|  | LA CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS |  | 
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             CUARTA PARTECREACIÓN DE LA BIOSFERACAPÍTULO 15
            CREACIÓN DE LOS CONTINENTES Y OCÉANOS
            129. Decía que Dios creó la Tierra en las Tinieblas, 
            y que, creado el Manto de Hielos, que en su Libro Él llama la Luz, 
            la separó de las Tinieblas, y la introdujo en los Cielos, donde 
            se encuentra. Y creo haber dicho que el primero de todos los efectos 
            que a raíz de esta integración experimentó la Tierra se puede comparar 
            con el efecto que experimenta un transformador al ser integrado 
            en un circuito eléctrico. Y que como al principio del Día Primero, 
            al principio de este Segundo Día la subida de la velocidad de rotación 
            del Globo, signo externo de la elevación de revoluciones que experimentó 
            su Núcleo, fue el efecto inmediato de la integración de la Tierra 
            en el campo del Sistema Solar.
             
             130. Ahora, siendo la trayectoria natural entre dos puntos 
            que se atraen la línea recta, y el movimiento en un campo gravitatorio 
            semejante al de un líquido en un vaso, el movimiento aproximativo 
            de un cuerpo externo hacia un cuerpo astrofísico por obra de esta 
            relación dibuja un círculo alrededor de la estrella. Pero puesto 
            que Dios descartó la opción de acercamiento sobre la pista planetaria, 
            la trayectoria que debía describir la Tierra no podía ser más que 
            la parábola. Que fue precisamente la que empezó a dibujar como reacción 
            a la acción de aceleración instantánea que experimentó su rotación. 
            Esto en cuanto al primer tramo del vuelo de la Tierra en busca de 
            su órbita biosférica.
             
             131. El primer efecto dibujado, la ley que rige el vuelo 
            de los helicópteros por lápiz, hay que hacer entrar en este proceso 
            de acoplamiento la naturaleza de los campos eléctricos respectivos. 
            Esto dicho, un campo electromagnético cualquiera se define por sus 
            dos componentes: la fuerza magnética que actúa a distancia entre 
            los cuerpos y la fuerza eléctrica que los sitúa alrededor de un 
            núcleo de referencia. En el caso del lanzamiento de la Tierra tenemos 
            la fuerza magnética en acción, en combinación con la ley del movimiento 
            rotativo. La descripción que esta combinación nos hace del acercamiento 
            de la Tierra al Sol es la que nos dibuja una parábola desde el exterior 
            del Sistema Solar hacia el polo boreal del Sol como ruta de acceso.
             
             132. La entrada en acción de la segunda fuerza electromagnética, 
            la eléctrica, levantó en el horizonte de sucesos una franja de inversión 
            a la aproximación indefinida de la Tierra al Sol. Una vez dentro 
            de esta franja, como respuesta a la igualdad de los signos eléctricos 
            entre los campos respectivos, la trayectoria de la Tierra inició 
            su descenso hacia su órbita biosférica. (Independientemente 
            de las ecuaciones que regulan la masa de los cuerpos astrofísicos 
            sujetos a una relación sistemológica, 
            las energías en juego entre los cuerpos componentes de un sistema estelógico tipo Solar, y la distancia 
            que recorre un cuerpo planetario durante su órbita, la secuencia 
            de efectos que la Tierra experimentó durante su trayectoria de aproximación 
            al Sol repercutió en el recalentamiento de su Núcleo, efecto del 
            que procedió la serie de olas termonucleares en el origen del estado 
            termodinámico del Manto).
             
             133. El efecto derivado de la transformación del Manto 
            -algo que ya vimos hablando de la Creación del Anillo de Hielos- 
            en una masa de reacción termonuclear fue la fusión de la Litosfera 
            Baja. (Por Baja Litosfera se entiende la zona de contacto geofísico 
            con el Manto Superior. Recuérdese que la división del cuerpo de 
            la Tierra en tres zonas principales, con sus franjas de contacto 
            intermedias, no es un simple capricho de la naturaleza. La zona 
            que se ha dado por llamar Núcleo Externo pertenece, dentro de este 
            Edificio, a la franja de contacto entre el Núcleo propiamente dicho 
            y el Manto. Teniendo en cuenta que el Núcleo es el cuerpo estelógico alrededor del cual se forma un planeta, y por tanto es el Transformador 
            de la Energía Gravitatoria en calor, la física del Núcleo Externo 
            se corresponde al estado de la materia en el Manto Inferior, que 
            sería la equivalente a la que tendría una masa alrededor de un microastro con una temperatura baja, es decir, materia comprimida en estado 
            gaseoso, si bien este estado es impropio para cualificar la física 
            de la franja dentro de la cual oscila el Núcleo, ocasionando con 
            su pendulación -cual ya he dicho en otra 
            parte- el achatamiento del Globo. Pero volvamos al punto principal:)
             
