CRISTORAUL.ORGinfo@cristoraul.org |
![]() |
EL VENCEDOR EDICIONES¡ DIOS VIVE ! |
MIS DIARIOSFE DE VIDA, TESTIMONIO DE FE
HIJO DE HOMBRE, HIJO DE DIOS10/6/ La necesidad implica a la Sabiduría en su respuesta. “No existe Dios”, palabra de Satán y el hombre formado a su imagen y semejanza. La Tragedia Humana será recordada por la Eternidad, lección de sabiduría que las generaciones nunca olvidarán. El Hombre existe, ¿y Dios no existe? Entonces lo que no se ve, no existe; pero lo que se piensa, sí existe. ¡Inmensa mentira acogida en los brazos de una ciencia que eligió, entre la Verdad y la Mentira, la Mentira como modus vivendi, porque la Mentira existe, pero la Verdad, dicen, no. La Verdad se la inventa cada uno; la Mentira, no. La Mentira es como la ley, depende de quién : la ley se prostituye para adaptarse a la piel del delincuente. La Verdad conduce a la Muerte, Cristo el mejor ejemplo, dice el delincuente, el científico esclavo vendido al poder y las riquezas. La Mentira conduce a las riquezas, sentirse un dios, el poder satánico del que se sitúa sobre las leyes, se cree en dios en el núcleo duro de un olimpo de dioses morando en la Casa del Pueblo, cada uno de ellos un reflejo del alma infernal de aquel que una vez dijo: “Seréis como los dioses, conocedores del bien y del mal”. Conocedores,
sí, pero no sufridores del fuego que arde en el ser de quien es arrojado a las
tinieblas de un mundo regido por discípulos de Satán y su corte de demonios.
La Traición
a la palabra dada antes de ejercer el Poder, y exclamada en público como escalera al Poder, es un delito.
La nación
tiene el Deber de juzgar la Mentira y la
Corrupción de quienes rebajan la inteligencia del pueblo y del hombre a los
hipogeos de inteligencias descerebradas incapaces de esgrimir la lógica y el sentido común como
llaves que abran la palabra y desnuden su contenido.
Los Poderes
Constitucionales que se abstienen de pedir la cabeza de quien hizo de la Mentira su escalera al Poder y de la Corrupción su ejército
de seguridad personal, son tan delincuentes como sus socios en el Poder del Gobierno.
Una lección que no es aprendida conduce al fracaso. Si se nos lleva al límite de la ruina es con el objeto de tomar todas las medidas necesarias que nos saquen del abismo y nos den la inteligencia y el poder para levantar las murallas necesarias contra la Mentira y la Corrupción como palanca con la que dar el salto de la democracia a la dictadura de la Agenda 2030. Lengua de serpiente escupiendo veneno ideológico, labrando el ser de la Infancia para cultivar el esclavo perfecto, el funcionariado robotizado, un servidor público al servicio de un Master descerebrado incapaz de entender que hasta la paciencia infinita de Dios tiene un límite :el que marca la Ley. Quien odia la Ley y adora el Poder ¿qué es? : una bestia suicida dispuesta a meterle fuego a toda la nación de no acceder todos, libremente, a otorgarle el Gobierno vitalicio. ¿No responderán los jueces delante del pueblo por su adhesión a semejante a semejante locura? ¿No serán llevados los generales y los almirantes ante un consejo de guerra por abstenerse de su obligación de mantener la Unidad Nacional en la Paz y la Fraternidad? Una voz se oyó en el desierto clamando por la Abolición de los Aforamientos, estableciendo la Igualdad de todos en el seno de la Ley. Sobra decirlo, en cuanto esa voz llegó al Gobierno arrojó a la papelera de la basura la palabra con la que ganó el acceso. Enseguida, para ocultar su traición a la Palabra Electoral, abrieron en canal la Igualdad, desterraron la naturaleza universal de la Igualdad de su núcleo, e implantaron víricamente, mediante sangre y asesinatos, un nuevo núcleo. El Delito de Perjurio y Acusación Falsa fue abolido para la mujer, y admitida como legal toda Acusación sin Pruebas de la mujer contra el hombre. Era del espíritu de la Justicia preferir que cien delincuentes disfrutasen
de libertad, mientras puedan, a arrojar a un inocente a su tumba, la muerte en
una prisión establecida desde el Poder Criminal de quienes asesinaron la Igualdad entre el Hombre y la
Mujer jurando que en nada se diferencia un hombre de un perro. ¿Y el cuerpo de
la justicia no se levantó para llamar a juicio por traición a la Constitución?
La hoja
de ruda de la Agenda Criminal 2030 es limpia como el agua que sube del W.C.
Primero se rompe la Fraternidad entre las regiones – se cultiva el Odio Independentista;
se hace la Guerra entre las naciones; se bendice al Terrorista y se maldice a
quien defiende su casa.
Muerte la Fraternidad, el siguiente puntal del edificio de la Democracia era la Igualdad. El Perjurio, acusar en Falso, el Falso Testimonio: son un Delito. “Cosas de antiguos” Los progresistas echan abajo esa columna. La mujer, engañada por la Serpiente 2030,
es liberada de la Justicia: Puede mentir, traicionar, engañar, acusar en falso,
arrojar en prisión al hombre: padre, hermano, hijo, esposo, amante, incluso un
vecino, nadie está libre de su veneno. Es la Mujer 2030, la amante de
Satán.
¿Qué es la Sabiduría? ¿Es la lección que nos da la Vida? Hugo Chávez conquistó Venezuela engendrando bulos sobre bombas lapas y golpes de estado contra su persona y su organización pro-dictatorial criminal. Ya se ha oído en España el primero de los bulos que han de conducir a Pedro Sánchez al Poder del Dictador Vitalicio que conquistó Hugo, y la Muerte le arrebató; cetro que el Tirano Asesino le legó a su a perro estalinista, Maduro. ?¿Y no aprende el aspirante a ser el Maduro Español de la lecciòn de la Sabiduría? ¿O acaso se cree el señor de la Muerte? ¿De qué
vas Bruselas? ¿Del IV REICH?
|
![]() |
Andrómeda es el punto de partida. Otros universos, conocidos con el nombre de galaxias enanas irregulares, mega cúmulos globulares, se ven en la imagen, fueron cuna de otros pueblos creados por Dios, nuestro Creador, siempre siguiendo el mismo patrón: Vida Inteligente a imagen y semejanza de la Inteligencia Divina.
Comparemos los cuerpos de los Cielos de Andrómeda con presas de agua en cuyo espacio se contienen millones de estrellas; la presión gravitatoria y termodinámica interna dentro de cada campo galáctico globular es tremenda; abrimos las compuertas y ríos de astros salen disparados hacia el exterior. Dios dirige estos caudales astrofísicos hacia un lecho gravitatorio, la plancha sobre cuya solidez levantará un Nuevo Cielos y una Nueva Tierra. Será la cuna del Hombre, la vida en el cosmos elevada a la sobrenaturaleza de su Creador. ¡El Hombre, hijo de Dios!
Cerradas las compuertas de las presas estelares, Dios crea el Sol y la Tierra según está escrito en la Historia Divina de Jesucristo. Crea la Luz, crea el Firmamento de los Cielos, crea océanos y continentes, crea el Reino de las Plantas, crea el Árbol de las Constelaciones, el árbol de la vida surge de las aguas y coloniza tierra firme, es la Era de los Dinosaurios, aquellos leñadores de los grandes bosques prehistóricos que llenaron las tierras. Se fueron. El Oxígeno marcó el fin de su Era y el principio de la Era de los Mamíferos. Ahí nace el Hombre. Ahí, en ese punto, durante la eternidad del Cosmos, la Vida debería emprender su viaje de descenso al polvo. “Cenizas a las cenizas”.
Pero es en ese momento que se oye a Dios decir: “Hagamos al Hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza, un hijo de Dios”. Adán hijo de Dios... Habló el Primogénito de Dios. Y el Verbo se hizo carne.
Los hijos de Dios, no de esta Creación, dice San Pablo, se acercan a las primeras familias de los hombres; Dios distribuye entre sus hijos los distintos pueblos de la Tierra, sobre los que proyectarán la Imagen del Hijo de Dios desde sus civilizaciones propias, cada una con un origen distinto pero todas unidas en un mismo Fin: vida eterna, inmortal, indestructible, días que no se acaban nunca.
El Paraíso está en el Ser. Sabiduría, inteligencia, entendimiento, Fortaleza, Consejo, y Temor de Dios tienen en el espíritu su Morada, su Templo, su Fortaleza, su Ciudad, su Patria, su Mundo, su Universo. El Creador es Padre. Ama su Creación con amor de padre. En ese Amor lo tienen todo sus hijos. El universo entero, todo lo pertenece a sus hijos.
¡En el seno de la Ley!
Porque “YO SOY EL QUE SOY”.
Sabiduría para amarle, inteligencia para conocer todas las cosas.
Temer al SEÑOR YAVÉ DIOS PADRE es amar la Verdad, la Justicia, la Paz, la Fraternidad, la Igualdad, la Libertad, en una palabra : La Civilización. Por esto les habló Dios a todos sus hijos, diciendo: “No comáis del Árbol de la Muerte, porque moriréis”. Y aconteció lo increíble.
Una generación rebelde de entre aquellos a quien el Rey Dios Hijo llamó a proyectar sus civilizaciones, no de nuestro mundo, sobre nuestro mundo, comió del árbol de la Muerte y le dio a comer al primero de los hombres a quien Dios llamó hijo. Generación rebelde, dice Moisés, traicionaron la Sabiduría Divina; se alzaron contra el espíritu del Creador y le declararon la Guerra al Modelo de Creación que el SEÑOR YAVÉ DIOS PADRE abrió en el seno del Cosmos.
