|  GENESIS   SEGUNDA PARTE HISTORIA DE ABRAHAM 
          
            
              | Capítulo 12 |  
              |  |  |  
              | 1 | Dijo Yavé a Abram:“Sal de tu tierra, de tu parentela, 
                
                de la casa de tu padre, para la tierra que yo te indicaré.  |  
              | 2 | Yo te haré un gran pueblo, te bendeciré y engrandeceré 
                
                tu nombre, que será bendición.  |  
              | 3  | Y bendeciré a los que te bendigan y maldeciré 
                
                a los que te maldigan. Y serán bendecidas en ti todas las familias 
                
                de la tierra.”  |  
              | 4  | Fuese Abraham conforme le había dicho Yavé; llevando 
                
                consigo a Lot. Al salir de Jarán era Abram de setenta y cinco 
                
                años.  |  
              | 5  | Tomó, pues, Abram a Sarai, su mujer, y a Lot, su sobrino, 
                
                y el personal de su familia y la hacienda y ganados que en Jarán 
                
                habían adquirido, y salieron en dirección de la tierra de Canán, 
                
                y llegaron a ella.  |  
              | 6  | Penetró en ella Abram hasta el lugar de Siquem, hasta 
                
                el encinar de Moreh. Entonces estaban los cananeos en la tierra.  |  
              | 7  | Y se le apareció Yavé a Abram y le dijo: “A tu descendencia 
                
                daré yo esta tierra”. Alzó allí un altar a Yavé, que se le había 
                
                aparecido, |  
              | 8 | y pasando de allí hacia el monte que está frente a 
                
                Betel, asentó su tienda, teniendo a Betel al occidente y a Haí 
                
                al oriente, y alzó allí un altar a Yavé, invocando su nombre 
                
                de Yavé.  |  
              |  |  |  
              |  | Bajada de Abram a Egipto  |  
              |  |  |  
              | 9 | Levantó Abram sus tiendas para ir al Negueb;  |  
              | 10  | pero hubo un hambre en aquella tierra, y bajó a Egipto 
                
                para peregrinar allí, por haber en aquella tierra gran escasez.  |  
          
            
              | 11  | Cuando estaba ya próximo a entrar en Egipto, dijo a 
                
                Sarai, su mujer: “Mira, que sé que eres mujer hermosa, |  
              | 12 | y, cuando te vean los egipcios, dirán: “Es su mujer,” 
                
                y me matarán a mí, y a ti te dejarán la vida; |  
              | 13 | di, pues, te ruego, que eres mi hermana, para que así 
                
                me traten bien por ti, y por amor de ti salve yo mi vida.”  |  
              | 14  | Cuando, pues, hubo entrado Abram en Egipto, vieron 
                
                los egipcios que su mujer era muy hermosa,  |  
              | 15 | y, viéndola los jefes del faraón, se la alabaron mucho, 
                
                y la mujer fue llamada al palacio del faraón. |  
              | 16  | A Abram le trataron muy bien por amor de ella, y tuvo 
                
                ovejas, ganados y asnas y camellos.  |  
              | 17 | Pero Yavé afligió con grandes plagas al faraón y a 
                
                su casa por Sarai, la mujer de Abram;  |  
              | 18  | y, llamando el faraón a Abram, le dijo: “¿Por qué me 
                
                has hecho esto? ¿Por qué no me diste a saber que era tu mujer? |  
              | 19 | ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, dando lugar a que 
                
                la tomase yo por mujer? Ahora, pues, ahí tienes a tu mujer; 
                
                tómala y vete.”  |  
              | 20 | Y dio el faraón órdenes acerca de él a sus hombres, 
                
                y le despidieron a él y a su mujer con todo cuanto era suyo.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 13 |  
              |  |  |  
              | 1 | Subió, pues, de Egipto Abram con su mujer, toda su 
                
                hacienda, y con Lot hacia el Negueb.  |  
              | 2 | Era Abram muy rico en ganados y en plata y oro, |  
              | 3 | y se volvió desde el Negueb hacia Betel,  |  
              | 
 | hasta 
                
                el lugar donde 
                  
                  estuvo antes acampado entre Betel y Haí, al lugar del altar 
                  
                  que allí alzara al principio, e invocó allí el nombre de Yavé.  |  
              |  |  |  
              |  | Separación 
                
                de Abraham y Lot |  
              |  |  |  
              | 5 | También Lot, que acompañaba a Abram, tenía rebaños, 
                
                ganados y tiendas, |  
              | 6 | y el país no les bastaba para  habitar juntos, 
                
                por ser mucha su hacienda, y no podían morar juntos. |  
              | 7 | Hubo contiendas entre los pastores del ganado de Abram 
                
                y los del ganado de Lot. Habitaban entonces aquella tierra cananeos 
                
                y fereceos. |  
              | 8 | Dijo, pues, Abram a Lot: “Que no haya contiendas entre 
                
                los dos, ni entre mis pastores y los tuyos, pues somos hermanos.  |  
              | 9 | ¿No tienes ante ti toda la región? Sepárate, pues, 
                
                de mí, te lo ruego; si tú a la izquierda, yo a la derecha; si 
                
                tú a la derecha, yo a la izquierda.” |  
              | 10 | Alzando Lot sus ojos, vio toda la hoya del Jordán, 
                
                enteramente regada -antes de que destruyera Yavé a Sodoma y 
                
                a Gomorra-, que era como el paraíso de Yavé, compo Egipto según 
                
                se va a Segor. |  
              | 11 | Eligió, pues, Lot la hoya del Jordán, y se dirigió 
                
                a oriente, separándose el uno del otro. |  
              | 12 | Abram siguió en la tierra de Canán, y Lot moró en 
                
                las ciudades de la hoya del Jordán, asentando su tienda hasta 
                
                Sodoma. |  
              | 13 | Eran los habitantes de Sodoma malos y pecadores ante 
                
                Yavé en muy alto grado.  |  
              | 14 | Dijo Yavé a Abram después que Lot se hubo separado 
                
                de él: “Alza tus ojos, y desde el lugar donde estás mira al 
                
                norte y al mediodía, al oriente y al occidente. |  
              | 15 | Toda esa tierra que ves te la daré yo a ti y a tu 
                
                descendencia para siempre.  |  
              | 16 | Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; 
                
                si hay quien pueda contar el polvo de la tierra, ése será quien 
                
                pueda contar tu descendencia. |  
              | 17 | levántate y camina por la tierra, a lo largo y a lo 
                
                ancho, pues a ti te la he de dar”.  |  
              | 18 | Levantó, pues, Abram sus tiendas y se fue a habitar 
                
                al encinar de Mambré, cerca de Hebrón, y alzó allí un altar 
                
                a Yavé.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 14 |  
              |  | Liberación de Lot |  
              |  |  |  
              | 1 | Sucedió que en tiempo de Amrafel, rey de Senaar; Arioc, 
                
                rey de Elasar; Codorlaomor, rey de Elam, y Tadal, rey de Goyim, |  
              | 2  | hicieron guerra a Bera, rey de Sodoma; a Birsa, rey 
                
                de Gomorra; a Senab, rey de Adama; a Semebar, rey de Seboyim, 
                
                y al rey de Bela, que es Segor. |  
              | 3 | Estos se concentraron en el valle de Sidim, que es 
                
                el mar de la Sal. |  
              | 4 | Por doce años habían estado sometidos a Codorlaomor, 
                
                pero el año trece se rebelaron. |  
              | 5 | El catorce vino Codorlaomor y los reyes con él coligados, 
                
                y derrotaron a los Refaim en Astarot Carnaim, a los Zuzim en 
                
                Ham, a los Enim en el llano de Quiriataim, |  
              | 6 | y a los jorreos en los montes de Seir hasta El Farán, 
                
                que está junto al desierto; |  
              | 7 | y, volviéndose, vinieron a la fuente de Mispat (Juicio), 
                
                que es Cades, y talaron todos los campos de los amalecitas y 
                
                los de los amorreos que habitaban en Jasasón Tamar. |  
              | 8  | Saliéronles al encuentro el rey de Sodoma, el de Gomorra, 
                
                el de Adama, el de Seboyim y el de Bela, que es Segor, y presentaron 
                
                batalla en el valle de Sidim |  
              | 9 | contra Codorlaomor, rey de Elam; Tadal, rey de Goyim; 
                
