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LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

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CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS

 

 

LA SAGRADA BIBLIA

ANTIGUO TESTAMENTO. PENTATEUCO

EXODO

 

TERCERA PARTE
EN EL SINAÍ
Capitulo 19
 
Aparición de Dios al pueblo en el Sinaí
   
1
En el tercer mes después de la salida de los hijos de Israel de Egipto, en aque día llegaron al desierto de Sinaí.
2
Partieron de Rafidim, y, llegados al desierto del Sinaí, acamparon en el desierto. Israel acampó frente a la montaña.
3
Subió Moisés a Dios, y Yavé le llamó desde lo alto de la montaña, diciendo: “Habla así a la casa de Jacob, di esto a los hijos de Israel:
4
Vosotros habéis visto lo que yo he hecho a Egipto y cómo os he llevado sobre las alas de águila y os he traído a mí.
5
Ahora, si oís mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra,
6
pero vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. Tales son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.”
7
Moisés vino, y llamó a los ancianos de Israel, y les expuso todas estas palabras, como Yavé se lo había mandado.
8
El pueblo todo entero respondió: “Nosotros haremos todo cuanto ha dicho Yavé.” Moisés fue a transmitir a Yavé las palabras del pueblo,
9
y Yavé dijo a Moisés: “Yo vendré a ti en densa nube, para que vea el pueblo que yo hablo contigo y tenga siempre fe en tí.” Una vez que Moisés hubo transmitido a Yavé las palabras del pueblo,
10
Yavé le dijo: “Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana. Que laven sus vestidos
11
y estén prestos para el día tercero, porque al tercer día bajará Yavé a la vista de todo el pueblo, sobre la montaña del Sinaí.
12
Tú marcarás al pueblo un límite en torno, diciendo: Guardaos de subir vosotros a la montaña y de tocar el límite, porque quien tocare la montaña, morirá.
13
Nadie pondrá la mano sobre él, sino que será lapidado o asaeteado. Hombre o bestia, no ha de quedar con vida. Cuando las voces, la trompeta y la nube hayan desaparecido de la montaña, podrán subir a ella.”
14
Bajó de la montaña Moisés a donde estaba el pueblo, y le santificó, y ellos lavaron sus vestidos.
15
Después dijo al pueblo: “Aprestaos durante tres días y nadie toque mujer.”
16
Al tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa, nube sobre la montaña, y un muy fuerte sonido de trompetas, y el pueblo temblaba en el campamento.
17
Moisés hizo salir de él al pueblo para ir al encuentro de Dios, y se quedaron al pie de la montaña.
18
Todo el Sinaí humeaba, pues había descendido Yavé en medio del fuego, y subía el humo, como el humo de un horno, y todo el pueblo temblaba.
19
El sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Yavé le respondía mediante el trueno.
20
Descendió Yavé sobre la montaña del Sinaí, sobre la cumbre de la montaña, y llamó a Moisés a la cumbre, y Moisés subió a ella.
21
Y Yavé dijo a Moisés: “Baja y prohíbe terminantemente al pueblo que traspase el término marcado para acercarse a Yavé y ver, no vayan a perecer muchos de ellos.
22
Que aun los sacerdotes, que son los que se acercan a Yavé, se santifiquen, no los hiera Yavé.”
23
Moisés dijo a Yavé: “El pueblo no podrá subir a la montaña del Sinaí, pues lo has prohibido terminantemente, diciendo que señalara un límite en torno a la montaña y la santificara.”
24
Yavé le respondió: “Ve, baja y sube luego con Arón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los términos para acercarse a Yavé, no los hiera.”
25
Moisés bajó y se lo dijo al pueblo.
   