El Hombre utilizado como hacha de guerra. Guerra Total. Guerra Infernal. Guerra contra el Espíritu Santo que vive en Dios: Padre e Hijo. Fue la locura. El Hombre, Alma viviente en cuya dimensión la Imagen del Hijo Primogénito de Dios se imprime, se graba, y engendra un nuevo hijo de Dios, amantísimo de su PADRE DIVINO y amadísimo de su Creador, se encontró de la mañana a la noche delante de una Puerta de la que procedía una nueva vida, vida a la Imagen y Semejanza de Satanás.
¡Horror y miseria!
El Infierno se instala
en el ser humano; su corazón se transforma en una tumba de la que emergen toda
clase de fantasmas malignos, hambriento de carne, sedientos de sangre,
fantasmas de un pasado contra el que Dios levantó la Ley: “No
comas”. He aquí pues la naturaleza del Temor al Espíritu del que dice YO SOY EL
QUE SOY. Como Padre, como Hermano, como Amigo, todo es tuyo; como enemigo, tu
tumba.
Las dos Puertas, la de la Vida a la imagen y semejanza del Primogénito de Dios, y la de la Muerte a imagen y semejanza del Enemigo de Dios, han estado abiertas hasta nuestro Día. Permanecen abiertas. Cada cual es libre para abrir su alma al Hijo de Dios o a la vida a imagen y semejanza de Satanás.Quien elige cruzar la Puerta de la Muerte le sigue la ruina, la corrupción, la guerra civil, la tiranía.
La Historia Universal Antigua de nuestro Mundo nos transporta al infierno que la Guerra contra el Espíritu Santo del SEÑOR YAVÉ DIOS PADRE desató contra todos los habitantes de la Tierra. Desde la Caída al Diluvio, desde el Diluvio al Nacimiento de Cristo, el horror y el terror hicieron de la mente de los hombres su castillo, su ciudad, su patria. Abandonados todos los pueblos humanos a sobrevivir bajo las ruedas de la ley de los Fantasmas del Pasado de un Cosmos ya muerto, vendidas las naciones del mundo antiguo a su nuevo dios y señor, Satanás, la esclavitud se hizo.
Caín mató a su hermano porque Abel no se arrodilló ante su voluntad.
Quiso poner de rodillas “el dios oculto” de la Reforma al Todopoderoso Hijo de Dios, nuestro Jesucristo, pero el Creador no es la Criatura: que una criatura no reconozca a su Creador es síntoma de locura, que se atreva a ponerle una mano encima… esto no la manifestación de la Maldad que vive en su pecho y domina su mente.
Gracias a nuestra Santa Madre la Iglesia Católica nosotros vemos lo que el Mundo Antiguo no pudo ver : la imagen y semejanza a la que fuimos llamados al Principio, a la que le abrimos el alma y le levantamos libremente en nuestro Ser un Templo, una Fortaleza, una Morada eterna.
No quiso DIOS PADRE radiografiarnos la naturaleza de aquella imagen y semejanza a la que fuimos llamados al Principio. Nos dio el Original en Vivo, nos presentó a su Primogénito en carne y huesos. Tocarle, oírle, sentirle, amarle, maravillarse. ¿Qué hay de malo en vivir la imagen y semejanza a cuya Personalidad hemos sido todos llamados? Todo lo da, libre y gratuitamente, hasta la vida.
Su enemigo, es la envidia, la mentira, la
corrupción, la demencia de quien se cree un dios, más allá de la ley, él se
declara la KLey, el Estado, el futuro, loco supremo, suicida absoluto, cree que
puede derribar de su trono en nosotros, hijos de Dios, a nuestro Rey y Padre
Sempiterno, JESUCRISTO DIOS HIJO.
Abandonad todos vosotros que os arrastráis tras las riquezas y el Poder vuestros planes suicidas. El Día de la Gloria de la Libertad del Hijo de Dios, Cabeza Suprema del Reino de Dios, ha nacido. La estrella de la mañana alza su cabeza sobre todas las naciones bajo el Firmamento de los Cielos para que todas oigan y entiendan: DIOS VIVE, Su Ley es la ley del amor del Creador por su Creación.
Mirad Arriba, ya conocéis la Letra. La Letra mata, el Espíritu está Arriba. ¿Cómo viviréis si desterráis el Espíritu y os quedáis exclusivamente con la Letra? ¿Quién no conoce el espíritu del Autor cómo podrá entender, comprender, interpretar, descifrar, la naturaleza del mensaje que las palabras llevan?
El que no nace de Arriba no puede entrar en el Reino de Dios.
¿Acaso nos está diciendo Dios que debemos cruzar las estrellas de los Cielos para devenir Ciudadanos de su Mundo? Todo lo contrario: Quien quiera conocer a Dios que se alce su mirada a su Creador. ¿Hay algo más grande para una Criatura que conocer a su Creador? Descubrirse hijo de Dios, formar parte de Su Vida, encontrar en nuestro Creador a “Nuestro Padre que está en los Cielos”.
Enemigo el SEÑOR YAVÉ DIOS PADRE del Mal en todas sus formas, defensor del Bien en toda su extensión, amante de la Ciencia de la Creación, la Sabiduría por Esposa, la Justicia la niña de sus ojos, la Paz el aliento que sale de su boca, la Verdad vive en ÉL. ¿Acaso no abraza un padre a su hijo, le da su nombre, lo cuida, lo alimenta, lo educa, es libre, toda la casa de su padre es suya?; su padre lo ama tanto que “entrega a su primogénito para que viéndole en persona todo el que le ame nazca de Arriba”.
“Haré una Obra que si os la contara no os la creeríais”. La hemos visto y creemos. Estamos delante de las dos Puertas, la de la Vida y la de la Muerte. La de la Vida tiene un Nombre: JESUCRISTO; la puerta de la Muerte tiene el suyo propio: SATANÁS. Cada cual elige qué puerta quiere cruzar, a quien quiere seguir, a quién parecerse.
Ser el templo,
la fortaleza en la que la Imagen del Hijo de Dios vive en nosotros, y por su Amor nosotros vivimos en el Corazón
de Dios.
Esta es la Ciencia Primera: la Ciencia del Conocimiento de Dios Padre y Dios Hijo.
Dice la ignorancia que esto es Idolatría. Pero yo leo: “Quien no adora al
Hijo no adora al Padre”.
SENTIDO COMÚN
DE LA SABIDURÍA
El estado de
emergencia queda disuelto desde el momento del cese de la causa que produjo el
estado de emergencia. Cualquier prolongación es una declaración de dictadura
vitalicia.
Cuando el
legislador se sitúa más allá de las leyes la emergencia nacional en defensa de
la libertad de todos le corresponde al Estado en su Conjunto: Jueces,
Ejércitos y Cuerpos de Seguridad.
El camino a
la fraternidad universal desde las tinieblas a la luz de la inteligencia a
imagen y semejanza del Hijo Primogénito de Dios comienza: Sabemos cómo camina
el Mal, hagamos todo lo contrario, si el Mal va a la izquierda, por la derecha se
va hacia el Bien, el Mal camina hacia atrás, el Bien hacia adelante. La ley
natural de los contrarios. El fuego devora el agua, el hielo devora el fuego,
del fuego nace el agua.
¿Dónde
reside la imperfección en la Arquitectura del Cuerpo de la Tierra?
¿Qué sobra o falta en el Sistema Solar? ¿Por qué buscar vida en Marte cuando en
la Tierra se mueren los terrícolas? ¿No son las estrellas el reflejo puro de la
Sabiduría de quien les dio por reino los Cielos? ¿Cuantas galaxias sobran en el
cosmos para que nos vayamos a la cama sabiéndolo todo? … ¡en el reino de los
tontos!
Soñar es
sencillo; crear, es un acto divino.
Quien destruye las leyes que la democracia puso a sus pies para hacer valer su derecho a la Presidencia del Consejo de Ministros, se declara Enemigo de la Nación que le abrió el camino al Gobierno.
El fruto de la traición a los ciudadanos tiene su naturaleza en el síndrome de Hammurabi, Augusto, Justiniano, Napoleón, con quien se sienta el nuevo master del universo, un nuevo mesías estilo moisés bajando del monte con las tablas de la Nueva Constitución Reformada. Todos de rodillas. Al enemigo ni agua. Cordón sanitario, estrangulamiento. Así comenzó la Guerra de los Treinta Años. Ahí, en el odio al prójimo tuvieron su comienzo las Guerras Mundiales del Siglo XX.
Aquella misma Revolución Protestante que se aupó al Poder sobre las espaldas de un gigante: los campesinos alemanes, una vez conquistado el Poder no dudó en declararle la guerra total a los campesinos.
Así el dictador que se esconde bajo unas siglas en cuanto consigue su objetivo se quita la máscara y masacra la libertad y la feklicidad del oueblo que le aupó al Poder.
Delito de
unos pocos contra todos: Tolerancia Cero.
Quien saquea
el Tesoro de una nación no tiene perdón; no puede haber perdón sin restitución,
ni justicia sin misericordia, ¿lloraremos al asesino o a la víctima?
La Dictadura
del Think Tank del
Socialismo del Siglo XXI es la crisálida madre del monstruo. Tras el parto:
ruina, muerte, tortura, miseria. ¿Quién llora por tí, Cuba? La lloras tú
¿Venezuela?
Si las
rameras les enseñan modales a las vírgenes, ¿qué mujeres saldrán?, ¿tontas o santas?
Cría un
Adolfito en la calle y te responderá un Heil Hitler.