                Amrafel, rey de Senaar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes 
                
                contra cinco. |  
              | 10 | Había en el valle de Sidim muchos pozos de betún. Los 
                
                reyes de Sodoma y de Gomorra se dieron a la fuga, y cayeron 
                
                allí muchos, y los que se salvaron huyeron al monte. |  
              | 11 | Saquearon todas las haciendas de Sodoma y de Gomorra 
                
                y todas sus provisiones y se retiraron. |  
              | 12 | Capturaron a Lot  sobrino de Abram, con su hacienda, 
                
                y se fueron; él habitaba en Sodoma,  |  
              | 13 | y fue uno de los fugitivos a decírselo a Abram, el 
                
                hebreo, que habitaba en el encinar de Mambré, amorreo, hermano 
                
                de Escol y de Aner, que habían hecho alianza con Abram; |  
              | 14 | y como supo Abram que había sido hecho cautivo su 
                
                hermano, reunió los capaces de llevar armas de entre sus domésticos, 
                
                trescientos dieciocho, y persiguió a los aprehensores hasta 
                
                Dan, |  
              | 15  | y, dividiendo su tropa, cayó sobre ellos por la noche, 
                
                él y sus siervos, y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Joba, 
                
                que está al norte de Damasco,  |  
              | 16 | y recobró todo el botín y a Lot, su hermano, con toda 
                
                su hacienda, y mujeres y pueblo. |  
              | 17 | Después que volvió de derrotar a Codorlaomor y a los 
                
                reyes que con él estaban, salióle al encuentro el rey de Sodoma 
                
                en el valle de Save, que es el valle del rey;  |  
              | 18  | y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como 
                
                era sacerdote del Altísimo, |  
              | 19 | bendijo a Abram, diciendo: “Bendito Abram del Dios 
                
                Altísimo, el dueño de cielos y tierra.  |  
              | 20 | Y bendito el Dios Altísimo, que ha puesto a tus enemigos 
                
                en tus manos.” Y le dio Abram el diezmo de todo.  |  
              | 21  | Dijo el rey de Sodoma a Abram: “Dame las personas; 
                
                la hacienda tómala para ti;” |  
              | 22 | pero Abram dijo al rey de Sodoma: “Alzo mi mano a 
                
                Yavé, al Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra, |  
              | 23 | que desde un hilo hasta una correa de zapato no tomare 
                
                yo nada de cuanto es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a 
                
                Abram,  |  
              | 24 | salvo lo que han comido los mozos y la parte de los 
                
                que me han acompañado, Aner, Escol y Mambré. Estos tomarán sus 
                
                partes.” |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 15 |  
              |  | Alianza de Yavé con Abraham |  
              |  |  |  
              | 1 | Después de estos sucesos habló Yavé a Abram en visión, 
                
                diciéndole: “No temas, Abram; yo soy tu escudo; tu recompensa 
                
                será muy grande.” |  
              | 2  | Contestóle Abram: “Señor, Yavé, ¿qué vas a darme? 
                
                Yo me iré sin hijos, y será heredero de mi casa ese damasceno 
                
                Eliezer.  |  
              | 3 | No me has dado descendencia, y será mi criado quien 
                
                me herede.” |  
              | 4 | Pero en seguida le respondió Yavé: “No te heredará 
                
                ése; al contrario, uno salido de tus entrañas, ése te heredará.” |  
              | 5  | Y, sacándole fuera le dijo: “Mira al cielo, y cuenta, 
                
                si puedes, las estrellas; así de numerosa será tu descendencia.” |  
              | 6 | Y creyó Abram a Yavé, y le fue reputado por justicia.  |  
              | 7  | Díjole después Yavé: “Yo soy Yavé, que te saqué de 
                
                Ur Casdim para darte esta tierra en posesión”.  |  
              | 8  | Preguntóle Abram: “Señor, Yavé, ¿en qué conoceré que 
                
                he de poseerla?”. |  
              | 9 | Y le dijo Yavé: “Elígeme una vaca de tres años, una 
                
                cabra de tres años también, y un carnero igualmente de tres 
                
                años, y una tórtola y un palomino.”  |  
              | 10 | Tomó Abram todo esto, y partió los animales por la 
                
                mitad, pero no las aves, y puso de cada uno una parte frente 
                
                a la otra. |  
              | 11 | Bajaban las aves sobre las carnes muertas, y Abram 
                
                las espantaba. |  
              | 12 | Cuando estaba ya el sol para ponerse, cayó un sopor 
                
                sobre Abram, y fue presa de gran terror, y le envolvió densa 
                
                tiniebla. |  
              | 13 | Y dijo a Abram: “Has de saber que tu descendencia 
                
                será extranjera en una tierra no suya, y estará en servidumbre, 
                
                y la oprimirán por cuatrocientos años;  |  
              | 14 | pero yo juzgaré al pueblo que los esclavizará, y saldrán 
                
                de allí después con mucha hacienda; |  
              | 15 | pero tú irás a reunirte en paz con tus padres, y serás 
                
                sepultado en buena ancianidad. |  
              | 16  | A la cuarta generación volverán acá, pues todavía 
                
                no se han consumado las iniquidades de los amorreos.” |  
              | 17 | Puesto ya el sol, y en densísimas tinieblas, apareció 
                
                una hornilla humeando y un fuego llameante, que pasó por entre 
                
                la mitad de las víctimas. |  
              | 18 | En aquel día Yavé hizo pacto con Abram, diciéndole: 
                
                “A tu descendencia he dado esta tierra desde el río de Egipto 
                
                hasta el gran río, el Eufrates;  |  
              | 19  | al quineo, al quineceo, al cadmoneo, |  
              | 20 | al jeveo, al fereceo, a los refaim, |  
              | 21 | al amorreo, al cananeo, al guergueseo y al jebuseo.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 16 |  
              |  | Nacimiento 
                
                de Ismael |  
              |  |  |  
              | 1 | Sarai, la mujer de Abram, no tenía hijos. Pero tenia 
                
                una esclava egipcia, de nombre Agar, |  
              | 2 | y dijo a Abram: “Mira, Yavé me ha hecho estéril; entra, 
                
                pues, a mi esclava, a ver si por ella puedo tener hijos”. Escuchó 
                
                Abram a Sarai, |  
              | 3  | Tomó, pues, Sarai, la mujer de Abram, a Agar, su esclava 
                
                egipcia, al cabo de diez años de habitar Abram en la tierra 
                
                de Canán, y se la dio por mujer a su marido, Abram. |  
              | 4  | Entró éste a Agar, que concibió, y, viendo que había 
                
                concebido, miraba con desprecio a su señora. |  
              | 5  | Dijo, pues, Sarai a Abram: “Mi afrenta sobre ti cae; 
                
                yo puse mi esclava en tu seno, y ella, viendo que ha concebido, 
                
                me desprecia. Juzgue Yavé entre ti y mí.” |  
              | 6  | Y Abram dijo a Sarai: “Mira, en tus manos está tu 
                
                esclava, haz con ella como bien te parezca.” Corrigióla Sarai, 
                
                y ella huyó de su presencia; |  
              | 7  | la encontró el ángel de Yavé junto a la fuente que 
                
                hay en el desierto, camino de Sur, |  
              | 8  | y le dijo: “Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes 
                
                y adónde vas?”; y le respondió ella: “Voy huyendo de Sarai, 
                
                mi señora.” |  
              | 9 | “Vuelve a tu señora -le dijo el ángel de Yavé- y humíllate 
                
                bajo su mano”; |  
              | 10  | y 
                
                añadió: “Yo multiplicaré tu descendencia, que por lo numerosa 
                
                no podrá contarse. |  
          
            
              | 11  | Mira, 
                
                has concebido y parirás un hijo, y 
                  
                  le llamarás Ismael, porque ha escuchado Yavé tu aflicción.  |  
              | 12 | Será 
                
                un onagro de hombre; su mano contra todos, y las manos de todos 
                
                contra él. Y habitará frente a todos sus hermanos.”  |  
              | 13 | Dio Agar a Yavé, que le había hablado, el nombre de 
                