Capítulo 20
 
El Decálogo
   
1
Y habló Dios todo esto, diciendo:
2
“Yo soy Yavé, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre.
3
No tendrás otro Dios que a mí.
4
No te harás esculturas ni imagen alguna de lo que hay en lo alto de los cielos, ni de lo que hay abajo sobre la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
5
No te postrarás ante ellas, y no las servirás, porque yo soy Yavé, tu Dios, un Dios celoso, que castiga en los hijos las iniquidades de los padres hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
6
y hago misericordia hasta mil generaciones de los que me aman y guardan mis mandamientos.
7
No tomarás en falso el nombre de Yavé, tu Dios, porque no dejará Yavé sin castigo al que tome en falso su nombre.
8
Acuérdate del día del sábado para santificarlo.
9
Seis días trabajarás y harás tus obras,
10
pero el séptimo día es día de descanso, consagrado a Yavé, tu Dios, y no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está dentro de tus puertas;
11
pues en seis días hizo Yavé los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos se contiene, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yavé el día del sábado y lo santificó.
12
Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas largos años en la tierra que Yavé, tu Dios, te da.
13
No matarás.
14
No adulterarás.
15
No robarás.
16
No testificarás contra tu prójimo falso testimonio.
17
No desearás la casa de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de cuanto le pertenece.”
18
Todo el pueblo oía los truenos y el sonido de la trompeta, y veía las llamas y la montaña humeante; y,atemorizados, llenos de pavor, se estaban lejos.
19
Dijeron a Moisés: “Háblanos tú, y te escucharemos; pero que no nos hable Dios, no muramos.”
20
Respondió Moisés: “No temáis, que para probaros ha venido Dios, para que tengáis siempre ante vuestros ojos su temor y no pequéis.”
21
El pueblo se estuvo a distancia, pero Moisés se acercó a la nube donde estaba Dios.
 
 
Preceptos sobre el culto divino
 
22
Yavé dijo a Moisés: “Habla así a los hijos de Israel: Vosotros mismos habéis visto cómo os he hablado desde el cielo.
23
No os hagáis conmigo dioses de plata ni os hagáis dioses de oro.
24
Me alzarás un altar de tierra, sobre el cual me ofrecerás tus holocaustos, tus hostias pacíficas, tus ovejas y tus bueyes. En todos los lugares donde yo haga memorable mi nombre vendré a ti y te bendeciré.
25
Si me alzas altar de piedras, no lo harás de piedras labradas, porque al levantar tu cincel contra la piedra la profanas.
26
No subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu desnudez.”
   
Capítulo 21
 
Leyes respecto de la vida y la libertad
   
1
He aquí las leyes que les darás:
2
Si adquieres un siervo hebreo, te servirá por seis años; al séptimo saldrá libre, sin pagar nada.
3
Si entró solo, solo saldrá; si teniendo mujer, saldrá con él su mujer.
4
Pero si el amo le dio mujer, y ella le dio hijos o hijas, la mujer y los hijos serán del amo, y él saldrá solo.
5
Si el siervo dijere: Yo quiero a mi amo, a mi mujer y a mis hijos, no quiero salir libre,
6
entonces el amo le llevará ante Dios, y, acercándose a la puerta de la casa o a la jamba de ella, le perforará la oreja con un punzón, y el siervo lo será suyo de por vida.
7
Si vendiere un hombre a su hija por sierva, no saldrá ésta como los otros siervos.
8
Si desplaciere a su amo y no la tomare por esposa, permitirá éste que sea redimida; pero no podrá venderla a extraños después de haberla despreciado.
9
Si la destinaba a su hijo, la tratará como se trata a las hijas;
10
y si tomare otra para sí, no disminuirá a la primera su vestido y sus derechos conyugales,
11
y si de estas tres cosas no la proveyere, podrá ella salirse sin pagar nada, sin rescate.
12
El que hiera mortalmente a otro será castigado con la muerte;
13
pero si no pretendía herirle, y sólo porque Dios se lo puso ante la mano le hirió, yo le señalaré un lugar donde refugiarse.
14
Si de propósito mata un hombre a su prójimo traidoramente, de mi altar mismo le arrancarás para darle muerte.
15
El que hiera a su padre o a su madre será muerto.
16
El que robe un hombre, háyalo vendido o téngalo en su poder, será muerto.
17
El que maldijere a su padre o a su madre será muerto.
18
Si riñen dos hombres, y uno hiere al otro con piedra o con el puño, sin causarle la muerte, pero de modo que éste tuviese que hacer cama:
19
si el herido se levanta y puede salir fuera apoyado en su bastón, el que le hirió será quito pagándole lo no trabajado y lo gastado en la cura.
20
Si uno hiere de palos a su siervo o a su sierva, de modo que muriere entre sus manos, el amo será reo;
21
pero si sobreviviere un día o dos, no, pues hacienda suya era.
22
Si en riña de hombres golpeare uno a una mujer encinta haciéndola parir y el niño naciere sin más daño, será multado con la cantidad que el marido de la mujer pida y decidan los jueces;
23
pero si resultare algún daño, entonces dará vida por vida,
24
ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25
quemadura por quemadura, cardenal por cardenal.
26
Si uno diere a su siervo o a su sierva un golpe en un ojo y se lo echare a perder, habrá de ponerle en libertad en compensación del ojo.
27
Y si le hiciera caer al siervo o a la sierva un diente, le dará libertad en compensación de su diente.
28
Si un buey acornea a un hombre o a una mujer y se sigue la muerte, el buey será lapidado, no se comerá su carne, y el dueño será quito.
29
Pero, si ya de antes el buey acorneaba, y, requerido el dueño, no lo tuvo encerrado, el buey será lapidado, si mata a un hombre o a una mujer, pero el dueño será también reo de muerte.
30
Si en vez de la muerte le pidieren al dueño un precio como rescate de la vida, pagará lo que se le imponga.
31
Si el buey hiere a un niño o a una niña, se aplicará esta misma ley;
32
pero si el herido fuese un siervo o una sierva, pagará el dueño del buey treinta siclos de plata al dueño del esclavo o de la esclava, y el buey será lapidado.
33
Si uno abre una cisterna o cava una y no la cubre y cayere en ella un buey o un asno,
34
pagará el dueño de la cisterna en dinero el precio al dueño de la bestia, pero lo muerto será para él.
35
Si el buey de uno acornea a un buey de otro, y éste muere, se venderá el buey vivo, partiéndose el precio, y se repartirán igualmente el buey muerto.
36
Pero si se sabe que el buey acorneaba ya de tiempo atrás, y su dueño no lo tuvo encerrado, dará éste buey por buey, y el buey muerto será para él.
 