El viento lo escucha todo, todo se lo calla, no quiere que Dios se entere de los crímenes de los hombres. Dios no necesita, “ya te lo dije, Señor”.
Los políticos se esconden en las cloacas porque las ratas no
hablan…. reconocen a los de su especie, callan.
Cultivar el
árbol de la vida a la imagen y semejanza de Satanás es el horizonte de la
Alianza de Civilizaciones bendecida por la ONU.
La vida de la Santa madre iglesia está en engendrarle a su Señor hijos a imagen y semejanza de JESUCRISTO.
Pero la libertad permanece; quien quiere vivir en un mundo esclavizado a
la ley de un infierno sin ley, y hacer de la libertad una espada de opresión: se declara
enemigo de Dios, de la Humanidad, y de la Nación que le abrió la puerta al Gobierno
en razón del Derecho Constitucional, contra el que, para legitimar su rebelión contra
la Civilización Cristiana, declara el destierro de la
Soberanía del Pueblo.
¿Qué civilizaciones formaron la Alianza productora y autora de la Agenda 2030?
La Civilización Cristiana no estuvo presente ni firmó semejante declaración de guerra contra el Hombre a la imagen y semejanza de Jesucristo.
El hombre, imagen y semejanza de Satanás, es el ciudadano que quieren poner sobre la Tierra las Civilizaciones que se aliaron para destruir la Civilización Cristiana: origen del Mundo Moderno, Muro contra el que se estrella la Organización Islámica Mundial y la Internacional Socialista del Siglo XXI en el camino a su victoria en el 2030.
La demencia de aquel Satanás que creyó poder declararle la
Guerra a Dios y salir vencedor es el pan de cada día que se come en la mesa de
tales aliados, cuya Cabeza es el Diablo. Necesitan la Guerra Mundial para establecer el Siglo XXI en el infierno de sus leyes criminales.
La Tierra no es dueña del Universo. La Tierra pertenece a un universo gobernado por leyes inconmovibles, perfectas, matemáticamente establecidas sobre una física Local en la que no caben errores ni efectos colaterales improvisados.
La Ley que gobierna el Sistema de los Cielos de nuestro universo-galaxia es la Ley que gobierna todas y cada una de las partes del cuerpo de la Tierra. Toda vida que existe en la Tierra vive por la perfección de la Ley Universal.
Porque fuimos apartados de la Naturaleza de esta Ley y arrojados bajo las ruedas de la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal padecemos todos los males cuyo crecimiento tiene por fin “polvo eres y al polvo volverás”.
Contra la Ley de la Muerte la Ley de la Vida: “El que cree en JESUCRISTO no es juzgado sino que vive para siempre”. Aleluya.
Vida inmortal, días que no se acaban nunca en un Mundo gobernado por la Verdad, la Justicia y la Paz, donde la Fraternidad, la Igualdad y la Libertad son el pan de la inteligencia en constante crecimiento en el Tiempo. La imagen del Hijo de Dio vive en nosotros, y nosotros vivimos por él en Dios.
Gloria al Rey nuestro Dios y Salvador, JESUCRISTO
DIOS HIJO.
El
Evangelio de San Juan marcó, marca y marcará por la Eternidad la Visión
que el Ser Humano y la Creación entera tiene del Hijo de Dios. San Juan se
ciñe a los Hechos de Jesús en cuanto el hijo del Hombre, de los que él fue
Testigo Personal Vivo. Pero inmediatamente, desde el mismo Prólogo de su
Evangelio deja en claro que va a hablar del Hijo de Dios hecho hombre.
San Mateo
y San Lucas centran sus Evangelios en el Hijo de David, Hijo de Adán, hijo de
Dios, Mesías y Redentor. San Juan delimita desde “el Principio” el campo
revolucionario sobre el que el Pensamiento Cristiano se elevará al Misterio y
Dogma de la Santísima Trinidad. San Mateo y San Lucas Jesús permanecen en la
órbita del Mesías, desde ellos se ve al Hijo de Dios, pero no al Dios Hijo
Unigénito, “no creado, engendrado de la misma Naturaleza Increada del Padre,
Dios Verdadero de Dios Verdadero”. No que los Apóstoles no conocieron esta
Verdad Eterna, o que San Juan se inventara este Misterio. ¡NO, en absoluto! San
Pablo fue muy claro en este terreno cuando dijo que entre ellos se hablaba una
sabiduría apta sólo para los Testigos que Dios había elegido para dar
Testimonio de la Encarnación y Resurrección de su Hijo. En el seno de esa
Sabiduría, habiendo sido llamados por Dios para dar Testimonio de lo que habían
visto, tocado y oído, de cara al exterior los Apóstoles se ciñen a ser Testigos
Fieles del Cumplimiento de las Profecías que han tenido en Jesucristo su
Consumación. Entre Ellos y en Ellos vive el Conocimiento Verdadero y
perfecto del Hijo de Dios, que sólo más tarde en el Concilio de Nicea se hará
Universal en el Dogma de la Santísima Trinidad. Los Discursos de Dios Hijo, que descubre
San Juan una vez que todos sus Hermanos en Dios se han ido, revolucionan toda
la Imagen que hasta entonces la Iglesia había recibido.
La Roca
de los Primeros Cristianos tuvo en la Resurrección de Jesús su Templo, su
Castillo, su Fortaleza Imbatible. Ninguna Persecución, ningún horror fue
suficiente para robarles ese Testimonio que los Apóstoles les transmiten: “Al
que cree en Jesús le nace en el Alma una fuente de vida eterna”. El Deseo de
ser Inmortal es superado por la Fuerza de esta Vida Eterna, Vida
Indestructible, que no conoce la Muerte de los que duermen, sino que cerrando
los ojos a este Mundo los abre al Mundo de nuestro Rey y Dios.
“Locura” dicen los judíos y gentiles. Le damos la vuelta: “La Sabiduría de Dios es locura para los hombres”.
Sabiduría establecida sobre Hechos Invencibles, en
Confirmación de cuya Veracidad los Apóstoles y todos los que viven el
Acontecimiento de la Vida del Hijo de Dios en la Tierra rinden sus vidas. Lo
que nos lleva a decir que de no haber escrito San Juan su Evangelio los
fundamentos de la Santísima Trinidad no hubiesen podido ser alzados y, a falta
de este Discurso, con toda garantía el Arrianismo hubiese triunfado, y la
Historia del Jesús de los Evangelios de San Mateo y San Lucas hubiese quedado
reducida a la de un Hombre que, amado por Dios como ninguno, fue alzado hasta
la gloria más alta a que criatura alguna podía llegar, sentarse a Su Diestra
como Rey y Señor de su Creación, imagen literaria arriana que recogería
Mahoma.
Los
Evangelistas y los Apóstoles ya habían pasado cuando San Juan se sienta y
escribe su Evangelio. Juan ya no es el muchacho adolescente al que desde la
Cruz le dice el Hijo de Dios, “hijo, he ahí a tu Madre”. El Juan que se sienta
a escribir el Evangelio es ya un Hombre criado y formado a la imagen y
semejanza de Aquel quien, llamando a sus Hermanos, no de esta Creación, como
dijera San Pablo, desde su Divinidad dijera: “Hagamos al Hombre a nuestra
Imagen y a nuestra Semejanza”. Él mismo se hace hombre para decirnos a todos:
“He aquí al Hombre”. Y este Hombre, Imagen y Semejanza del Hijo de Dios, es
quien expone a los Siglos el Dogma de aquella “Sabiduría hablada entre los
perfectos, que ninguno de los príncipes de aquel siglo conoció, porque de
haberla conocido no hubiesen tocado jamás al Hijo de Dios”. Hasta entonces la
Voluntad de Dios había sido que sus hijos, de la Casa de Abraham, se ciñesen a
los Hechos determinados por los Profetas de Israel. Cuando el tiempo llega, en
su Sabiduría Él mismo coge la pluma y escribe los Discursos que puso en
palabras de su Hijo para ser escritos y sellados en Testamento.
Este Juan
ha visto morir a todos sus Hermanos en Dios. Él es el Último. A él le toca
revelar el Dogma de la Santísima Trinidad contenido en los Discursos de
Jesucristo. En lo que se refiere a los Hechos desde el momento en que Juan es
designado por Jesús como el Querubín de la espada de fuego con la misión de
impedir que nadie toque a la Madre, Juan desaparece de la escena pública. Esta
es su Misión Sagrada. Dios ya ha elegido a Juan para ser ese Querubín
todopoderoso protector de la Madre cuando Jesús le dice a Pedro: “Si yo quiero
que éste permanezca, a tí, ¿qué?”.
Ya
conocemos todos la Persecución que contra la Casa de la Madre tuvo lugar al
poco. No menos conocido es el Celo que Jesús siente por la Madre. Bien sabe Él
que los judíos buscarán a la Madre para matarla. Lapidándola por adúltera
mancharán su Virginidad y probarán ser el Mesías “un Bastardo… por esa adúltera
tenido de alguien que no fue el José que estuvo a punto de despedirla pero que acabó
casándose con ella”. Dios no podía permitir ni permitió que un solo cabello de
esa Mujer fuese tocado por los enemigos de su Hijo. Para protegerla de todo
Mal, Dios le elige a la Madre por Querubín alguien a quien Ella quiere como
a un hijo, y quien la ama a Ella como a una madre. Éste es Juan.
Cual se
ve en la Primera Misa, la Divina, Juan es un adolescente cruzando la línea de
los Adultos. Es un hombre en flor. Tanto más fogoso por su juventud, este
regalo del Cielo que en su Inocencia alberga la Fuerza más colosal del Universo. Para
acceder a la Madre había que pasar antes por el fuego de su espada. Desde su
nacimiento está Juan predestinado, creación de Dios personal, para mandar
sobre cielo y tierra en la protección de la Madre, ahora su propia Madre.