                Atta-El-Roi, pues se dijo: “¿No he visto también aquí al que 
                
                me ve?”  |  
              | 14  | Por eso llamó al pozo Ber-Lajai-Roi. Es el que está 
                
                entre Cades y Barad.  |  
              | 15 | Parió Agar a Abram un hijo, y le dio Abram el nombre 
                
                de Ismael. |  
              | 16  | Tenía 
                
                Abram ochenta y seis años cuando Agar le parió a Ismael.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 17 |  
              |  | Renovación de la alianza. La Circuncisión.  |  
              |  |  |  
              | 1 | Siendo Abram de noventa y nueve años, se le apareció 
                
                Yavé y le dijo: “Yo soy El -Saddai; anda en mi presencia y sé 
                
                perfecto. |  
              | 2 | Yo haré contigo mi alianza y te multiplicaré muy grandemente.”  |  
              | 3 | Cayó Abram rostro a tierra, y siguió diciéndole Dios: |  
              | 4 | “He aquí mi pacto contigo: serás padre de una muchedumbre 
                
                de pueblos,  |  
              | 5 | y ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque yo 
                
                te haré padre de una muchedumbre de pueblos.  |  
              | 6 | Te acrecentaré muy mucho, y te daré pueblos, y saldrán 
                
                de ti reyes;  |  
              | 7 | yo establezco contigo, y con tu descendencia después 
                
                de ti por sus generaciones, mi pacto eterno de ser tu Dios y 
                
                el de tu descendencia después de ti, |  
              | 8 | y de darte a ti, y a tu descendencia después de ti, 
                
                el país donde moras, la tierra de Canán, en eterna posesión, 
                
                y sere tu Dios. |  
              | 9 | Tú, de tu parte, guarda mi pacto, tú y tu descendencia 
                
                después de ti, por sus generaciones.  |  
              | 10 | Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros 
                
                y entre la descendencia después de ti:  |  
              | 11 | circuncidad todo varón, circuncidad la carne de vuestro 
                
                prepucio, y ésta será la señal de mi pacto entre mí y vosotros. |  
              | 12 | A los ocho días de nacido, todo varón será circuncidado 
                
                en vuestra descendencia, ya sea el nacido en casa o comprado 
                
                por plata a algún extranjero, que no es de tu estirpe. |  
              | 13 | Todos, tanto los criados en casa como los comprados, 
                
                se circuncidarán, y llevaréis en vuestra carne la señal de mi 
                
                pacto por siempre; |  
              | 14 | y el incircunciso que no circuncidare la carne de 
                
                su prepucio será borrado de su pueblo; rompió mi pacto.”  |  
              | 15 | Dijo también Yavé a Abraham: “Sarai, tu mujer, no 
                
                se llamará ya Sarai, sino Sara, |  
              | 16 | pues la bendeciré, y te daré de ella un hijo, a quien 
                
                bendeciré, y engendrará pueblos, y saldrán de él reyes de pueblos.”  |  
              | 17 | Cayó Abraham sobre su rostro, y se reía, diciéndose 
                
                en su corazón: “¿Conque a un centenario le va a nacer un hijo, 
                
                y Sara, ya nonagenaria, va a parir?” |  
              | 18 | Y dijo Abraham a Dios: “¡Ojalá que viva en tu presencia 
                
                Ismael!”.  |  
              | 19 |  Pero le respondió Dios: “De cierto que Sara, tu mujer, 
                
                te parirá un hijo, a quien llamarás Isaac, con quien estableceré 
                
                yo mi pacto sempiterno y con su descendencia después de él. |  
              | 20 |  También te he escuchado en cuanto a Ismael. Yo le 
                
                bendeciré y le acrecentaré y multiplicaré muy grandemente. Doce 
                
                jefes engendrará, y le haré un gran pueblo;  |  
              | 21 |  pero mi pacto lo estableceré con Isaac, el que te 
                
                parirá Sara el año que viene por este tiempo.” |  
              | 22  | Y, como acabó de hablarle, desapareció Dios.  |  
              | 23 |  Tomó, pues, Abraham a Ismael, su hijo, y a todos 
                
                los siervos, los nacidos en casa y los comprados, todos los 
                
                varones de su casa, y circuncidó la carne de su prepucio aquel 
                
                mismo día, como se lo había mandado Yavé. |  
              | 24 |  Era Abraham de noventa y nueve años cuando circuncidó 
                
                la carne de su prepucio, |  
              | 25 |  e Ismael de trece años cuando fue circuncidado. |  
              | 26 |  En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael, 
                
                su hijo, |  
              | 27 | y todos los varones de su casa, los nacidos en ella 
                
                y los extraños comprados, se circuncidaron con él.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 18 |  
              |  | La aparición en el encinar de Mambré  |  
              |  |  |  
              | 1 |  Aparecióse Yavé un día en el encinar de Mambré. Estaba 
                
                sentado a la puerta de la tienda, a la hora del calor,  |  
              | 2 |  y alzando los ojos, vio parados cerca de él a tres 
                
                varones. En cuanto los vio, salióles al encuentro desde la puerta 
                
                de la tienda y se postró en tierra, |  
              | 3  | diciéndoles: “Señor mío, si he hallado gracia a tus 
                
                ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo; |  
              | 4 |  haré traer un poco de agua para lavar vuestros pies, 
                
                y descansaréis debajo del árbol, |  
              | 5 | y os traeré un bocado de pan y os confortaréis; después 
                
                seguiréis, pues no en vano habéis llegado junto a vuestro siervo.” 
                
                Ellos contestaron: “Haz como has dicho.” |  
              | 6 |  Y se apresuró Abraham a llegarse a la tienda, donde 
                
                estaba Sara, y le dijo: “Date prisa: amasa tres “seas” de flor 
                
                de harina, y cuece en el rescoldo unos panes”.  |  
              | 7 |  Corrió al ganado, y tomó un ternero muy tierno y 
                
                muy gordo, y se lo dio a un mozo, que se apresuró a prepararlo;  |  
              | 8 |  y, tomando leche cuajada y leche recién ordeñada 
                
                y el ternero ya dispuesto, se lo puso todo delante, y él se 
                
                quedó junto a ellos debajo del árbol mientras comían.  |  
              | 9 |  Dijéronle: “¿Dónde está Sara, tu mujer?” “En la tienda 
                
                está,” contestó él. |  
              | 10 |  Y dijo uno de ellos: “A otro año por este tiempo 
                
                volveré sin falta, y ya tendrá un hijo Sara, tu mujer.” Sara 
                
                oía desde la puerta de la tienda, que estaba a espaldas del 
                
                que hablaba. |  
              | 11 | Eran ya Abraham y Sara ancianos, muy entrados en años; 
                
                había cesado ya a Sara la menstruación.  |  
              | 12 | Rióse, pues, Sara dentro, diciendo: “¿Cuando estoy 
                
                ya consumida, voy a remocear, siendo ya también viejo mi señor?” |  
              | 13 | Y dijo Yavé a Abraham: “¿Por qué se ha reído Sara, 
                
                diciéndose: De veras voy a parir, siendo tan vieja? |  
              | 14 | ¿Hay algo imposible para Yavé? A otro año por este 
                
                tiempo volveré, y Sara tendrá ya un hijo.”  |  
              | 15 |  Temerosa Sara, negó haberse reído, diciendo: “No 
                
                me he reído”; pero El le dijo: “Sí, te has reído.”  |  
              | 16 |  Levantáronse los tres varones y se dirigieron hacia 
                