 
Leyes relativas a la Propiedad
 
37

Si uno roba un buey o una oveja y la mata o la vende, restituirá cinco bueyes por buey y cuatro ovejas por oveja.

   
Capítulo 22
1
Si el ladrón fuere sorprendido perforando un muro y fuese herido y muriese, no será delito de sangre;
2
pero, si hubiese ya salido el sol, responderá de la sangre; deberá restituir; y si no tiene con qué, será vendido por lo que robó.
3
Si lo que robó, buey, asno u oveja, se encuentra todavía vivo en sus manos, restituirá el doble.
4
Si uno daña un campo o una viña dejando pastar su ganado en el campo o en la viña de otro, restituirá por lo mejor de su campo o lo mejor de su viña.
5
Si propagándose un fuego por los espinos quema mieses recogidas o en pie, o un campo, el que encendió el fuego pagará el daño.
6
Si propagándose un fuego por los espinos quema mieses recogidas en pie. O un campo, el que incendió el fuego pagará el daño.
7
Si uno da a otro en depósito dinero o utensilios, y fueron éstos robados de la casa del otro, el ladrón, si es hallado, restituirá el doble.
8
Si no aparece el ladrón, el dueño de la casa se presentará ante Dios, jurando no haber puesto su mano sobre lo ajeno.
9
Toda acusación de fraude, sea de buey, de asno, de oveja, de vestido o de cualquier cosa desaparecida, de que se diga: “Esto es,” será llevado por ambas partes ante Dios; aquel a quien Dios condenare, restituirá el doble a su prójimo.
10
Si uno entrega en depósito a su prójimo asno, buey, oveja o cualquier otra bestia, y lo depositado muere o se estropea, o es capturado por los enemigos sin que nadie lo haya visto,
11
se interpondrá entre ambas partes el juramento de Yavé de no haber puesto el depositario mano la propiedad de su prójimo; el dueño aceptará el juramento y el depositario no será obligado a restituir;
12
pero si fue robado de junto a sí, restituirá al dueño.
13
Si la bestia fuere despedazada, preséntese lo destrozado, y no tendrá que restituir.
14
Si uno pide a otro prestada una bestia, y ésta se estropea o muere no estando presente el dueño, el prestatario será obligado a restituir;
15
pero si estaba presente el dueño, no tendrá que restituir el prestatario. Si el préstamo fue por precio, reciba el dueño lo estipulado.
16
Si uno seduce a una virgen no desposada y tiene con ella comercio carnal, pagará su dote y la tornará por mujer.
17
Si el padre rehusa dársela, el seductor pagará la dote que se acostumbra dar por las vírgenes,
18
No dejarás con vida a la hechicera.
19
El reo de bestialidad será muerto.
20
El que ofrezca sacrificios a los dioses –fuera de Yavé- será muerto.
21
No maltratarás al extranjero, ni le oprimirás, pues extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
22
No dañarás a la viuda ni al huérfano. Si eso haces, ellos clamarán a mí, y yo oiré sus clamores;
23
se encenderá mi cólera y os destruiré por la espada, y vuestras mujeres serán viudas, y vuestros hijos, huérfanos.
24
Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita en medio de vosotros, no te portarás con él como acreedor y no le exigirás usura.
25
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de la puesta del sol,
26
porque con eso se cubre él, con eso viste su carne, y ¿con qué va a dormir? Clamará a mí, y yo le oiré, porque soy misericordioso.
27
No blasfemarás contra Dios ni maldecirás de los príncipes de tu pueblo.
28
No diferirás la ofrenda de tu cosecha y de tu vino nuevo; me darás el primogénito de tus hijos.
29
Así harás con el primogénito de tus vacas y tus ovejas; quedará siete días con su madre, y al octavo me lo darás.
29
Sed para mí santos. No comeréis la carne despedazada en el campo; se la echaréis a los perros.
   