En la
Última Cena, la Primera Misa, la Divina, vemos a un chaval dejando atrás
la línea de la adolescencia, queridísimo por su primo Jesús, que lo ama como se
ama a un hermano pequeño, a quien conoce desde su nacimiento. La diferencia
entre ambos no es tan enorme por la Edad cuanto por el Espíritu de este Jesús
quien siendo aquel Dios que con su Palabra creó la Luz y todo lo que existe en
la Tierra, recibe como Creador un Amor de la parte de su Creación que supera a
la Muerte y tan puro como la Pureza de su Verbo.
Juan es
joven, pero es amadísimo. La Madre se queda sola en el mundo. ¿En quién si no
en alguien a quien ella ama como a un hijo, de su sangre, podría esa Mujer
encontrar Consuelo y sentir su Corazón vivir como si su Hijo no se hubiese ido
nunca? ¿En quién dejaría Dios la Protección de esa Mujer sino en la Mano de
alguien que la amaba como a una Madre y por Ella sería capaz de ordenarle a la
tierra que abriese su boca y se tragase a cualquiera que se acercase a Ella? El
Hecho de poner bajo la protección de este Joven, hijo del trueno, a una Mujer
que siendo su Hijo de 33 años, la Madre debería estar en sus 60s, nos revela
firmemente el Misterio de su Rostro. Viéndola junto a Jesús nadie, excepto
quien conoció a la Virgen de Nazaret, la relacionó nunca con la Madre del
Nazareno. Viendo a aquella Mujer caminando junto a aquel muchacho nadie podía
poner en duda, por el Rostro de Ella y el de él, que eran madre e hijo. Así
pues, Desde Pentecostés, ambos, la Madre y el Discípulo Amado, desaparecen de
la Escena. Juan se hace llamar Marcos. Su Misión en este mundo es proteger a la
Madre. Los judíos podían buscar a Juan, pero ¿quién lo relacionaría con este
Marcos? En los Hechos vemos incluso a Marcos como secretario de Pedro. Pedro
camina con la Madre y Juan durante algún tiempo, pero la atención sobre Ella no
debe jamás superar un límite crítico, y Juan se va a Alejandría, donde la Madre
crió a su hijo Jesús y a los hijos de su hermano Cleofás. Hechos que ya he
relatado en el Primer libro de la Historia Divina de Jesús. Santiago el Justo,
el Primer Obispo de Jerusalén, fue el mayor de esos hermanos de Jesús, hijos de
María de Cleofás, siendo este Cleofás el hermano pequeño de la Madre.
Publicado
el Evangelio de Mateo, Juan escribe bajo el nombre de Marcos el suyo a fin de
que se cumpla la Escritura, “sobre dos Testigos harás juicio”. En su primer
evangelio Juan “Marcos” se limita a afirmar como verdadero todo lo que Mateo
escribe. El hijo del Trueno mantiene un perfil invisible. No quiere ni debe
sobresalir. Tampoco puede ni quiere mantenerse al margen. Lucas aún no ha
escrito el suyo. La necesidad de alzarse como Testigo Ocular de todo lo que
escribe San Mateo impulsa al Joven Juan a escribir su Evangelio, posiblemente
durante su estancia con Pedro.
Tengamos
en cuenta que los enemigos de los Apóstoles hubiesen estado encantados con un
Judas que les delatase el paradero de la Madre del “Resucitado”. La muerte del
hermano de Juan, Santiago, y las persecuciones judías pusieron en movimiento
tanto a Pedro como a Juan. La Adoración de los Apóstoles por la Madre es
compartida al mil por ciento por todos Ellos. La protegen rodeando su
Existencia del más absoluto de los silencios. Tener acceso a la Madre significa
para Ellos tanto como tener acceso al Altar de los altares donde se adora al
mismísimo Dios. Ya conocen Ellos el odio de aquéllos judíos contra la Casa de
Jesús, y siendo profetas, pues el espíritu de Jesus es el espíritu de la
Profecía, y fue este Espíritu el que descendió sobre Ellos, por este Espíritu
los Apóstoles saben que tarde o temprano se lanzarán, como Herodes lo hiciera
al principio contra la casa de David de Belén, contra la casa de David en
Nazaret. No se equivocaron. Dios nunca se equivoca. La matanza de los hijos de
David de Nazaret se hizo.
El Amor y
el Deber quiso que el mejor lugar para ser mantenida la Madre al margen de los
acontecimientos fuese Alejandría del Nilo. La Leyenda dice que la gravedad de
las circunstancias impulsó a Juan a traerse a España con él a la Madre. El
deseo de San Pablo de conectar sus viajes con una Venida a España y el no haberlo
realizado puede situarse en este contexto. No era conveniente que el Paradero
de la Madre, tal como estaban las cosas en la Galilea, fuese descubierto por un
Apóstol que, perseguido a muerte, y cuyos pasos estaban seguidos muy de cerca
por sus enemigos, condujese a éstos a la Presa más codiciada por el Diablo. No
olvidemos que, si para Nosotros Pablo es un Santo, para los judíos Saulo fue un
traidor.
La
Leyenda de la Ascensión de la Madre tienen su Origen en la Palabra Divina. “No
permitiré que tu carne vea la corrupción”, le dice Dios a su Hijo. No la
conoció el Hijo, no la conocería la Madre de su Hijo. ¿Quién puede la Madre ser
para el Padre de este Hijo sino su Esposa Amadísima?: Ella misma Encarnación
visible ante toda su Creación de la Inmaculada Belleza de la Sabiduría Creadora
y Salvadora que vive en ÉL. La Madre es la Concepción Inmaculada de esta
Sabiduría en la que Dios encontró al Creador y al Padre en Sí Mismo. Por esto
los enemigos de Cristo y de su Esposa, Iglesia Católica Apostólica, buscaron
desterrar de sus mentes y de sus corazones la Adoración de la Madre. Quien
adora al Hijo como se adora al Padre ¡cómo no adorará a esta Madre en quien la
Sabiduría misma se hace Mujer para manifestar a los ojos de todos la Belleza
Infinita por la que su Señor y Dios, YAVÉ, la amó desde el Principio! En el
Amor Infinito de la Madre a su Hijo, su Niño, tenemos la expresión del Amor de
Dios hacia su Creación, todos nosotros. En el Amor de este Hijo a SU Madre
vemos SU Amor a la sabiduría de su Padre, en el seno de cuya Inmaculada
Concepción Él tomó la carne y la sangre en la que le vieron caminar sus
Apóstoles.
Los
ignorantes no entienden, los sabios nos maravillamos. La Historia que va a
escribir su Hijo es una Gesta para la Eternidad, que permanecerá viva en
nuestro ser por la eternidad de las eternidades. Abrimos el Libro de su Gesta y
lo primero que nos manifiesta Dios es la Naturaleza de su Héroe. Entra en el
Templo, y los Cielos contienen la respiración, la Tierra se arrodilla ante su
Creador, el Celo por la Casa de su Padre es el Fuego del que se alimenta la
Tierra para dar a Luz. La Palabra de quien entra en el Templo es la fuente de
un maremoto que puede destruir el Templo, Jerusalén y el mundo entero. La
Gloria del Hijo de Dios, nuestro Creador, se manifiesta en su Verbo; y esta Voz
es la de una tormenta que reduce el valor a polvo y libera el Patio de la Casa
de su Padre de una humanidad que ha hecho del Dominio sobre todas las especies
de la Tierra una tiranía infernal.
La
cronología de Juan es verdadera. Primero cumple con la Ley ante el Bautista,
con lo cual el Mesías se sujeta a la Ley de Moisés, y viviendo por ella, debe
morir de acuerdo a ella.
Enseguida
vive la Tentación, el encuentro formal entre el hijo de Adán y Satán; el Duelo
es a muerte, uno sobrevivirá y se sentará en el Trono de Dios con su Padre, el
otro se sentará en el trono del Infierno con la Muerte. La locura es de quien
niega al Padre, la Sabiduría vive en quien adora al Hijo.
La Madre
adora al Señor YAVÉ Dios con el Amor de Aquella Sabiduría que se rindió ante la
Voluntad Todopoderosa de su Dios y cuya respuesta a su Deseo Invencible de
crear Vida a su Imagen y Semejanza, de elevar la Vida en el Universo a la
Inmortalidad Natural al Ser Divino, fue la Respuesta de María: “Hágase según TU
Voluntad”.
La Madre
es la Concepción Inmaculada de Aquella Sabiduría Invisible, tras la que
corrieron los Primeros Filósofos, visible desde entonces en el Ser de la Madre delante
de toda la Casa y de la Creación de Dios; amada por Dios Padre y Dios Hijo con
la fuerza del Amor Invencible e Indestructible de un Hijo a su Madre amadísima,
y de un Padre a su Esposa Santísima. Este Hijo es quien se retira al Monte a
esperar a que su Enemigo se presente para darle de viva voz respuesta a su
Tentación, y enterrar en el Infierno del Destierro de la creación de su Padre
aquella locura de ganar para su Causa al mismísimo Rey de los Cielos y Señor de
la Tierra.