                Sodoma, y Abraham iba con ellos para despedirlos.  |  
              | 17  | Yavé dijo: “¿Voy a encubrir yo a Abraham lo que voy 
                
                a hacer,  |  
              | 18 |  habiendo él de ser, como será, un pueblo grande y 
                
                fuerte, y habiendo de bendecirle todos los pueblos de la tierra?  |  
              | 19 | Pues bien sé que mandará a sus hijos y a su casa después 
                
                de él que guarden los caminos de Yavé, y hagan justicia y juicio, 
                
                para que cumpla Yavé a Abraham cuanto le ha dicho.” |  
              | 20 |  Y prosiguió Yavé: “El clamor de Sodoma y Gomorra 
                
                ha crecido mucho, y su pecado se ha agravado en extremo;  |  
              | 21 |  voy a bajar a ver si sus obras han llegado a ser 
                
                como el clamor que ha venido hasta mí, y si no, lo sabré.”  |  
              | 22 |  Y partiéndose de allí dos de los varones, se encaminaron 
                
                a Sodoma. Abraham siguió en pie delante de  Yavé.  |  
              |  |  |  
              |  | Intercesión por Sodoma |  
              |  |  |  
              | 23 |  Acercósele, pues, y le dijo: “¿Pero vas a exterminar 
                
                juntamente al justo con el malvado? |  
              | 24 |  Si hubiera cincuenta justos en la ciudad, ¿los exterminarías 
                
                acaso, y no perdonarías al lugar por los cincuenta justos? |  
              | 25 |  Lejos de ti obrar así, matar al justo con el malvado, 
                
                y que sea el justo como el malvado; lejos eso de ti; el juez 
                
                de la tierra toda, ¿no va a hacer justicia?” |  
              | 26 |  Y le dijo Yavé: “Si hallare en Sodoma cincuenta justos, 
                
                perdonaría por ellos a todo el lugar.”  |  
              | 27 | Prosiguió Abraham y dijo: “Mira, te ruego, ya que 
                
                he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza:  |  
              | 28 |  Si de los cincuenta justos faltaren cinco, ¿destruirías 
                
                por los cinco a toda la ciudad?” Y le contestó: “No la destruiría 
                
                si hallase allí cuarenta y cinco justos.”  |  
              | 29 |  Insistió Abraham todavía y dijo: “¿Y si se hallasen 
                
                allí cuarenta?” Contestóle: “También por los cuarenta lo haría.” |  
              | 30 |  Volvió a insistir Abraham: “No te incomodes, Señor, 
                
                si hablo todavía: ¿Y si se hallasen allí treinta justos?” Repuso: 
                
                “Tampoco lo haría si se hallasen treinta.”  |  
              | 31 | Volvió a insistir: “Señor, ya que comencé; ¿y si se 
                
                hallasen allí veinte justos?” Y contestó: “No la destruiría 
                
                por los veinte.”  |  
              | 32 |  Y dijo Abraham: “No se incomode mi Señor si hablo 
                
                aún otra vez: ¿Y si se hallasen allí diez?” Y le contestó: “Por 
                
                los diez no la destruiría.”  |  
              | 33 |  Fuese Yavé después de haber hablado así a Abraham, 
                
                y éste se volvió a su lugar.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 19 |  
              |  | Corrupción de Sodoma |  
              |  |  |  
              | 1 |  Llegaron a Sodoma los dos ángeles ya de tarde, y 
                
                Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó 
                
                Lot y les salió al encuentro, e inclinó su rostro a tierra,  |  
              | 2 |  diciendo: “Mirad, señores; os ruego que vengáis a 
                
                la casa de vuestro siervo, para pernoctar en ella y lavaros 
                
                los pies. Cuando os levantéis por la mañana, seguiréis vuestro 
                
                camino.” Y le contestaron: “No; pasaremos la noche en la plaza.”  |  
              | 3 |  Instóles mucho, y se fueron con él a su casa, donde 
                
                les preparó de comer, y coció panes ácimos y comieron. |  
              | 4 |  Antes que fueran a acostarse, los hombres de la ciudad, los 
                
                habitantes de Sodoma, rodearon la casa, mozos y viejos, todos 
                
                sin excepción. |  
              | 5 | Llamaron a Lot y le dijeron: “¿Dónde están los hombres 
                
                que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que los 
                
                conozcamos.”  |  
              | 6 |  Salió Lot a la puerta, y, cerrándola tras sí, |  
              | 7 | les dijo: “Por favor, hermanos míos, no hagáis semejante 
                
                maldad.  |  
              | 8 | Mirad, dos hijas tengo que no han conocido varón; 
                
                os las sacaré para que hagáis con ellas como bien os parezca; 
                
                pero a esos hombres no les hagáis nada, pues para eso se han 
                
                acogido a la sombra de mi techo.”  |  
              | 9 |  Ellos le respondieron: “¡Quítate allá! Quien ha venido 
                
                como extranjero, ¿va a querer gobernarnos ahora? Te trataremos 
                
                a ti peor todavía que a ellos.” Forcejeaban con Lot violentamente, 
                
                y estaban ya para romper la puerta, cuando, |  
              | 10 |  sacando los hombres su mano, metieron a Lot dentro 
                
                de la casa y cerraron la puerta.  |  
              | 11 |  los que estaban fuera los hirieron de ceguera desde 
                
                el menor hasta el mayor, y no pudieron ya dar con la puerta.”  |  
              | 12 | Dijeron los dos hombres a Lot: “¿Tienes aquí alguno, 
                
                yerno, hijo o hija? Todo cuanto tengas en esta ciudad, sácalo 
                
                de aquí, |  
              | 13 | porque vamos a destruir este lugar, pues es grande 
                
                su clamor en la presencia de Yavé, y éste nos ha mandado para 
                
                destruirla.” |  
              | 14 | Salió, pues, Lot para hablar a sus yernos, los que 
                
                habían de tomar por mujeres a sus hijas, y les dijo: “Levantaos 
                
                y salid de este lugar, porque va a destruir Yavé la ciudad”; 
                
                y les pareció a sus yernos que se burlaba.  |  
              |  |  |  
              |  | Destrucción de Sodoma y Gomorra  |  
              |  |  |  
              | 15 | En cuanto salió la aurora, dieron prisa los ángeles 
                
                a Lot, diciéndole: “Levántate, toma a tu mujer y a las dos hijas 
                
                que tienes, no sea que perezcas tú también por las iniquidades 
                
                de la ciudad.” |  
              | 16 | Y como se retardase, tomáronlo de la mano los hombres 
                
                a él, a su mujer y a sus dos hijas, pues quería Yavé salvarle, 
                
                y, sacándolos, los pusieron fuera de la ciudad. |  
              | 17 | Una vez fuera, le dijeron: “Sálvate; no mires atrás 
                
                y no te detengas en parte alguna del valle; huye al monte, si 
                
                no quieres perecer.” |  
              | 18 | Díjoles Lot: “No, por favor, señor mío; |  
              | 19 | vuestro siervo ha hallado gracia a vuestros ojos, 
                
                pues me habéis hecho el gran beneficio de salvarme la vida, 
                
                pero yo no podré salvarme en el monte sin riesgo de que me alcance 
                
                la destrucción y perezca.  |  
              | 20 | Mirad, ahí cerca está esa ciudad en que podré refugiarme; 
                
                es bien pequeña; permitid que me salve en ella: ¿no es bien 
                
                pequeña?; así viviría.” |  
              | 21 | Y le dijeron: “Mira, te concedo también la gracia 
                
                de no destruir esa ciudad de que hablas. |  
              | 22 | Pero apresúrate a refugiarte en ella, pues no puedo 
                
                hacer nada mientras en ella no hayas entrado tú.” Por eso se 
                
                dio a aquella ciudad el nombre de Segor.  |  
              | 23 | Salía el sol sobre la tierra cuando entraba Lot en 
                