Capítulo 23
   
1
No esparzas rumores falsos. No te unas con los impíos para testificar en falso.
2
No te dejes arrastrar al mal por la muchedumbre.
3
En las causas no respondas porque así responden otros falseando la justicia; ni al pobre favorecerásn en su litigio.
4
Si encuentras el buey o el asno de tu enemigo perdidos, llévaselos.
5
Si encuentras el asno de tu enemigo caído bajo la carga, no pases de largo; ayúdale a levantarlo.
6
No tuerzas el derecho del pobre en sus causas.
7
Aléjale de toda mentira, y no hagas morir al inocente y al justo, porque yo no absolveré al culpable de ello.
8
No recibas regalos, que ciegan a los prudentes y tuercen la justicia.
9
No hagáis daño al extranjero; ya sabéis lo que es un extranjero, pues extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
 
 
Diversas leyes ceremoniales
 
10
Sembrarás tu tierra seis años y recogerás sus cosechas;
11
al séptimo la dejarás descansar, que coman los pobres de tu pueblo, y lo que quede lo coman las bestias del campo. Eso harás también con las viñas y los olivares.
12
Seis días trabajarás, y descansarás al séptimo, para que descansen tu buey y tu asno y se recobre el hijo de tu esclava y el extranjero.
13
Guardad cuanto os he mandado. No te acuerdes del nombre de dioses extraños, ni se oiga en tus labios.
14
Tres veces cada año celebraréis fiesta solemne en mi honor.
15
Guardad la fiesta de los ácimos, comiendo ácimo siete días, como os he mandado, en el mes de Abib, pues en ese mes saliste de Egipto. No te presentarás ante mí con las manos vacías.
16
También la solemnidad de la recolección, de las primicias de tu trabajo, de cuanto hayas sembrado en tus campos. También la solemnidad del fin de año y de la recolección, cuando hubieres recogido del campo todos sus frutos.
17
Tres veces al año comparecerá todo varón ante el Señor Yavé.
18
No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, y la grasa de mi fiesta no quedará hasta el día siguiente.
19
Llevarás a la casa de Yavé, tu Dios, las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
20
Yo mandaré a un ángel ante ti, para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto.
21
Acátale y escucha su voz, no le resistas, porque no perdonará vuestras rebeliones y porque lleva mi nombre;
22
pero si escuchas su voz y haces cuanto yo diga, seré enemigo de tus enemigos y oprimiré a tus opresores,
23
pues mi ángel marchará delante de ti y te conducirá a la tierra de los amorreos, de los jeteos, de los fereceos, de los cananeos, de los jeveos y de los jebuseos, que yo exterminaré.
24
No adores a sus dioses ni les sirvas; no imites sus costumbres, derriba y destruye sus cipos.
25
Servirás a Yavé, tu Dios, y El bendecirá tu pan y tu agua, y alejará de en medio de vosotros las enfermedades,
26
y no habrá en vuestra tierra mujer que aborte ni estéril, y colmaré el número de tus días.
27
Mi terror te precederá y perturbaré a todos los pueblos a que llegues, y todos tus enemigos volverán ante ti las espaldas,
28
y mandaré ante ti tábanos, que pondrán en fuga a jeveos, cananeos y jeteos delante de ti.
29
No los arrojaré en un solo año, no quede la tierra desierta y se multipliquen contra ti las fieras.
30
Poco a poco los haré desaparecer ante ti hasta que crezcas y poseas la tierra.
31
Te doy por confines desde el mar Rojo hasta el mar de Palestina y desde el desierto hasta el río. Pondré en tus manos a los habitantes de esa tierra y los arrojarás de ante ti.
32
No pactarás con ellos ni con sus dioses. No habitarán en tu tierra,
33
no sea que te hagan pecar contra mí, sirviendo a sus dioses, ya que sería para ti una ocasión de tropiezo.
   
