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LA HISTORIA UNIVERSAL DIVINA DE JESUCRISTO:

LA BIBLIA DEL SIGLO XXI.

CRISTO RAÚL DE YAVÉ Y SIÓN

 

 

LIBRO TERCERO

GÉNESIS

LA CREACIÓN DEL UNIVERSO

 

CRISTO RAÚL DE YAVÉ Y SIÓN

 

Los Hechos narrados en la CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS referidos a “la Creación de la Luz”, son los siguientes :

 

Uno: Multiplicación Controlada de la densidad por unidad cúbica astrofísica del campo gravitatorio terrestre. El origen de esta Multiplicación Controlada, dije, es la Naturaleza del Ser Divino.

Dos: Aceleración vertical de las revoluciones de trabajo del transformador geonuclear de la Tierra. De la que se derivó la aceleración rotatoria del Globo sobre su eje, y la implosión astrofísica del Núcleo en el origen del calor del Planeta.

Tres: Elevación termodinámica global del cuerpo geofísico, que desde el Manto se extendió hasta la superficie y produjo la Fusión de la Corteza Primaria.

Cuatro: Licuación de la Corteza Primaria bajo los efectos de la Fusión del Globo externo y producción de la Atmósfera Primigenia.  

Cinco: Una vez concluida la transformación en calor del combustible gravitatorio, la Tierra volvió a las manos de la Naturaleza, ajustándose sus nuevos cambios a la ley de la Inercia.

A. Desaceleración de las revoluciones de trabajo del transformador geonuclear.

B. Caída de la velocidad de rotación del Planeta.

C. Y descenso de la temperatura del Globo.

Estos fueron los tres primeros efectos visibles. Estos tres efectos fueron causa de una nueva secuencia de efectos. El primero de estos nuevos efectos fue el enfriamiento de la superficie exterior del Globo, que ipso facto puso la primera piedra de la creación del anillo geofísico externo, la Litosfera.

Siete: También podemos hablar de Solidificación de la Corteza Secundaria. En fin, esto es ya según el gusto. Una vez que entremos más en profundidad tendremos tiempo de diferenciarlas. Avanzando un poco el tema digamos que la Litosfera es al Globo lo que la Corteza Secundaria es a la Litosfera. Resumiendo, la Corteza Secundaria es la capa externa de la Litosfera. Fue, pues, la Corteza Secundaria la primera capa litosférica que se solidificó.

Ocho: El descenso continuo de la temperatura geofísica a su antiguo estado de partida, que ya nunca alcanzaría, provocó la solidificación de la Corteza Secundaria, como he dicho, y la creación del anillo litosférico. La Arquitectura Geofísica siguió completando su cuerpo con el nacimiento del segundo anillo, el Manto, cuyo enfriamiento cerraría la fuente de calor de la que hasta entonces se había estado suministrando la Atmósfera Primigenia para conservar su estado natural.

Nueve: Sublimación de la Atmósfera y Creación del Manto de Hielo que cubrió la esfericidad del Planeta de polo norte a polo sur durante la Tarde del Día Primero. Como dije antes, este Manto de Hielo es la Luz en el Verbo del Primer Día.

 

 

GÉNESIS

 

Al Principio creó Dios los Cielos y la Tierra. La Tierra estaba confusa y vacía, y las Tinieblas cubrían el haz del Abismo. Pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas.

Dijo Dios: “Haya Luz”, y hubo Luz, y vio Dios ser buena la luz, y la separó de las Tinieblas;y a la Luz llamó día y a las Tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero.

Dijo luego Dios: “Haya Firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras”; y así fue. E hizo Dios el Firmamento, separando aguas de aguas, las aguas que estaban debajo del Firmamento de las que estaban sobre el firmamento. Y vio Dios ser bueno. Llamó Dios al Firmamento cielo, y hubo tarde y mañana, día segundo.

Dijo luego: “Júntense en un lugar las aguas de debajo de los cielos y aparezca lo seco.” Así se hizo, y se juntaron las aguas de debajo de los cielos en sus lugares y apareció lo seco; y a lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión de las aguas, mares. Y vio Dios ser bueno.

Dijo luego: “Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla y árboles frutales, cada uno con su fruto según su especie y con su simiente, sobre la tierra.” Y así fue. Y produjo la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles frutales, con su semilla cada uno. Vio Dios ser bueno; y hubo tarde y mañana, día tercero.

Dijo luego Dios: “Haya en el Firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche y servir de señales a estaciones, días y años; y luzcan en el Firmamento de los cielos, para alumbrar la Tierra.” Y así fue. Hizo Dios los dos grandes luminares, el mayor para presidir el día, y el menor para presidir la noche, y las estrellas; y los puso en el Firmamento de los cielos para alumbrar la Tierra, y presidir el día y la noche, y separar la Luz de las Tinieblas. Y vio Dios ser bueno, y hubo tarde y mañana, día cuarto.

Dijo luego Dios: “Hiervan de animales las aguas y vuelen sobre la tierra las aves bajo el Firmamento de los Cielos.” Y así fue. Y creó Dios los grandes monstruos del agua y todos los animales que bullen en ella, según su especie, y todas las aves aladas, según su especie. Y vio Dios ser bueno, y los bendijo diciendo: “Procread y multiplicaos, y henchid las aguas del mar, y multiplíquense sobre la tierra las aves.” Y hubo tarde y mañana, día quinto.

Dijo luego Dios: “Brote la tierra seres animados según su especie, ganados, reptiles, bestias de la tierra según su especie.” Y así fue. Hizo Dios todas las bestias de la tierra según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios ser bueno. Díjose entonces Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre las bestias de la tierra, y sobre cuantos animales se mueven sobre ella.” Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios le creó, y los creó macho y hembra; y los bendijo Dios, diciéndoles: “Procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados, y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra.” Dijo también Dios: “Ahí os doy cuantas hierbas de semilla hay sobre la haz de la tierra, y cuantos árboles producen fruto de simiente, para que todos os sirvan de alimento. También a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos los vivientes que sobre la tierra están y se mueven, les doy por comida cuanto de verde hierba la tierra produce.” Y así fue. Y vio Dios ser muy bueno cuanto había hecho, y hubo tarde y mañana, día sexto.

Así fueron acabados los Cielos, y la Tierra, y todo su cortejo. Y, rematada en el día sexto toda la obra que había hecho, descansó Dios el día séptimo de cuanto hiciera; y bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en él descansó Dios de cuanto había creado y hecho. Este es el origen de los Cielos y la Tierra cuando fueron creados. .

 

 

 

C.R.Y.S. (RPI . Z-229-20 )

 

 

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