                Segor,  |  
              | 24 | e hizo Yavé llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y 
                
                fuego de Yavé, desde el cielo. |  
              | 25 | Destruyó estas ciudades y toda la hoya, y cuantos 
                
                hombres había en ellas, y hasta las plantas de la tierra. |  
              | 26 | La mujer de Lot miró atrás, y se convirtió en un bloque 
                
                de sal. |  
              | 27 | Levantóse Abraham de mañana y fue al lugar donde había 
                
                estado con Yavé,  |  
              | 28 |  y, mirando hacia Sodoma y Gomorra y toda la 
                
                hoya, vio que salía de la tierra una humareda, como humareda 
                
                de horno.  |  
              | 29 | Cuando 
                
                destruyó Yavé las ciudades de la hoya, se acordó de Abraham 
                
                y salvó a Lot de la destrucción al aniquilar las ciudades donde 
                
                habitaba Lot.  |  
              |  |  |  
              |  | La Descendencia de Lot  |  
              |  |  |  
              | 30 | Subió Lot desde Segor, y habitó en el monte con sus 
                
                dos hijas, porque temía habitar en Segor, y moró en una caverna 
                
                con sus dos hijas. |  
              | 31 | Y dijo la mayor a la menor: “Nuestro padre es ya viejo, 
                
                y no hay aquí hombres que entren a nosotras, como en todas partes 
                
                se acostumbra. |  
              | 32 | Vamos a embriagar a nuestro padre y acostarnos con 
                
                él, a ver si tenemos de él descendencia.” |  
              | 33 | Embriagaron, pues, a su padre aquella misma noche, 
                
                y se acostó con él la mayor, sin que él la sintiera, ni al acostarse 
                
                ella ni al levantarse.  |  
              | 34 | Al día siguiente dijo la mayor a la menor: “Ayer me 
                
                acosté yo con mi padre; embriaguémosle también esta noche, y 
                
                te acuestas tú con él para ver si tenemos descendencia de nuestro 
                
                padre.” |  
              | 35 | Embriagaron, pues, también aquella noche a su padre, 
                
                y se acostó con él la menor, sin que al acostarse ella ni al 
                
                levantarse, la sintiera.  |  
              | 36 | Y concibieron de su padre las dos hijas de Lot.  |  
              | 37 | Parió la mayor un hijo, a quien llamó Moab, que es 
                
                el padre de Moab hasta hoy.  |  
              | 38 | También la menor parió un hijo, a quien llamó “Ben 
                
                Ammi,” que es el padre de los Bene Ammón de hoy.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 20 |  
              |  | Abraham en Guerar. Abimelec  |  
              |  |  |  
              | 1 | Partióse de allí Abraham para la tierra del Negueb, 
                
                y habitó entre Cades y Sur, y moró en Guerar. |  
              | 2 | Abraham decía de Sara, su mujer: “Es mi hermana.” 
                
                Abimelec, rey de Guerar, mandó tomar a Sara;  |  
              | 3 | pero vino Dios a Abimelec en sueños durante la noche, 
                
                y le dijo: “Mira que vas a morir por la mujer que has tomado, 
                
                pues tiene marido.” |  
              | 4 | Abimelec, que no se había acercado a ella, respondió: 
                
                “Señor, ¿matarías así al inocente?  |  
              | 5 | ¿No me ha dicho él: Es mi hermana?, y ¿no me ha dicho 
                
                ella: Es mi hermano? Con corazón íntegro y pureza de manos hice 
                
                yo esto.”  |  
              | 6 | Y le dijo Dios en el sueño: “Bien sé yo que lo has 
                
                hecho con pureza de corazón; por eso te he impedido que pecaras 
                
                contra mí, y no he consentido que la tocaras. |  
              | 7 | Ahora, pues, devuelve la mujer al marido, pues él, 
                
                que es profeta, rogará por ti y vivirás; pero, si no se la devuelves, 
                
                sabe que ciertamente morirás tú con todos los tuyos.”  |  
              | 8 | Por la mañana llamó Abimelec a sus servidores y les 
                
                contó todo esto, y fueron presa de gran terror. |  
              | 9 | Llamó después a Abraham y le dijo: “¿Qué es lo que 
                
                nos has hecho? ¿En qué te he faltado yo para que trajeras sobre 
                
                mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que has hecho con nosotros 
                
                no debe hacerse.”  |  
              | 10 | Y dijo Abimelec a Abraham: “¿Qué es lo que has visto 
                
                para que eso hicieras?”  |  
              | 11 | Y le respondió Abraham: “Es que me dije: De seguro 
                
                que no hay temor de Dios en este lugar, y van a matarme por 
                
                causa de mi mujer. |  
              | 12 | Aunque es también en verdad mi hermana, hija de mi 
                
                padre, pero no de madre, y la tomé por mujer;  |  
              | 13 | y desde que me hizo Dios errar fuera de la casa de 
                
                mi padre, le dije: Has de hacerme la merced de decir en todos 
                
                los lugares adonde lleguemos que eres mi hermana.” |  
              | 14 | Tomó, pues, Abimelec ovejas y bueyes, siervos y siervas, 
                
                y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara, su mujer, |  
              | 15 | y le dijo: “Tienes la tierra a tu disposición; mora 
                
                donde bien te parezca.”  |  
              | 16 | Y a Sara le dijo: “Mira, a tu hermano le he dado mil 
                
                monedas de plata; sírvante de velo para los ojos a ti y a cuantos 
                
                contigo están, y todo estará en regla.” |  
              | 17 | Rogó Abraham por Abimelec, y curó Dios a Abimelec, 
                
                a su mujer y a sus siervos, y engendraron,  |  
              | 18 |  pues había Yavé cerrado enteramente todo útero en 
                
                la casa de Abimelec por lo de Sara, la mujer de Abraham.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 21 |  
              |  | Nacimiento de Isaac |  
              |  |  |  
              | 1 | Visitó, pues, Yavé a Sara, como le dijera, e hizo 
                
                con ella lo que le prometió;  |  
              | 2 | y 
                
                concibió Sara, y dio a Abraham un hijo en su ancianidad, al 
                
                tiempo que le había dicho Dios.  |  
              | 3 | Dio Abraham el nombre de Isaac a su hijo, el que le 
                
                nació de Sara.  |  
              | 4 | Circuncidó Abraham a Isaac, su hijo, a los ocho días, 
                
                como se lo había mandado Dios. |  
              | 5 | Era Abraham de cien años de edad cuando le nació Isaac, 
                
                su hijo. |  
              | 6 | Y 
                
                dijo Sara: “Me ha hecho reír Dios, y cuantos lo sepan reirán 
                
                conmigo.”  |  
              | 7 | Y 
                
                añadió: “¿Quién había de decir a Abraham: Amamantará hijos Sara? 
                