Capítulo 24
 
Alianza entre Dios e Israel
   
1
Y dijo a Moisés: “Sube a Yavé tú, Arón, Nadab y Abiú, con setenta de los ancianos de Israel, y adoraréis desde lejos.
2
Sólo Moisés se acercará a Yavé, pero ellos no se acercarán, ni subirá con ellos el pueblo.”
3
Vino, pues, Moisés y transmitió al pueblo todas las palabras de Yavé y sus leyes, y el pueblo a una voz respondió: “Todo cuanto ha dicho Yavé lo cumpliremos.”
4
Escribió Moisés todas las palabras de Yavé. Levantóse de mañana y alzó al pie de la montaña un altar y doce piedras, por las doce tribus de Israel;
5
y encargó a algunos jóvenes, hijos de Israel, que ofrecieran a Yavé holocaustos e inmolaran toros, víctimas pacíficas a Yavé.
6
Tomó Moisés la mitad de la sangre, poniéndola en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar.
7
Tomando después el libro de la alianza, se lo leyó al pueblo, que respondió: “Todo cuanto dice Yavé lo cumpliremos y obedeceremos.”
8
Tomó él la sangre y asperjó al pueblo, diciendo: “Esta es la sangre de la alianza que hace Yavé con vosotros sobre todos estos preceptos.”
9
Subió Moisés con Arón, Nadab y Abiú y setenta ancianos de Israel,
10
y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de baldosas de azufre, brillantes como el mismo cielo,
11
No extendió su mano contra los elegidos de Israel; le vieron, y comieron y bebieron.
 
 
Sube Moisés solo a la cumbre del Sinaí
 
12
Dijo Yavé a Moisés: “Sube a mí hacia el monte y estate allí. Te daré unas tablas de piedra, la ley y los mandamientos que he escrito para su instrucción.”
13
Y se levantó Moisés con Josué, su ministro, y subieron a la montaña de Dios.
14
Y dijo a los ancianos: “Esperadnos aquí hasta que volvamos. Quedan con vosotros Arón y Jur; si alguna cosa grave hay, llevadla a ellos.”
15
Subió Moisés a la montaña, y la nube la cubrió.
16
La gloria de Yavé estaba sobre el monte del Sinaí y la nube lo cubrió durante seis días. Al séptimo llamó Yavé a Moisés de en medio de la nube.
17
La gloria de Yavé parecía a los hijos de Israel como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña.
18

Moisés penetró dentro de la nube, y subió a la montaña, quedando allí cuarenta días y cuarenta noches.

   
  Capítulo 25
 
Mandato de construir el tabernáculo
   
1
Yavé habló a Moisés, diciendo:
2
“Di a los hijos de Israel que me traigan ofrendas; vosotros las recibiréis para mí de cualquiera que de buen corazón las ofrezca.
3
He aquí las ofrendas que recibiréis de ellos: oro, plata y bronce;
4
púrpura violeta y púrpura escarlata, carmesí; lino fino y pelo de cabra;
5
pieles de carnero teñidas de rojo y pieles de tejón, madera de acacia;
6
aceite para las lámparas, aromas para el óleo de unción y para el incienso aromático;
7
piedras de ónice y otras piedras de engaste para el efod y el pectoral.
8
Hazme un santuario, y habitaré en medio de ellos.
9
Os ajustaréis a cuanto voy a mostrarte como modelo del santuario y de todos sus utensilios.
 