La
Doctrina Divina sobre la Unidad en el Espíritu Santo de Padre e Hijo conquista
en Nicea su Dogma: “Dos Personas, un único Espíritu”. Por esto dice el Espíritu
Santo: “Adorarás al Hijo como adoras al Padre”, “quien no adora al Hijo no
adora al Padre”, ¿porque cómo se puede despreciar al Hijo y creer que se puede
tener el Amor de su Padre?, ¿no despreciará este Padre a quien desprecia a su
Hijo? ¿Acaso viven en Padre e Hijo espíritus diferentes? “Tanto tiempo ha que
estoy con vosotros y aún no me habéis visto”. Quien ve a Cristo ve al Dios que
vive en Padre e Hijo.
Cristo es
el Nombre Nuevo de JESÚS, el Dios del que dice el Historiador de las cosas
divinas: “Vio Dios ser bueno”. ¡Cómo no temblar ante la presencia de la cólera
de este Dios hecho Hombre! Aquel ante cuya Voz la Tierra se vistió de Luz, los
Cielos de estrellas, ¡y el Firmamento de Sol y Luna! Su Batalla no fue, ni es,
contra los judíos sino contra el Homicida que arrojó a los hijos de Adán bajo las ruedas infernales de la Guerra.
Ignorantes, los judíos se creyeron que su Batalla era contra ellos. Por esto
San Mateo abre su Historia Divina con el Encuentro del hijo de Adán, encarnado,
para nuestra Salvación, por el Hijo Todopoderoso de Dios, y Satán, el Diablo,
la Serpiente Antigua, el hijo de la Muerte, el aspirante a rey del infierno, el
Tentador que en su demencia creyó poder poner de rodillas a Dios Padre
ganándose para su causa infernal al mismísimo Unigénito del Señor YAVÉ Dios.
La Locura
frente a la Sabiduría. Ésta no concede una sola palabra: “Vade Retro Satanás”. El
Duelo es a muerte, sin tregua ni cuartel, el Vencedor se lo lleva todo, el
perdedor es arrojado al Abismo. ¡Cómo no adorar a nuestro Héroe!, el Campeón
que nos ha dado Dios para levantarnos del polvo al que fuimos arrojados y
darnos lo que perdimos, ¡la vida eterna en el Paraíso de su Padre! Pablo fue
directo al grano: “De haber conocido a quien crucificaron ni un solo hijo de
Abraham hubiese puesto su mano sobre su persona”. Por el Pecado de Adán, primer
rey de la Tierra fue el mundo entero arrojado del futuro que Dios extendió
delante de las naciones del Género Humano; era solo natural que por el hijo de
Eva, ahora hijo de María, la Madre de todos los cristianos del mundo, le
viniese a la plenitud de las naciones la Libertad.
Quien
sube al Monte donde se encontraron la Locura del Infierno y la sabiduría del
Cielo debe elegir entre ponerse de rodillas delante de Satán y a cambio del
alma sentirse un dios, o quedarse al lado de CRISTO JESÚS y seguirle al campo
de la Batalla Final entre Dios y la Muerte. Todos, judíos y gentiles, en su
Ignorancia eligieron vender su alma a Satán a cambio de tronos y riquezas. San
Juan va más allá de culpar a unos y otros; San Juan se centra en el
Conocimiento Perfecto de JESUCRISTO, en quien vemos a Dios Padre y a Dios Hijo,
y en quien nos vemos a nosotros mismos reflejados en el Amor del Creador por su
Creación.
Así pues,
independientemente de Hechos que derivamos del Amor, tenemos que decir que
Aquel Siglo Primero, el Siglo de Cristo, ha sido historiado muy pobremente por
los historiadores del Cristianismo. Como aquel que no quiere recordar un trauma
sufrido, cuyas heridas la tiene delante de los ojos, los historiadores
cristianos parecen haberse dedicado más a excusar a los Romanos de Genocidio
contra los cristianos que glorificar a aquella Generación de Héroes que no
vacilaron en prestar Testimonio cuando el precio fue el de los tormentos más
horribles, ciencia de la Tortura en la que el Pueblo Romano fue expertísimo.
Nosotros podemos imaginar cómo aquel Genocidio hubo de Afectarle a Juan, el
HOMBRE en quien el Discurso de la Santísima Trinidad estuvo vivo.
No es
menos curioso que los Discípulos de Juan no escribiesen su Vida. Desde el
Conocimiento del Espíritu Jesucristiano lo entendemos. Quien es Importante y en
quien se debe centrar todo es en DIOS HIJO. No es en el Nombre de los Apóstoles
que la Salvación fue Fundada. Todo el sentido de la Existencia de los
Apóstoles tiene por norte la Estrella del Hijo de Dios. Jesús es el Héroe de
los Evangelios, la estrella de su Historia, el Rey de la Salvación, el Verbo
hecho carne, Dios con Nosotros. ¿Ante esta Obra Divina qué importancia tiene el
hombre: Pablo, Pedro, o Juan? Toda Gloria, todo Honor, todo Poder y todo Amor
es debido al Hijo de Dios. Y desde este Espíritu, Juan, Testigo Vivo de la
Ascensión de la Madre, en quien la Encarnación se le manifiesta en toda su
Divinidad, Juan abre su Evangelio diciendo:
Al
Principio era Jesús,
y Jesús
era Dios,
y Jesús
se hizo Hombre.
Todas las
cosas fueron hechas por Jesús
Y sin
Jesús no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.
A Dios
Padre nadie le ha visto jamás. Jesús, Dios Hijo Unigénito nos lo ha dado a
conocer.
Esta es
la Semilla que creció contra vientos y terremotos, persecuciones
y diluvios, y haciéndose un árbol extendió sus ramas hasta los confines
del mundo, entregando su Fruto Maravilloso en el Concilio de Nicea, el 20 de mayo
del Año 325 de nuestra Era. La Conclusión del Dogma de la Trinidad está ante nuestros
ojos: El Fruto del Árbol de la Vida se reparte gratuitamente a todos los
hombres que quieren vivir eternamente, porque Dios es Amor de Padre.
Juan escribió
su Evangelio de la Santísima Trinidad, de difícil de lectura, y por difícil su interpretación
abierta al error de los ignorantes y brutos que quieren corregir al Jesús que
en Nicea reunió su Cuerpo Sacerdotal en la Tierra y le dio a su Esposa
Apostólica Católica esta Ley de la Unidad en Dios. Pues sabemos que la Piedra
en la que se escribió el Decálogo, rota por el propio Moisés, anunció con esa
ruptura el fin de aquella Alianza Temporal, a la vez que anunció una Nueva, para
ser eterna e Inviolable, firmada por el propio Dios Hijo Unigénito, que en el
Concilio de Nicea fue proclamada en voz alta para que los siglos repitan
por la Eternidad el Dogma de la Unidad en Dios.
Pero
ignorantes como aquel Arrio no habrían de faltarle a las iglesias. Con el paso
de los siglos se levantaron muchos para resucitar de la tumba a Arrio. Más
tarde, el Delito de Rebelión cometido por el Protestantismo Europeo contra Dios
fue poner en Duda la Unidad Universal Sacerdotal. El enemigo de esta Unidad de
las iglesias, reflejo vivo de la Unidad en Dios, es enemigo del Señor Jesús, el
Esposo de la Iglesia: Madre de su Descendencia.
Todos
sabemos que donde hay Testador hay Testamento.
La
Herencia de la Iglesia fue su Indestructibilidad, dimensión histórica que
magnifica la Gloria de su Señor frente a las fuerzas de la Muerte. “Las fuerzas
del Infierno no prevalecerán contra tí” le dice a su Esposa.
Y le dice
Dios a la Descendencia de este Señor: “Tus hijos se apoderarán de las puertas
de tus Enemigos”.
Siervos e
hijos del Señor unidos en una misma Voluntad y Sabiduría
Habiendo
recibido de Dios su espíritu de inteligencia para responderle a los
discípulos de aquellos ignorantes y brutos que se atrevieron a corregir a Dios
y se alzaron contra sus sacerdotes en Concilio Universal, me es grato abriros
los ojos a este Evangelio de la santísima Trinidad para que desde la Palabra de
Dios rebatáis por vosotros mismos los argumentos que por su Interpretación
Irracional se han transformado en un mal para la Salvación del Género Humano, y
levantando muros entre cristianos y cristianos han neutralizado por su división
el Poder Salvador del Señor, Rey y Dios de todos los hombres, Jesucristo.
Pues todo
lo que existe, existe por Él, y sin Él no se existiría nada de cuanto existe,
de manera que, siendo su Padre Dios, ha querido este Padre que su Hijo lo sea
todo para todos los hombres: “nuestro Padre de los Cielos, Rey y Señor de la Tierra,
ante quien toda rodilla debe doblarse y reconocerle Cabeza Suprema Universal de
todo Poder, quien con su Espíritu de Sabiduría gobierna todas las cosas para el
Bien Universal de todos los hombres”.
Cegados
por quienes, en su orgullo de brutos irracionales, enloquecidos por los
privilegios del Poder, y emborrachados por la sangre de sus hermanos, interpretaron
la Palabra de este Evangelio para, anular la Palabra de Jesús: “Dios con
Nosotros”, como aquellos judíos que mediante sus palabras anulaban la Palabra
de Moisés, os invito a abrir este Evangelio desde el Pensamiento de Cristo, que
en Juan vive.
Engañados
por los Arrios de la Edad Moderna, sin quererlo, pero haciéndolo, muchos siguen
negando la Confesión del Concilio de Nicea: “Dios Vive”.
Juan está
hablando del Dios que dijo “Haya Luz”, “Haya Firmamento en medio de las aguas
que separen unas de otras”, “Brillen en los Cielos estrellas para separar la
luz de las tinieblas”, “Hagamos al Hombre a nuestra Imagen y a nuestra
Semejanza”, y por esto dice Juan: “El verbo se ha hecho carne, Dios se ha hecho
hombre”, y “en Jesús está la Vida del Hombre”.