                Pues yo le he dado un hijo en su ancianidad.”  |  
              | 8 | Creció el niño, y le destetaron, y dio Abraham un 
                
                gran banquete el día del destete de Isaac.  |  
              | 9 | Y 
                
                vio Sara al hijo de Agar, la egipcia, el que había ella parido 
                
                a Abraham, burlándose;  |  
              | 10 | y 
                
                dijo a Abraham: “Echa a esa esclava y a su hijo, pues el hijo 
                
                de una esclava no ha de heredar con mi hijo, con Isaac.”  |  
              | 11 | Muy duro se le hacía esto a Abraham por causa de su 
                
                hijo; |  
              | 12 | pero le dijo Dios: “No te dé pena por el niño y la 
                
                esclava; haz lo que te dice Sara, que es por Isaac por quien 
                
                será llamada tu descendencia.  |  
              | 13 | También al hijo de la esclava le haré un pueblo, por 
                
                ser descendencia tuya.”  |  
              | 14 | Se levantó, pues, Abraham de mañana y, cogiendo pan 
                
                y un odre de agua, se lo dio a Agar, poniéndoselo a la espalda, 
                
                y con ello al niño, y la despidió. Ella 
                  
                  se fue y anduvo errante por el desierto de Berseba.   |  
              | 15 | Se acabó el agua del odre, y echó al niño bajo un 
                
                arbusto,  |  
              | 16 | y 
                
                fue a sentarse frente a él a la distancia de un tiro de arco, 
                
                diciéndose: “No quiero ver morir al niño”; y se sentó enfrente 
                
                del niño, que lloraba en voz alta. |  
              | 17 | Oyó Dios al niño, y el ángel de Dios llamó a Agar 
                
                desde los cielos, diciendo: “¿Qué tienes, Agar? No temas, que 
                
                ha escuchado Yavé la voz del niño que aquí está.  |  
              | 18 | Levántate, toma al niño y ctómale de la mano, pues 
                
                he de hacerle un gran pueblo.” |  
              | 19 | Y 
                
                abrió Dios los ojos a Agar, haciéndola ver un pozo, adonde fue 
                
                y llenó el odre de agua, dando de beber al niño. |  
              | 20 | Fue Dios con el niño, que creció y habitó en el desierto, 
                
                y de mayor fue arquero. |  
              | 21 | Habitó en el desierto de Farán, y su madre tomó para 
                
                él mujer de la tierra de Egipto.  |  
              |  |  |  
              |  | Alianza de Abraham con 
                
                Abimelec |  
              |  |  |  
              | 22 | Sucedió por entonces que Abimelec con Picol, jefe 
                
                de su ejército, dijo a Abraham: “Dios está contigo en todo cuanto 
                
                haces.  |  
              | 23 | Júrame, pues, ahora por Dios que no has de engañarme 
                
                a mí ni a mis descendientes, y que, como te favorecí yo a ti, 
                
                así harás tú conmigo y con la tierra por donde andas.”  |  
              | 24 | Y 
                
                dijo Abraham: “Te lo juro.”  |  
              | 25 | Pero reconvino Abraham a Abimelec por causa de un 
                
                pozo de aguas de que se habían apoderado los siervos de Abimelec, |  
              | 26 | y 
                
                contestó Abimelec: “No sé quién haya hecho eso; tú tampoco me 
                
                habías dicho nada de ello, y nada he sabido hasta ahora.” |  
              | 27 | Tomó, pues, Abraham ovejas y bueyes y se las dio a 
                
                Abimelec, e hicieron entre ambos alianza.  |  
              | 28 | Apartó Abraham siete corderas del rebaño, |  
              | 29 | y 
                
                le preguntó Abimelec: “¿Para qué son esas siete corderas que 
                
                has apartado?” |  
              | 30 | Abraham le contestó: “Para que las recibas de mi mano 
                
                y me sirvan de prueba de que he abierto este pozo.” |  
              | 31 | Por eso se llamó aquel lugar Berseba, |  
              | 32 | porque allí juraron ambos, e hicieron alianza en Berseba. 
                
                Y se levantó Abimelec y Picol, jefe de su ejército, y se volvieron 
                
                al país de los filisteos. |  
              | 33 | Abraham plantó en Berseba un tamarisco e invocó allí 
                
                el nombre de Yavé, el Dios eterno,  |  
              | 34 | y 
                
                moró mucho tiempo Abraham por tierra de los filisteos. |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 22 |  
              |  | El Sacrificio de Isaac |  
              |  |  |  
              | 1 | Después de todo esto, quiso probar Dios a Abraham, 
                
                y, llamándole, dijo: “¡Abraham!” Y éste contestó: “Heme aquí.”  |  
              | 2 | Y le dijo Dios: “Anda, toma a tu hijo, a tu unigénito, 
                
                a quien tanto amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah y ofrécemelo 
                
                allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te indicaré.” |  
              | 3 | Se levantó, pues, Abraham de mañana, aparejó su asno 
                
                y, tomando consigo dos mozos y a Isaac, su hijo, partió la leña 
                
                para el holocausto y se puso en camino para el lugar que le 
                
                había dicho Dios.  |  
              | 4 | Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio de lejos 
                
                el lugar. |  
              | 5 | Dijo a sus dos mozos:” Quedaos aquí con el asno; yo 
                
                y el niño iremos hasta allí, y, después de haber adorado, volveremos 
                
                a vosotros.”  |  
              | 6 | Y tomando Abraham la leña para el holocausto, se la 
                
                cargó a Isaac, su hijo; tomó él en su mano el fuego y el cuchillo, 
                
                y siguieron ambos juntos. |  
              | 7 | Dijo Isaac a Abraham, su padre: “Padre mío” “¿Qué 
                
                quieres, hijo mío?,” le contestó. Y él dijo: “Aquí llevamos 
                
                el fuego y la leña; pero la res para el holocausto, ¿dónde está?” |  
              | 8 | Y Abraham le contestó: “Dios se proveerá de res para 
                
                el holocausto, hijo mío”; y siguieron juntos los dos. |  
              | 9 | Llegados al lugar que le dijo Dios, alzó allí Abraham 
                
                el altar y dispuso sobre él la leña, ató a su hijo y le puso 
                
                sobre el altar, encima de la leña. |  
              | 10 | Tomó el cuchillo y tendió luego su brazo para degollar 
                
                a su hijo. |  
              | 11 | Pero le gritó desde los cielos el ángel de Yavé, diciéndole: 
                
                “¡Abraham, Abraham!” Y éste contestó: “Heme aquí.” |  
              | 12 | “No extiendas tu brazo sobre el niño — le dijo — y 
                
                no le hagas nada, porque ahora he visto que en verdad temes 
                
                a Dios, pues por mí no has perdonado a tu hijo, a tu unigénito.”  |  
              | 13 | Alzó Abraham los ojos, y vio tras sí un carnero enredado 
                
                por los cuernos en la espesura, y cogió el carnero y lo ofreció 
                
                en holocausto en vez de su hijo. |  
              | 14 | Llamó Abraham a aquel lugar “Yavé ve”; por lo que 
                
                todavía se dice: “En el monte de Yavé se proveerá.”  |  
              | 15 | Llamó el ángel de Yavé a Abraham por segunda vez desde 
                
                los cielos, |  
              | 16 | y le dijo: “Por mí mismo juro, palabra de Yavé, que 
                
                por haber tú hecho cosa tal, de no perdonar a tu hijo, a tu 
                
                unigénito, |  
              | 17 | te bendeciré largamente, y multiplicaré grandemente 
                
                tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas 
                
                de la orilla del mar, y se adueñará tu descendencia de las puertas 
                
                de sus enemigos, |  
              | 18 | y  y en tu posteridad serán benditas todas las 
                
                naciones de la tierra, por haberme tú obedecido.” |  
              | 19 | Volvióse Abraham a los mozos, y, levantándose, fueron 
                
                juntos a Berseba, y habitó Abraham en Berseba.  |  
              | 20 | Después de todo esto recibió Abraham noticia, diciéndole: 
                