 
El arca del testimonio
 
10
Harás una arca de madera de acacia, dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio de alto.
11
La cubrirás de oro puro, por dentro y por fuera, y en torno de ella pondrás una moldura de oro.
12
Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en los cuatro ángulos, dos de un lado, dos del otro.
13
Harás unas barras de madera de acacia, y las cubrirás de oro,
14
y las pasarás por los anillos de los lados del arca para que pueda llevarse.
15
Las barras quedarán siempre en los anillos y no se sacarán.
16
En el arca pondrás el testimonio que yo te daré.
17
Harás un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo y un codo y medio de ancho.
18
Harás dos querubines de oro, de oro batido, a los dos extremos del propiciatorio,
19
uno al uno, otro al otro lado de él. Los dos querubines estarán a los dos extremos.
20
Estarán cubriendo cada uno con sus alas desde arriba el propiciatorio, de cara el uno al otro, mirando al propiciatorio.
21
Pondrás el propiciatorio sobre el arca, encerrando en ella el testimonio que yo te daré.
22
Allí me revelaré a ti, y de sobre el propiciatorio, de en medio de los querubines, te comunicaré yo todo cuanto para los hijos de Israel te mandare.
 
 
La Mesa
 
23
Harás de madera de acacia una mesa de dos codos de largo, un codo de ancho y codo y medio de alto;
24
la revestirás de oro puro y harás en ella una moldura todo en derredor.
25
Harás también un reborde de un codo de alto en torno, enguirnaldado de oro.
26
Le harás también cuatro anillos de oro y los pondrás en los cuatro ángulos, cada uno a su pie,
27
y por debajo de la moldura de oro, para meter por ellos las barras para llevar la mesa.
28
Las barras para llevar la mesa las harás también de madera de acacia, que cubrirás de oro.
29
Harás también sus platos, sus navetas, sus copas, sus tazas para las libaciones,
30
y tendrá sobre esa mesa perpetuamente ante mí los panes de la proposición.
 
 
El Candelabro de Oro
 
31
Harás un candelabro de oro puro, todo lo harás de oro batido, con su base, su tallo, sus cálices, sus globos y sus lirios salientes de él.
32
Seis brazos saldrán de sus lados, tres del uno y tres del otro.
33
Tres cálices, a modo de flores de almendro, tendrá el primer brazo, con sus globos y sus lirios; tres cálices a modo de flores de almendro, con sus globos y sus lirios, el segundo, y lo mismo todos los seis brazos que salen del tallo.
34
El tallo llevará cuatro cálices, a modo de flores de almendro, con sus globos y sus lirios;
35
de cada dos brazos saldrá una flor, una sobre los dos inferiores, y otra sobre los dos siguientes, y otra sobre los dos superiores.
36
Todo hará un solo cuerpo, y todo de oro puro, batido.
37
Harás para él siete lámparas, que pondrás sobre el candelabro para que luzcan de frente.
38
Las despabiladeras y la cazoleta donde se apaguen los pabilos cortados serán de oro puro.
39
Un talento de oro puro se empleará para hacer el candelabro con todos sus utensilios.
40

Mira, y hazlo conforme al modelo que se te ha mostrado.