Nuestro
Creador se hizo Hombre para decirnos “no sois el hombre que Dios llamó a la
Vida. He aquí al Hombre”. Pero los hombres atrapados en las leyes de la Ciencia
del bien y del Mal, habiendo aprendido a sobrevivir en el infierno, ya no
podían creer en el Paraíso. Cuatro largos milenios arrastrándose por los
campos de la Guerra, sujetos al imperio de la Muerte, entregados como corderos
para engordar el banquete de los reyes y sus dioses malignos, cuyas imágenes
monstruosas y demoníacas habían desplazado del corazón de las naciones el Dios
que su Hijo vino a mostrarnos, habían dejado en la mente humana una herida
siempre sangrante. No fue fenómeno extraño que aquel Pueblo Europeo Latino en
cuyo corazón la imagen de un Dios es la de un hombre divinizado, encontrase
abierta la puerta, y aunque hizo falta forzarla mediante el Martirio, una vez descubierta
en Jesús la Verdadera Imagen de Hombre en Dios, su Dios encontró en el Pueblo
Latino un Alma rendida a su Adoración.
No es
tampoco un fenómeno extraño que los pueblos en los que la imagen de Dios es la
de un monstruo de muchas cabezas, piernas, incluso la de dragones inmundos,
serpientes horrorosas, el Dios de Jesús, Ser en el que el Hombre tiene su Seno
Eterno, encontrase sino muy limitadamente la entrada.
En el
caso del pueblo de Israel la Historia de su relación con ese Dios, Padre de
Jesús, aunque no tuviese imagen predefinida, sí que estuvo psicológicamente
establecida. El Dios de Jerusalén es un Juez que no perdona sino
después de masacrar al transgresor. En ese Juez el “Dios es Amor” que Jesús trae
es el producto de un loco. ¡Cómo creer que ese Dios es Padre y es Amor cuando
por una manzana, teniendo el Poder de sanar cuerpo y alma, condenó a todo el
mundo a vivir un infierno! Después de cuatro mil años en ese infierno ¡qué
más natural que tener el corazón más duro que una piedra! Sí pues él era el
Hijo de David, llamado desde el seno de Abraham para aplastarle la cabeza al
Diablo y recoger la corona universal de su padre Adán, ¿a qué venía tanto
“todo lo que necesitáis es Amor?” “Pues si Dios es Amor y tú eres el Hijo de
Adán, declárate Rey y en lugar de ser salvador de mendigos y prostitutas
vístete de tal y danos el Imperio del Mundo”.
La Verdad
estaba lejos de todos los hombres. De judíos y gentiles. La Creación entera estaba
y está en pie de Guerra. La Tierra es el campo de batalla. Fuerzas que vienen
de la Eternidad libran en la Tierra su Batalla Final; los hijos de Dios de la
Casa de Cristo hemos nacido en ese campo de batalla. Realidad Viva y al mismo
tiempo difícil de vivir. Ya lo dijo el propio Cristo “Si hablándoos de las
cosas terrenas no entendéis ¡cómo comprenderéis las cosas de los cielos!”.
Muchos siglos habrían de pasar hasta que los hombres pudiesen comprender las
cosas de esta Batalla Final cuya Guerra remonta su Origen a la Eternidad. Sin
Este Evangelio de la Santísima Trinidad la Luz que nos conduce a esta
Comprensión no sería posible. Y esta Luz es la declaración de Nicea en la
que Dios declaró a su Hijo de su Misma Naturaleza, “Dios Verdadero de Dios
Verdadero”, su Igual, su Familia: Tú-Dios, Jesús, su Hijo Amado. Quien ama a
este Hijo, ama a Dios; quien no le ama, no ama a Dios. Quien no dobla sus
rodillas ante la Corona del Hijo de Dios, no entrará en el Reino de Dios. Quien
cree tiene la Puerta de la Vida Eterna abierta. Al que no cree, le espera el
Juicio.
En su
Hijo tiene la vida su Padre. Y esta Vida es Amor, Alegría, Felicidad, Libertad,
Creación.
Y en este
Hijo tienen su vida todos los hijos de Dios, los de nuestro Mundo como los de
los demás Mundos creados antes del nuestro, y de los que serán creados durante
la Eternidad. Nada pide Dios de nadie excepto esta Verdad. No quiere teologías
ni quiere ciencias, ni razones ni obras. La Obra Divina que abre la Puerta del
Corazón de Dios es el Amor a esta Verdad: Jesús es Dios Verdadero de Dios
Verdadero. Delante de Dios todo lo demás es un absurdo. En el Amor a su Hijo está
la Vida.
Tal es el
espíritu del Evangelio de la Santísima Trinidad de Juan. “Sed niños, amad como
los niños”. En este simple resumen está contenida toda la esencia de la Palabra
que recoge Juan en su Evangelio. ¿Se preguntan los niños por qué aman a sus
padres?, o en lugar de amar y vivir se dedican a radiografiar qué es el amor,
de donde viene, ¿qué sentido tiene? Ni grandes obras, ni grandes razones, el
Amor es la Llave. Ni feo ni pequeño, el amor de un padre es incondicional,
natural, no necesita detenerse por qué ama.
He aquí la
Verdad, locura para esos sabios y genios del mundo que necesitan tumbar a Dios
en la mesa y diseccionarlo para creer que “Dios es Amor”; y este es el Grito de
Victoria de Juan: “este Amor se ha encarnado. Le vimos, le tocamos, le oímos”.
Los sabios se pierden corriendo tras una sabiduría que les da la espalda; los
genios se hunden en la destrucción buscando la creación. La criatura corre a
los brazos de Dios: “nuestro Padre de los Cielos”.
Dios es
también Ley.
“No
tendrás más Rey que Dios, mi Hijo.
No le
declararás la Guerra a tus hermanos.
Cuidarás
de tus padres y los protegerás en su ancianidad como ellos te cuidaron y te
protegieron durante tu niñez.
La verdad
será la ley de tu alma y la amarás con todas las fuerzas de tu ser.
La
Libertad es sagrada, no se la robarás a ningún Ciudadano del Reino de Dios.
Todo el
oro y toda la plata, todos los recursos de la Creación le pertenecen al Señor,
tu Rey, y los distribuiréis entre vosotros acorde a las necesidades de
todos.
No
levantarás falso testimonio ni corromperás a la Justicia levantándote contra la
Ley del Rey.
En la
Palabra está el Hombre, el que ama la Mentira se declara enemigo del Hombre.
No
busques el Poder por el Poder, porque la corrupción será tu aliado y la Muerte
tu recompensa.
Sed
santos, porque Dios vuestro Creador es Santo.
Ama a tu
prójimo como a ti mismo, porque aquí vive la Santidad de Dios, a cuya Imagen y
semejanza has sido creado”.
Difícil
lenguaje de entender para quien tiene un corazón de piedra y un alma corrompida
por el Poder que viene de la espada y del oro. Pero así es Dios y este es su
Evangelio.
PRIMERA PARTE
I
LA PRESCIENCIA DIVINA
“Yo
bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no
conocéis que viene en pos de mí, a quien no soy digno de desatarle la correa de
la sandalia.”
¿Existen
las coincidencias, las casualidades? ¿De verdad todo es producto del azar? ¿La
Historia del Universo es un acto de improvisación? ¿Qué es el espíritu de
profecía sino el conocimiento perfecto de la Obra que Dios va a realizar y es
anunciada antes que suceda para que nadie crea que se produjo, precisamente…
por una casualidad? La Presciencia Creadora, que nosotros podemos llamar
“timing”, es decir, el encuentro en el Tiempo entre líneas que aparentemente no
tienen conexión ninguna entre ellas es sublime; se ve en el Encuentro entre estas
dos personas, Jesús y Juan, que se conocieron
estando ambos en el seno de sus madres, y siguieron sus caminos en la forma
relatada por Cristo Raúl en la Historia Divina de Jesucristo.
El
conocimiento del Profeta sobre el Mesías es perfecto porque su Señor y Dios le
había mostrado al Elegido para encarnar al hijo de Eva. ¡Ver al Hijo de su Dios
en Persona, qué acontecimiento más grande puede vivir hombre alguno! El Profeta
vive para mantener viva la Fe en la Venida y Victoria del Mesías: “quien le
aplastará la cabeza a la Serpiente, le quitará su corona y lo arrojará de su
trono”. Y ese Vencedor es JESÚS, el Hijo de María.
II
EL PODER
DEL BAUTISMO CATÓLICO
“Y yo no
le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: “Aquel sobre
quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con
Espíritu Santo. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de
Dios”.
El
Profeta habla como profeta y ve el mundo y su Historia desde el espíritu de
profeta. Desde Moisés al Bautista el mundo dependió de la Elección del hombre
que se levantaría para enfrentarse a la Serpiente Antigua, el Diablo, y
aplastarle la cabeza.
Desde
Moisés al Bautista a ninguno de sus profetas le ocultó Dios que Su Elegido sería
su Unigénito, el Hijo de su Alma. Por eso el Profeta escribe: “Lloraréis como
se llora por el primogénito, os lamentaréis como se lamenta por el unigénito”.
El Grito
de Victoria precede al Vencedor y es acompañado por la sangre de quien celebra
en vida su Gloria. “Dios nos ha dado un Campeón que lleva en sus Hombros la
Soberanía y será llamado Dios con Nosotros”.
El
Primogénito de Dios viene a vengar la muerte de su Hermano pequeño Adán, y
regenerar al Hombre en el Bautismo del Espíritu Santo, uniendo al Creador y su
creación en un mismo Reino.