             134. En otras circunstancias el calentamiento del cuerpo 
            del Manto Superior, o masa de reacción termonuclear, origen del 
            Vulcanismo Geológico Global, hubiera debido alcanzar al Anillo Litosférico 
            Superior o externo, pero el hecho de estar el Anillo Litosférico 
            bajo la Capa de Hielos, cuya Creación hemos visto al principio, 
            mantuvo la estructura de la Corteza Litosférica en estado sólido, 
            si bien sujeta la Corteza Secundaria a la física de la elevación 
            de la temperatura dentro de una olla a presión. Es de comprender 
            que la temperatura, en el interior de aquella olla a presión en 
            que Dios había convertido el cuerpo geofísico, no podría seguir 
            subiendo ilimitadamente.
             
             135. Nuestros geólogos determinaron la física de la Tierra 
            partiendo de un Núcleo frío, inactivo mecánicamente, y sólo vivo 
            acorde a la reacción termodinámica dependiente de la presión gravitatoria, 
            en este caso actuando como presión sólida. Necesitaban un modelo 
            virtual desde el que explicarse la constancia del calor geofísico 
            determinante de la actividad volcánica litosférica. El hecho de 
            que la radiografía por onda les dibujase en la mesa una estructura 
            termodinámica de menor a mayor, o sea, desde afuera hacia adentro, 
            procedía a darle la razón al modelo infantil del calor geonuclear por presión de la masa que se habían prefijado 
            en la cabeza; modelo pueril que a su vez se iba a la cama con la 
            hipótesis de origen de la materia estelógica desde una concentración de polvo en el corazón de un campo gravitatorio 
            a la deriva por los mares estelares ... no corta el mar sin que 
            vuela ... bla bla bla ... El lector excuse mi 
            infinito cinismo.
             
             136. Y haciendo el amor, dieron luz a una Ecosfera por arte de magia regulada sobre unas Ecuaciones 
            Perfectas que, claro, contradiciendo el Origen desde el Azar, por 
            lógica tenía que resultarles sospechosa, y, en consecuencia, sin 
            ninguna posibilidad de prosperar. Y prefirieron seguir agarrándose 
            al modelo infantil a seguir buscando un Modelo Geofísico capaz de 
            explicar el Equilibrio Termodinámico de la Biosfera.
             
             137. Cómo, sin embargo, un planeta sin generador de energía 
            calorífica puede permanecer caliente durante millones de años, tal 
            que, cual lo demuestran los registros fósiles, se puede hablar de 
            un Ciclo Termodinámico Ecosférico, este 
            es un punto que, una vez elevado a la categoría de dogma el Modelo 
            Infantil de la Presión de Materia como Origen del Calor Geonuclear, 
            y porque no tenía ninguna hipótesis con la que sustituirla, prefirieron 
            la ignorancia del que prefiere lo malo que conoce a lo bueno por 
            conocer. Y de aquí el desafío que una Teoría donde el Núcleo de 
            todo planeta deviene un cuerpo estelógico, Transformador de la energía gravitatoria en calor, 
            por tanto, abre en este Nuevo Siglo.
             
             138. Decíamos, pues, que la liberación del calor geonuclear (a consecuencia de la entrada de la Tierra en el 
            Sistema Solar) que se estaba acumulando entre la Corteza y el Manto, 
            de no encontrar una salida, acabaría provocando una explosión astronómica, 
            lo que significaría la desintegración del cuerpo geofísico. Es decir, 
            y para centrar el tema: sin destruir la Litosfera Dios tenía que 
            proceder a romper aquella enorme barra de Hielo bajo cuya masa las 
            reacciones termonucleares que crecían en el cuerpo del Manto amenazaban 
            con reventar el Núcleo. La solución estaba en el tirón gravitatorio 
            que el campo magnético solar ejecutaría sobre el cuerpo geofísico 
            al cruzar la Tierra (en dirección a su órbita estacionaria) la franja 
            de interacción entre los respectivos campos eléctricos.
              
                   139. El origen de la cadena de reacciones termonucleares 
            que mantienen activo el Manto es un asunto a estudiar desde la perspectiva 
            de la Arquitectura Geofísica que estamos desarrollando. Por ejemplo, 
            cómo una serie en cadena de reacciones termonucleares puede extender 
            su frente de onda hasta la Litosfera y abrir vías de flotación por 
            las que el calor magmático es liberado. También este otro, la relación 
            entre el Núcleo y la forma de geoide irregular de la Corteza. Asunto 
            éste que nos conduce a ver la Pendulación del Núcleo dentro del Manto en cuanto origen del abultamiento de 
            la región ecuatorial. Y por consiguiente a introducir entre la zona 
            externa del Núcleo y la interna del Manto un anillo geofísico en 
            estado cromosférico, sobre cuya singularidad 
            no voy a entrar ahora.
             
