mas cada época tiene sus métodos revolucionarios.

Instalados en la Inteligencia a la imagen y semejanza de la Casa de Dios la Guerra Civil no entra en nuestro Futuro. Nacidos sin Miedo a la muerte, quien debe temerla es quienes nos han amenazado con esclavitud de no abrirles las puertas al Olimpo de la dictadura vitalicia.

La Unión Cristiana Nacional nace para vencer, gobernar,  hacer pedazos la Agenda Anticristiana echando en Odres Nuevos el Vino Nuevo que la Inteligencia a la Imagen y Semejanza de la de nuestro Creador hará correr en las naciones.

El mundo nacido del Fratricidio de un hermano contra el otro  llega a su fin; no volverá a ver aurora por la eternidad.

Bendito sea Dios.

 

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DIARIO APOCALÍPTICO DE UN HIJO DE DIOS

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CRISTO RAÚL DE YAVÉ & SIÓN

 

LA BIBLIA DEL SIGLO XXI

LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

 

ue se merece carcel hasta la muerfte.