Quien “bautiza
con Espíritu Santo” es porque en Él vive el Espíritu Santo. Y quien no vive en la
Unidad Perfecta con quien “bautiza con Espíritu Santo” no puede regenerar al
hombre engendrando en él un hijo de Dios.
El
Bautismo únicamente derrama el Poder de la Regeneración en quien es bautizado
por el Sacerdocio de Cristo, Cabeza Divina de la Iglesia Católica Apostólica,
el jefe de cuyos sacerdotes en la Tierra tiene la Sede de su Obispado en Roma.
Quien no vive en la Unidad en el Espíritu con el Cuerpo de Cristo en la Tierra
no recibe la Gracia de la Redención.
El agua
es agua. El hombre es hombre. Únicamente Dios tiene el Poder de la Regeneración
de quien es bautizado, y por el Espíritu de quien “bautiza con Espíritu Santo”
se hace heredero de la Ciudadanía de su Reino.
Se puede
conocer la Existencia de Dios por la Razón, pero quién es Dios no fue accesible
a gentil ni a judío: el que “bautiza con Espíritu Santo … ése nos lo da a conocer”.
Pero nadie tiene este Poder si no vive en la Unidad con el Cuerpo de los
Sacerdotes de Cristo. Porque sabemos lo que la Sabiduría nos ha enseñado: “La Primera
Persona es el Padre, la Segunda es el Hijo, y la Tercera es el Espíritu Santo:
Cristo, en quien vive el Padre y el Hijo, de quien la Cabeza es Jesús y el
Cuerpo es la Iglesia, su Esposa y Madre de su Descendencia”.
“Y la
Cabeza de Cristo es Dios”.
Ninguna
criatura que no reciba el Bautismo de la Mano de este Cuerpo Sacerdotal
Apostólico, pues que no tiene por Cabeza a Cristo, hereda la Gracia de la
Salvación.
La Gracia
de la Salvación está en no ser juzgado: “Quien cree en mí no es juzgado, sino
que pasa de esta vida a la otra”.
La Gracia
de la Redención está en ser absuelto de todos los pensamientos, palabras y obras
hasta entonces ejecutados.
La Gracia
de la Fe está en el Poder contra quien vino a la Tierra para robarle al Hombre
el Alma.
En
efecto, Dios no puede ser conocido por la Razón ni por la Ciencia; Dios se
revela: “A Dios nadie le vio jamás; Dios Unigénito, que está en el seno del
Padre, ése le ha dado a conocer”.
Obra
Maravillosa: “He aquí que hago una Obra que si os la contara no la creeríais”.
Dios Hijo se hace Hombre, el Creador se hace Criatura, y crea un Cuerpo de
Sacerdotes cuyo Bautismo regenera el ser y eleva a la Ciudadanía de su Reino a
todos los hombres. Mas nadie hereda este Poder por el que el Bautizado nace
como hijo de Dios sino quien es bautizado por la Esposa del Señor Jesús, “ése
de quien nos viene el Conocimiento de Dios”. Pues todos los libros son
ejercicios de desesperación invocando el deseo del conocimiento de todas las
cosas. Mas digo yo, un hijo de Dios, ¿qué necesidad tiene un hijo de
preguntarle a un extraño por el conocimiento de su padre? ¿Acaso es Dios un
padre tan duro y malo que rechaza a su hijo y lo deja sin respuesta?
Volvemos
al “timing”. La Presciencia de nuestro Creador deja fuera de la mesa aquel
juego famoso de los dados de los cosmólogos del Siglo XX. “He aquí mi Hijo
Amado”. ¿Quién conocerá mejor a Dios que su Hijo?
Los
hombres hablan de lo que quieren, de lo que buscan, y al final todo se reduce a
huir del infierno, dejar de sobrevivir con la soga al cuello, hacer de la vida
un paraíso personal en la tierra. Pero quien tiene vida en sí mismo, y vida
eterna, no tiene necesidad de “ocultarse”. Jesucristo no “es un dios oculto”.
Satán, el
Diablo, la Serpiente Antigua, el Dragón, se esconde, es “un dios oculto”.
EN
JESUCRISTO “vive Dios”. ¿Cómo entonces juzgar el orgullo de aquellos malos
siervos que se atrevieron a desatarle la correa a las sandalias de Dios Hijo
Unigénito?: Cabeza de la Iglesia, su Esposa, Madre de su Descendencia.
Cuando el
Rey es Dios ¿de quién es la victoria: del Rey o del soldado? Y ¿quién detendrá
la fuerza del soldado del ejército de este Rey Divino en Batalla Final contra
su Enemigo?
El hombre
no es el Enemigo de Cristo; el enemigo del Hombre es Satán y su Casa.
Quien no
es bautizado por la Esposa Católica Apostólica no es cristiano. Por esto el
Diablo sembró la Cizaña Maligna de la división de las iglesias protestantes,
porque el Bautismo es la llave que cierra la puerta del alma a Satanás, mantiene
al hombre encerrado en la razón de las bestias para hacer caer la Muerte sobre
todos los habitantes de la Tierra el Infierno de la Destrucción Total.
El
Bautismo de las iglesias de la división es pura falacia, una quimera homicida
en la que hierve el fuego del infierno, no el Fuego del Celo por la Casa de
Dios.
“Por los
frutos los conoceréis”.
Masacres,
guerras de religión en Francia, Suiza, Inglaterra. Países Bajos; Guerra de los Treinta
Años; guerra fratricida entre los imperios europeos, este fue el fruto de la
Reforma nacida de la Semilla Maligna sembrada por el Diablo en los siglos XVI y
XVII.
Entre los
judíos el bautismo es la circuncisión. Y por la amputación de un trozo de piel
los judíos se creyeron superiores a todas las razas y pueblos del género
humano. Pero la Sabiduría para comprender el Antiguo Testamento, la Biblia de
su pueblo, estuvo lejos de ellos tanto
cuanto el infierno y el paraíso están distantes. No entendieron jamás lo que el
Espíritu Santo escribió: “Por el pecado de un solo hombre el mundo entero fue condenado”.
¿Quién fue ese pecador? Adán, padre Abraham, padre de Isaac, padre de Jacob.
Los gentiles que estuvieron al corriente de
las Escrituras Sagradas de Israel no pudieron nunca entender absolutamente
nada. “Así que por culpa de vuestro padre mis padres fueron condenados al
destierro del Ser de Dios; vosotros, hijos de aquel pecador, sois los herederos
de su pecado, y esa herencia por la que fue maldito vuestro padre os hace
benditos a vosotros. ¿Cómo se come esto? ¿Qué clase de Dios es ése vuestro?
¿Maldice a los inocentes y bendice a los hijos del maldito? Luego no la
Sabiduría sino su Infinito Poder es la fuerza ante la que os arrojáis al suelo.
El Terror a Dios, no el Amor a vuestro Creador, es el fundamento de vuestro
Templo. ¿Y queréis extender el Terror a ese Dios sobre todas las naciones
gracias al Mesías, ese hijo de Eva que levantará en Jerusalén la capital del
Imperio de los Judíos?”.
¿Qué
puede el Bautista contestarles a tales grandes expectativas?
“Yo no
soy Él. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias”
Si Juan,
hijo de Zacarías e Isabel, el profeta más grande que vivió jamás, según palabra
de Jesús, no se sintió capaz siquiera de ser su siervo ¿creyeron los judíos que
lo que no pudo conseguir el Diablo, dividir al Padre y al Hijo, lo conseguirían
ellos levantando a Dios contra su Hijo Amado?
Nuestro
Creador se hizo Hombre para que viésemos al Hombre que Él concibió en su
espíritu antes de proceder a darle vida, y la vida de un hijo de Dios: “ECCE
HOMO”.
III
EL HIJO
DEL HOMBRE
“En
verdad, en verdad os digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles de Dios
subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre”.
¿Cómo puede
Dios juzgar a quien no es Dios?
“De la
sangre de un hombre de la mano de otro hombre reclamaré justicia” lo dice todo.
¿Puede
acaso juzgar en Justicia quien no puede invocar la Igualdad entre el transgresor
y su víctima? Si por matar un animal somos criminales ¿quién está limpio de
crimen?
Quiso
Dios en su Justicia que quien ha de juzgar a todos los hombres se hiciese hombre
para entender las causas de las debilidades humanas y sufriendo los efectos del
imperio de la Muerte sobre el Género Humano tenga Misericordia de todos los pueblos
de la Tierra, todos y cada uno de nosotros atrapados en una Guerra entre Dios y
la Muerte, causada por la Envidia de una parte de los hijos de Dios hacia el Trono
de Jesús, Rey de reyes y Señor de señores del Reino de Dios, su Padre.
Jesús es
perfectamente consciente de esta Voluntad de su Padre. Sus Discípulos lo comprenden
igualmente y lo revelan diciendo “quiso Dios llevar a la Perfección a su Hijo”,
declaración que en nada contradice la Palabra de su Padre: “Yo soy Dios; yo
solo he sido formado y no habrá otro después de mí”, hablando de esa Sabiduría
Increada y Creadora de la mano de cuya Alma el Señor Dios de la Increación
recibió todos los secretos y leyes de la
Creación de Universos y Mundos; Formación en la Ciencia de la Creación de la que
su Hijo es Heredero Natural: Dios Creador de Dios Creador.
Era
necesario pues que su Hijo se hiciese hombre para que desde nuestra Humanidad
viviese las fuerzas mortales que arrastran a los seres humanos a alejarse de su
Creador y los arrastran a abrazarse a la naturaleza de bestias que se alimentan
de la carne y de la sangre de otros animales.