             140. Vimos – recapitulando – que, lanzada la Tierra en 
            dirección al Sol, nuestro planeta cruzó la franja de interacción 
            entre los campos eléctricos respectivos, lo que provocó la reacción 
            eléctrica natural entre dos campos del mismo signo. (La misma ley 
            operativa que configura las órbitas estacionarias de las partículas 
            alrededor de un núcleo atómico en función de los campos eléctricos 
            es la ley que debemos aplicar a la estructura del Sistema Solar. 
            Aunque demasiado sencillo para ser verdad, en breve demostraremos 
            que la configuración planetaria obedece a las leyes de la electrodinámica. 
            La órbita de la Tierra es una consecuencia natural).
             
             141. Y es curioso que habiendo notado la similitud entre 
            la estructura de un átomo y el Sistema Solar y la semejanza entre 
            las fuerzas intraatómicas y las fuerzas electromagnéticas sistemológicas, 
            por obvia, y porque se negaban creer que la Naturaleza y la Creación 
            obedezcan a principios tan lógicos, los científicos del Siglo XX 
            se negaron a creer lo que tenían delante de los ojos y, teniendo 
            la respuesta delante de sus narices la rechazaron por indigna de 
            su genio, prefiriendo adentrarse en una Teoría de Unificación de 
            los campos electromagnéticos y Gravitatorios, que, sin embargo, 
            tiene su milagro diario en la estructura de la materia atómica. 
            Pues si el origen del calor geonuclear procede de la presión material ¿cómo es posible que esta misma presión 
            no haya procedido a hundir toda la masa planetaria en el cuerpo 
            del Sol en los millones de siglos que lleva el Sistema en activo?
             
             142. Ellos responden con la energía centrífuga, pero 
            ignoran que un trabajo no se puede ejecutar hasta el infinito, la 
            constancia orbital lo contradice, de manera que debiendo buscar 
            una fuerza distinta, emprendieron la búsqueda de un campo unificado, 
            y en tanto que hablaban de fuerzas electromagnéticas lo hacían eliminando 
            la componente eléctrica del campo magnético. ¡Unos sabios en toda 
            la regla! Entonces: Dirigida la trayectoria terrestre hacia su órbita 
            estacionaria, por efecto de la repulsión eléctrica entre campos 
            del mismo signo, en términos de trabajo podemos comparar este efecto 
            al de una fuerza centrífuga acelerada. De hecho, sujeta a este efecto, 
            de no haber frenado el campo magnético las consecuencias: la Tierra, 
            arrastrada por la tempestad eléctrica, hubiera sido disparada contra 
            la órbita de Marte, por ejemplo. El tirón gravitatorio que el enganche 
            entre los campos magnéticos respectivos produjo, cuando la Tierra 
            cruzó la franja eléctrica que le correspondía en el Sistema, fue 
            el freno que la estacionó en su órbita. Este tirón repercutió en 
            la Baja Litosfera arrancando del Manto Superior los pies de las 
            grandes cordilleras. Con esta acción de levantamiento de las raíces 
            de las grandes cordilleras: La acción del martillo contra la barra 
            de hielos bajo cuyo Anillo se encontraba la Litosfera, ya estaba 
            hecha. Reproducir esta acción sismológica global sería abrir una 
            puerta en el tiempo y atreverse a permanecer firmes sobre un terremoto 
            con epicentro en el Núcleo y cuyo radio de extensión universal hace 
            bailar bajo nuestros pies, plantados sobre el Anillo de Hielos, 
            el cuerpo entero de la Corteza terrestre. (Los sabios del Siglo 
            XX hallaron, ciertamente, pruebas de una Retirada de los Hielos, 
            lo que jamás se atrevieron a soñar es que el cuerpo de Hielos que 
            se retiró, una vez al principio, cubrió la esfericidad entera del 
            Planeta ¡Cómo se las arregló su Creador para partir aquella Barra 
            de Hielos es el punto que se ha tratado en esta sección, sobre el 
            que hay un mundo por decir, y tratando de cuya Mecánica, Origen 
            de la Orografía Ecosférica, tendremos 
            tiempo de emplearnos, a todos los niveles, en el transcurso de este 
            Siglo XXI). Resquebrajado de esta manera el Manto de Hielo que Dios 
            llamara “la Luz” el calor acumulado en el cuerpo geofísico interno 
            encontró la espita por la que liberarse: en forma de gases y lavas, 
            obteniendo Dios de este efecto la transformación del hielo en agua. 
            Esta es la secuencia en el origen del Agua y del Aire. Pero recordemos 
            cómo reaccionó el Manto de Hielo al acercamiento de la Tierra al 
            Sol.
             
             
             
  
                 
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