                “También Melca ha dado hijos a Najor, tu hermano;  |  
              | 21 | Us es el primogénito, Buz su hermano, y Quemuel, padre 
                
                de Aram; |  
              | 22 | Quesed, Jazó, Peldas, Jidlaf y Batuel.”  |  
              | 23 | Batuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho 
                
                hijos que dio Melca a Najor, hermano de Abraham. |  
              | 24 | También su concubina, de nombre Raumo, le parió a 
                
                Tebai, Gajam, Tajas y Maaca.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 23 |  
              |  | Muerte de Sara |  
              |  |  |  
              | 1 | Vivió Sara ciento veintisiete años. |  
              | 2 |  Murió en Quiriat Arbe, que es Hebrón, en la tierra 
                
                de Canán.  Vino Abraham a llorar a Sara y hacer duelo por ella, |  
              | 3 | y cuando se levantó de junto a su muerta, habló así 
                
                a los hijos de Jet:  |  
              | 4 | “Soy entre vosotros extranjero y huésped. Dadme en 
                
                propiedad una sepultura donde pueda sepultar a mi difunta, apartándola 
                
                de mi vista.” |  
              | 5 | Los hijos de Jet contestaron a Abraham: |  
              | 6 | “Óyenos, señor, por favor: Tú eres entre nosotros 
                
                un príncipe de Dios; sepulta a la difunta en el mejor de nuestros 
                
                sepulcros; ninguno de nosotros te negará su sepulcro para que 
                
                en él sepultes a tu difunta.”  |  
              | 7 | Alzóse Abraham, e inclinándose profundamente ante 
                
                el pueblo de aquella tierra, los hijos de Jet, |  
              | 8 | les dijo: “Si de veras queréis que pueda yo apartar 
                
                i a mi difunda de mi vista, sepultándola, escuchadme y rogad 
                
                por mí a Efrón, el hijo de Seor,  |  
              | 9 | que por su justo precio me ceda para sepultura en 
                
                propiedad, en presencia vuestra, su caverna de Macpela, que 
                
                está al término de su campo.”  |  
              | 10 | Efrón estaba sentado entre los hijos de Jet, y respondió 
                
                Efrón, el jeteo, a Abraham en presencia de los hijos de Jet 
                
                y de cuantos entraban por las puertas de la ciudad: |  
              | 11 | “No, señor mío, óyeme: Yo te doy el campo y la caverna 
                
                que se halla a su extremo; te la doy ante los hijos de mi pueblo; 
                
                sepulta a tu difunta.” |  
              | 12 | Abraham volvió a prosternarse ante la gente de aquella 
                
                tierra,  |  
              | 13 |  y habló así a Efrón, enpresencia de todos: “Oyeme, 
                
                te ruego; yo te daré el precio del campo. Recíbelo tú, y sepultaré 
                
                en él a mi difunta.”  |  
              | 14 |  Respondió Efrón a Abraham diciéndole:  |  
              | 15 | “Señor mío, óyeme: ¿qué es para mí ni para ti una 
                
                tierra de cuatrocientos siclos de plata? Sepulta a tu difunta,” |  
              | 16 | Oyó Abraham a Efrón y pesóle ante los hijos de Jet 
                
                la plata que éste había dicho, cuatrocientos siclos de plata 
                
                corriente en el mercado. |  
              | 17 | Vino, pues, a ser propiedad de Abraham, ante los hijos 
                
                de Jet y de cuantos entraban por la puerta de la ciudad, |  
              | 18 | el campo de Efrón en Macpela, frente a Mambré, con 
                
                la caverna que hay en él, y todos los árboles del campo y sus 
                
                contornos. |  
              | 19 |  Después de esto sepultó Abraham a Sara, su mujer, 
                
                en la caverna del campo de Macpela, frente a Mambré, que es 
                
                Hebrón, en tierra de Canán.  |  
              | 20 | El campo, con la caverna que hay en él, vino a ser 
                
                sepultura de propiedad de Abraham, adquirida de los hijos de 
                
                Jet.  |  
          
            
              |  |  |  
              | Capítulo 24 |  
              |  | Casamiento 
                
                de Isaac |  
              |  |  |  
              | 1 | Era Abraham ya viejo, muy entrado en años, y Yavé 
                
                le había bendecido en todo. |  
              | 2 | Dijo, pues, Abraham al más antiguo de los siervos 
                
                de su casa, el que administraba cuanto tenía: “Pon, te ruego, 
                
                tu mano bajo mi muslo.  |  
              | 3 |  Yo te hago jurar por Yavé, Dios de los cielos y de 
                
                la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas 
                
                de los cananeos, en medio de los cuales habito, |  
              | 4 | sino que irás a mi tierra, a mi parentela, a buscar 
                
                mujer para mi hijo Isaac.” |  
              | 5 | Y le dijo el siervo: “Y si la mujer no quiere venir 
                
                conmigo a esta tierra, ¿habré de llevar allá a tu hijo, a la 
                
                tierra de donde saliste?”  |  
              | 6 | Díjole Abraham: “Guárdate muy bien de llevar allá 
                
                a mi hijo.  |  
              | 7 | Yavé, Dios de los cielos, que me sacó de la casa de 
                
                mi padre y de la tierra de mi nacimiento, que me ha hablado 
                
                y me juró, diciendo: A tu descendencia daré yo esta tierra, 
                
                enviará a su ángel ante ti y traerás de allí mujer para mi hijo. |  
              | 8 |  Si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre 
                
                de este juramento; pero de ninguna manera volverás allá a mi 
                
                hijo.”  |  
              | 9 | Puso, pues, el siervo la mano bajo el muslo de Abraham, 
                
                su señor, y le juró.  |  
              | 10 | Tomó el siervo diez de los camellos de su señor, y 
                
                se puso en camino, llevando consigo cuanto de bueno tenía su 
                
                señor, y se dirigió a Aram Naharaím, a la ciudad de Najor.  |  
              | 11 | Hizo que los camellos doblaran sus rodillas fuera 
                
                de la ciudad, junto a un pozo de aguas, ya de tarde, a la hora 
                
                de salir las que van a tomar agua,  |  
              | 12 | y dijo: “Yavé, Dios de mi amo Abraham, salme al encuentro 
                
                hoy, y muéstrate benigno con mi señor Abraham.  |  
              | 13 | Voy a ponerme junto al pozo de aguas mientras las 
                
                mujeres de la ciudad vienen a buscar agua;  |  
              | 14 | la joven a quien yo dijere: Inclina tu cántaro, te 
                
                ruego, para que yo beba, y ella me respondiere: Bebe tú y daré 
                
                también de beber a tus camellos, sea la que destinas a tu siervo 
                
                Isaac, y conozca yo así que te muestras propicio a mi señor.” |  
              | 15 | Y sucedió que antes de que él acabara de hablar, salía 
                
                con el cántaro al hombro Rebeca, hija de Batuel, hijo de Melca, 
                
                la mujer de Najor, hermano de Abraham. |  
              | 16 | La joven era muy Hermosa, y virgen, que no había conocido 
                
                varón. Bajó al pozo, llenó su cántaro y volvió a subir.  |  
              | 17 | Corrió a su encuentro el siervo y le dijo: “Dame, 
                
                por favor, a beber un poco de agua de tu cántaro.” |  
              | 18 | “Bebe, señor mío,” le contestó ella; y bajando el 
                
                cántaro apresuradamente con sus manos, le dio a beber. |  
              | 19 | Cuando hubo él bebido, le dijo: “También para tus 
                
                camellos voy a sacar agua, hasta que hayan bebido lo que quieran.” |  
              | 20 | Y se apresuró a vaciar el cántaro en el abrevadero, 
                
                y corrió de nuevo al pozo a sacar más, hasta que hubo sacado 
                
                para todos los camellos. |  
              | 21 |  Y el hombre la contemplaba en silencio, por saber 
                
                si Yavé otorgaba éxito a su viaje o no. |  
              | 22 | Cuando hubieron acabado de beber los camellos, tomó 
                
                el siervo un arillo de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes 
                
                de diez siclos, también de oro, y, dándoselos, |  
              | 23 | le preguntó: “¿De quién eres hija tú? Dime, por favor, 
                
                si no habría lugar en casa de tu padre para pasar allí la noche.  |  
              | 24 | Ella le contestó: “Soy hija de Batuel, el hijo que 
                