Ergo: dándonos
de comer su Carne y beber su Sangre, como la carne y la sangre que se prepara y
sirve en la guerra hace demonios de los hombres, comiendo de esta Carne y de esta
Sangre Divinas el hombre se eleva sobre esas fuerzas y deviene “hijo de Dios”, a
la imagen y semejanza de esos hijos que tienen en el Primogénito la fuente desde
la que el Amor de Padre de Dios se transforma en río vivificador del ser de toda
la Casa del Creador.
¡Cómo juzgar
al hombre quien nunca estuvo en la piel del hombre! El Hijo de Dios, en cuya Corona
pone su Padre el Futuro del Género Humano entero, debía meterse en nuestra
piel, ponerse nuestros zapatos y vivir en su grado más extremo la injusticia de
los reyes y los poderes de este mundo, esos cavernícolas adoradores de las piedras
negándose a dar paso al Hombre en Dios. Ricos y reyes, no importa de qué tierra
ni de qué tiempo, todos enemigos del Hombre a la Imagen y semejanza de Nuestro Creador:
cavernícolas homicidas desde sus cuevas de corrupción y muerte cultivando todas
las fuerzas que han de conducir a las naciones al apocalipsis de su destrucción
total. ¿Vería así nuestra vida quien sentado en su Trono del Cielo estaba a
salvo de sentir esta miserable existencia de hombre desterrado de su Reino por
la Rebelión de otro hijo de Dios?
Es JESÚS
mismo quien lo anuncia y lo da a conocer: “Yo soy el hijo del Hombre”. Un
hombre juzgando a otro hombre. Quien ha sufrido la Injusticia, la Maldad y la Corrupción
en su grado más extremo, tanto en la carne de su familia cuanto en carne propia,
ése sí puede celebrar Juicio desde la Misericordia del que siendo quien “bautiza
con Espíritu Santo” tiene el Poder de Dios para absolver a las naciones y conducirlas
al Paraíso de su Padre.
“Cuando
estabas debajo de la higuera, te ví”
“Rabí, tú
eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”.
Declaración
de la que extraemos la maravilla que experimenta un hombre al saberse observado
desde una distancia imposible de ser alcanzada por el ojo humano. Ver a un
hombre sentado debajo de una higuera contemplando Betsaida, su pueblo, a la
distancia, ¡cómo podría ser causa perfecta de Declaración: “tú eres el Hijo de
Dios”, de no ser porque era físicamente imposible que a la distancia del Hijo de
Dios que se halló la higuera bajo la que Nataniel se sentó pudiese ser él
detectado por ojo alguno!
Detalle
sin aparente importancia que el Evangelista levanta para elevarnos la mente y apartar
de nuestra inteligencia el velo que nos impide ver la Verdadera Naturaleza de Dios
Hijo. Nuestros ojos tienen un límite de visión;
los de nuestro Creador contemplan su Creación hasta las costas mismas del
Cosmos. Hablando entre cristianos, Dios no necesita telescopios para contemplar
las galaxias y las estrellas que nos rodean.
¿Quién es
bautizado “con Espíritu Santo” ve en quien le bautiza a Dios? Es lo que vemos en este Capítulo. Juan nos
muestra al Hijo de Dios en la plenitud de su Naturaleza. Natanael pudo haber estado a mil años luz de distancia del “Rabí”; hubiese sido
exactamente lo mismo; en lugar de “aquella higuera” se hubiese escrito “a la luz
de aquella estrella”.
Dios nos
envió a su Hijo para que viviese lo que en nuestra piel se vive y sufriese lo
que en nuestros zapatos se sufre, pero el Hijo de Dios permanece. Él tiene “vida
en sí mismo” como tiene “vida en sí mismo” su Padre. Todos recibimos la vida de
su Hijo, pero Dios y su Hijo tienen vida en sí mismos. Y esta Vida es la del
Ser de Dios.
Episodio
aparentemente trivial, perfectamente dispuesto por Juan para descubrirnos desde
el ismo principio la Verdadera Naturaleza del “hijo del Hombre”. Es Dios Hijo quien se ha metido en los zapatos
del hijo del Hombre por voluntad de Dios Padre. ¿Quién es este “hijo del Hombre”
sino el hijo de Eva a quien le legó Dios la Gloria del Vencedor sobre la
Serpiente que se alzó en Traición contra su Rey y Señor?
Todos creyeron,
incluso sus Discípulos, que esa Gloria sería la corona del reino perdido de David.
“Tú eres el Rey de Israel”…
Sí, y de Europa,
y de las Américas, de África, de Asia, de Australia, de las Islas y archipiélagos;
Él eres el Señor de la Tierra, el Rey de los Cielos, el Heredero de la Creación
entera de su Dios. ¿Qué trono querrás, hijo de Dios, un trono mortal cuyas fronteras
abarcarán toda la Tierra mientras tú vivas entre los hombres, el reino de David,
o un reino universal sempiterno entre cuyas fronteras moren todos los Pueblos de
la Creación de tu Padre?
La decisión
ha sido tomada desde el primer momento en que se escribe: “Y yo le he visto y
doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios”.
Y no
porque de haber elegido Dios a otro de sus hijos, hermano de su Primogénito, este
otro elegido hubiese fallado en su Duelo a muerte contra Satán. ¡Para nada! ¿Acaso
no es al Rey a quien le compete defender su Reino? ¿No le ha dado Dios a su
Hijo el señorío sobre su creación entera? ¿A quién le corresponde el juicio contra
un Criminal de Guerra, al súbdito o al señor de ese Traidor a la Constitución
de su Reino?
Nosotros
nos gloriamos en el Elegido que nos dio Dios para aplastarle la cabeza al
Traidor y sellar con Su Sangre una Alianza Eterna entre Dios y el Hombre por la
que el Cristiano, hijo de Dios, permanecerá por la Eternidad delante de su Rey,
Padre y Señor.
Quien
camina por la Galilea en dirección a Jerusalén es el Hijo de Dios, pero nunca el
Rey de Israel a la manera que Jerusalén tuvo la exclusividad sobre el Dios de
Jacob, Isaac y Abraham. La Corona del hijo del Hombre abarca la Plenitud de las
naciones porque Él es el Señor de la Tierra, el Dios que abriendo su Boca dijo:
“Haya Luz”, y la Luz se hizo.
La Nueva Jerusalén
que baja del Cielo es Sión, la Ciudad de Dios, de donde viene la Ley a todos
los Pueblos del Reino del Hijo de Dios.
CRISTO RAÚL
Y&S
22
![]() |
Amazon.EL CORAZÓN DE MARÍA, VIDA Y TIEMPOS DE LA SAGRADA FAMILIAprint on demandESPAÑA-------------HISPANOAMERICAEsta es la Verdadera Historia de la Sagrada Familia . La Ley del Silencio por Dios impuesta a sus Testigos extendió su Velo sobre la propia Madre de Cristo, quien se llevó en su Corazón la Vida de las Personas que protegieron a los Padres de Cristo. La Historia que vais a leer se lo llevó la Madre al Cielo, y Hoy desciende de su Corazón para Alegría de todos los que han permanecido Fieles a Dios a pesar de los Siglos. Este Libro ayudará a todo el que lo lea a creer. |
LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTOLA BIBLIA DEL SIGLO XXIAPERTURA UNIVERSAL DEL TESTAMENTODE CRISTOEste
Libro contiene el Conocimiento de todas las cosas, del Cielo, de los
Cielos y de la Tierra. El Rey y Señor del Universo es quien da, y viendo
buena su Obra la consuma para que se cumpla su Palabra: "Hagamos al Hombre a nuestra Imageny a nuestra Smejanza" . Pasado,
Presente y Futuro, he aquí las líneas sobre las que el espíritu de
Inteligencia, movido por el Pensamiento de Cristo, se mueve el Autor
a través de los Libros que componen esta Obra.
|
![]() |
![]() |
CONCILIO VATICANO SIGLO XXICONCILIO UNIVERSAL DE ADORACIÓN DEL HIJO DE DIOS |
![]() |
LA ESPERANZA DE SALVACIÓN UNIVERSAL DEL HIJO DEL HOMBRE |
![]() |
CARTA MAGNA DE LOS DERECHOS DIVINOS DEL HOMBRE |
![]() |
EL ESPÍRITU DE YAVÉEspíritu de Sabiduría e Inteligencia, de Entendimiento y Fortaleza, de Consejo y Temor de Dios
|
![]() |
![]() |
ASI DICE EL REY, JESUCRISTO,DIOS HIJO UNIGÉNITO:"QUE NO SEA HALLADO LUGAR PARA SATÁN EN LA TIERRA" |
CRISTO RAÚL CONTRA EL ANTICRISTO--------------------------EL EVANGELIO DE CRISTO SEGÚN SAN PABLO. Análisis biohistórico de la Carta a los Romanos------------------------------- LUTERO,EL PAPA Y EL DIABLOAnálisis psicohistórico de Cristo Raúl a las 95 Tesis de Martín Lutero contra la Unidad de las iglesias---------------------- LA JHISTORIA DE LOS PAPAS. Y LA NOCHE DE LOS OBISPOS. Una Introducción a la Historia de la división de las Iglesias
|
|
![]() |
2022. DIARIO DE UN HIJO DE DIOS CAMINANDO CON JESÚSLA GUERRA DEL HIJO DE SATÁN
|
![]() |
Registro de la Propiedad IntelectualTodos los libros de CRYS están registrados en el RPI de Málaga y Zaragoza, España, a nombre de Raúl Palma Gallardo, Único Propietario del Derecho de Autor sobre los mismos. Para la aquisición del derecho LIMITADO de produccióninfo@cristoraul.org |
![]() |
![]() |
![]() |