                Melca dio a Najor.”  |  
              | 25 | Y añadió: “Hay en nuestra casa paja y heno en abundancia 
                
                y lugar para pernoctar.”  |  
              | 26 | Postróse entonces el hombre y adoró a Yavé, |  
              | 27 | diciendo: “Bendito sea Yavé, Dios de mi señor Abraham, 
                
                que no ha dejado de hacer gracia y mostrarse fiel a mi señor, 
                
                y a mí me ha conducido derecho a la casa de los hermanos de 
                
                mi señor.”  |  
              | 28 | Corrió la joven a contar en casa de su madre lo que 
                
                había pasado. |  
              | 29 | Tenía Rebeca un hermano de nombre Labán, que se apresuró 
                
                a ir al pozo en busca del hombre.  |  
              | 30 | Había visto el arillo y los brazaletes en la mano 
                
                de su hermana y le había oído decir: “Así me ha hablado el hombre.” 
                
                Vino, pues, a él, que seguía con sus camellos junto a la fuente, |  
              | 31 | y le dijo: “Ven, bendito de Yavé; ¿por qué te estás 
                
                ahí fuera? Ya he preparado yo la casa y lugar para los camellos.”  |  
              | 32 | Fue, pues, el hombre a casa. Labán desaparejó los 
                
                camellos, dio a éstos paja y heno, y agua al hombre y a los 
                
                que le acompañaban, para lavarse los pies,  |  
              | 33 | y después le sirvió de comer; pero el hombre dijo: 
                
                “No comeré mientras no diga lo que tengo que decir.” Respondióle: 
                
                “Di.” |  
              | 34 |  Este dijo: “Yo soy siervo de Abraham. |  
              | 35 | Yavé ha bendecido largamente a mi señor y le ha engrandecido, 
                
                dándole ovejas y bueyes, plata y oro, siervos y siervas, camellos 
                
                y asnos. |  
              | 36 | Parióle Sara, la mujer de mi señor, un hijo en su 
                
                ancianidad, y a él le ha dado todos sus bienes. |  
              | 37 | Mi señor me ha hecho jurar: No tomarás para mi hijo 
                
                mujer de entre los hijos de los cananeos, de la tierra en que 
                
                habito;  |  
              | 38 | sino que irás a la casa de mi padre, a mi parentela, 
                
                y de allí traerás mujer para mi hijo.  |  
              | 39 | Yo dije a mi señor,: Quizá no quiera venir conmigo 
                
                la mujer;  |  
              | 40 | y él me contestó: Yavé, ante quien yo ando, mandará 
                
                contigo su ángel y hará que tu camino tenga buen éxito, y tomarás 
                
                mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. |  
              | 41 | Entonces quedarás libre de mi maldidción si fueses 
                
                a mi parentela y no te la dieren; libres quedarás de mi maldición.” |  
              | 42 | Llegué hoy a la fuente y dije: Yavé, Dios de mi señor 
                
                Abraham, te ruego, si de verdad quieres llevar a bien fin mi 
                
                viaje, |  
              | 43 | hagas que mientras yo me quedo junto a la fuente, 
                
                la joven que salga a buscar agua y a quien diga yo: Dame de 
                
                beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro, |  
              | 44 | y me diga ella: Bebe, y sacaré también para tus camellos, 
                
                sea la mujer que Yavé ha destinado para esposa del hijo de mi 
                
                señor. |  
              | 45 |  No había yo acabado de decir esto en mi corazón, 
                
                cuando salía Rebeca con su cántaro al hombro, bajó a la fuente 
                
                y sacó agua. Yo le dije: Dame de beber, te lo ruego. |  
              | 46 | Bajó ella en seguida el cántaro de sobre su hombro 
                
                y dijo: Bebe, y daré también de beber a tus camellos; y bebí 
                
                yo, y ella dio también de beber a mis camellos. |  
              | 47 | Yo le pregunté: ¿De quién eres hija? Ella me respondió: 
                
                Soy hija de Batuel, el hijo de Najor, que le dio Melca. Entonces 
                
                puse yo el arillo en su nariz, y los brazaletes en sus manos,  |  
              | 48 | y me incliné postrándome ante Yavé, y bendije a Yavé, 
                
                Dios de mi señor Abraham, que me había traído por camino derecho 
                
                para tomar a la hija de su hermano por mujer de su hijo. |  
              | 49 | Ahora, si queréis hacer gracia y fidelidad a mi señor, 
                
                decídmelo; si no, decídmelo también, y me dirigiré a la derecha 
                
                o a la izquierda.  |  
              | 50 | Labán y su casa contestaron, diciendo: “De Yavé viene 
                
                esto; nosotros no podemos decirte ni bien ni mal.  |  
              | 51 | Ahí tienes a Rebeca, tómala y vete, y sea la mujer 
                
                del hijo de tu señor, como lo ha dicho Yahvé.” |  
              | 52 | Cuando el siervo de Abraham hubo oído estas palabras, 
                
                se postró en tierra ante Yavé; |  
              | 53 | y, sacando objetos de plata y oro y vestidos, se los 
                
                dio a Rebeca, e hizo también presentes a su hermano y a su madre. |  
              | 54 | Pusiéronse luego a comer y a beber, él y los que con 
                
                él venían, y pasaron la noche. A la mañana, cuando se levantaron, 
                
                dijo el siervo: “Dejad que me vaya a mi señor.” |  
              | 55 | El hermano y la madre de Rebeca dijeron: “Que esté 
                
                la joven con nosotros todavía algunos días, unos diez, y después 
                
                partirá.” |  
              | 56 | El les contestó: “No retraséis mi vuelta, ya que Yavé 
                
                ha hecho feliz el éxito de mi viaje; dejadme partir, para que 
                
                vuelva a mi señor.”  |  
              | 57 | Dijéronle, pues: “Llamemos a la joven y preguntémosle 
                
                lo que ella quiere.”  |  
              | 58 | Llamaron a Rebeca y le preguntaron: “¿Quieres partir 
                
                luego con este hombre?” Y ella respondió: “Partiré.” |  
              | 59 | Dejaron, pues, ir a Rebeca, su hermana, y a su nodriza 
                
                con el siervo de Abraham y sus hombres, |  
              | 60 | y bendecían a Rebeca, diciendo: “Hermana nuestra eres; 
                
                que crezcas en millares de millares y se adueñe tu descendencia 
                
                de las puertas de tus enemigos.”  |  
              | 61 | Montaron, pues, Rebeca, sus doncellas y su nodriza 
                
                en los camellos, y se fueron tras el hombre, y éste partió con 
                
                Rebeca. |  
              | 62 | Volvía un día Isaac del pozo de Lajai Roi, pues habitaba 
                
                entonces en el Negueb, |  
              | 63 | y había salido para pasearse por el campo al atardecer, 
                
                y, alzando los ojos, vio venir camellos. |  
              | 64 | También Rebeca alzó sus ojos, y, viendo a Isaac, se 
                
                apeó del camello, |  
              | 65 | y preguntó al siervo: “¿Quién es aquel hombre que 
                
                viene por el campo a nuestro encuentro?” El siervo le respondió: 
                
                “Es mi señor.” Ella agarró el velo y se cubrió. |  
              | 66 | El siervo contó a Isaac cuanto había ocurrido, |  
              | 67 | e Isaac condujo a Rebeca a la tienda de Sara, su madre; 
                
                la tomó por mujer y la amó, consolándose de la muerte de su 
                
                madre.  |    
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