   
  Capítulo 26
 
La morada o habitáculo
   
1
La morada la harás de diez cortinas; de hilo torzal de lino fino, teñido de púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, entretejido y representando querubines en tejido plumario.
2
Cada cortina tendrá veintiocho codos de largo y cuatro codos de ancho; todas las cortinas tendrán las mismas dimensiones.
3
Las unirás de cinco en cinco,
4
y pondrás lazos de púrpura violeta en el borde de la cortina que termina el primer conjunto, y lo mismo en el extremo del segundo.
5
Cincuenta lazos en el borde del primero y cincuenta en el borde del segundo, correspondiéndose los lazos los unos a los otros. Pondrás cincuenta anillas en uno de los conjuntos de las cortinas y cincuenta en el otro, contrapuestas entre sí.
6
Harás cincuenta garfios de oro, y unirás con ellos una cortina a la otra, para que hagan una sola morada.
7
Harás también once tapices de pelo de cabra para el tabernáculo, que cubrirá la morada.
8
Cada tapiz tendrá treinta codos de largo y cuatro de ancho.
9
Los unirás en dos grupos, uno de cinco y el otro de seis, de modo que el sexto tapiz del segundo se doble sobre el frente del tabernáculo.
10
Harás cincuenta anillos de bronce para el borde de uno de los conjuntos, para que pueda unirse al otro, y cincuenta para el borde del otro, para que pueda unirse al primero.
11
Harás también cincuenta garfios de bronce para unir anillos con anillos, de modo que todo haga un solo tabernáculo.
12
Lo sobrante de los tapices de la tienda, esto es, la mitad del tapiz sobrante, penderá sobre la parte posterior de la morada;
13
un codo de un lado, un codo del otro, que es lo que sobra del largo del tabernáculo, se extenderá sobre los lados de la morada, a uno y a otro, para cubrirlos.
14
Harás también para el tabernáculo una cubierta de pieles de carnero, teñidas de escarlata, y otra sobre ésta, de pieles de tejón.
15
Harás también para la morada tablones de madera de acacia, que pondrás de pie,
16
y tendrán cada uno diez codos de largo y codo y medio de ancho.
17
En cada uno habrá dos espigas paralelas entre sí.
18
De estos tablones, veinte estarán en el lado del austro, hacia el mediodía.
19
Harás cuarenta basas de plata para debajo de los veinte tablones, dos basas para debajo de cada tablón, para las dos espigas,
20
En el otro lado de la morada que mira al aquilón harás otros veinte tablones
21
y cuarenta basas de plata, dos basas para debajo de cada tablón.
22
Al lado que mira al occidente pondrás seis tablones,
23
y otros dos en cada uno de los ángulos posteriores de la morada,
24
unidos ambos de abajo arriba, de modo que cada dos vengan a hacer un tablón angular.
25
Son, pues, entre todos ocho tablones con sus dieciséis basas de plata.
26
Harás también barras traveseras de madera de acacia, cinco para los tablones de un lado,
27
cinco para los del otro y cinco para los tablones de la morada del lado que cierra el fondo a occidente.
28
La barra travesera de en medio, que pasará por el medio de los tablones, se extenderá a todo lo largo de cada pared, desde el uno al otro extremo.
29
Los tablones los recubrirás de oro y harás de oro los anillos en que han de entrar las barras traveseras, y éstas las recubrirás también de oro.
30
Toda la morada la harás conforme al modelo que en la montaña te ha sido mostrado.
El velo de separación en la morada
31
Haz también un velo de lino torzal, de púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, entretejido en tejido plumario, figurando querubines.
32
Le colgarás de cuatro columnas de madera de acacia recubiertas de oro, provistas de corchetes de oro, y sus cuatro basas de plata.
33
Colgarás el velo de los corchetes, y allí, detrás del velo, pondrás el arca del testimonio. El velo servirá para separar el lugar santo del lugar santísimo.
34
Pondrás sobre el arca del testimonio el propiciatorio, en el lugar santísimo.
35
La mesa la pondrás delante del velo, y frente a la mesa, el candelabro. Este, del lado meridional de la morada; la mesa, del lado norte.
La cortina para la entrada del habitáculo
36
Harás también para la entrada del habitáculo un velo de lino torzal, púrpura violeta, púrpura escarlata, entretejido en tejido plumario.
37

Para este velo harás cinco columnas de madera de acacia recubiertas de oro y con corchetes de oro, y fundirás para ellas cinco basas de bronce.

   
  Capítulo 27
 
El Altar de los Holocaustos
   
1
Harás un altar de madera de acacia de cinco codos de largo y cinco de ancho, cuadrado, y tres codos de alto.
2
A cada uno de sus cuatro ángulos pondrás un cuerno; saldrán del altar y los revestirás de bronce.
3
Harás para el altar un vaso para recoger las cenizas, paleta, aspersorios, tenazas e incensarios; todos estos utensilios serán de bronce.
4
Harás para él una rejilla de bronce en forma de malla y a los cuatro ángulos de la rejilla pondrás cuatro anillos de bronce.
5
La colocarás debajo de la corona del altar, a la mitad de la altura de éste.
6
Harás para el altar barras de madera de acacia y las recubrirás de bronce.
7
Pasarán por sus anillas y estarán a ambos lados del altar cuando hayan de transportarse.
8
Lo harás hueco, en tableros, como en la montaña te ha sido mostrado.
 
 
El Atrio
 
9
Harás para la morada un atrio. Del lado del mediodía tendrá el atrio cortinas de lino torzal en una extensión de cien codos a lo largo del lado,
10
y veinte columnas con sus basas de bronce. Los corchetes de las columnas y sus anillos serán de plata.
11
Lo mismo en el lado del norte, tendrá cortinas en un largo de cien codos, y veinte columnas con sus veinte basas de bronce. Los corchetes de las columnas y sus anillos serán de plata.
12
Del lado del occidente tendrá cortinas a lo largo de cincuenta codos, y diez columnas con sus diez basas.
13
Del lado de oriente tendrá también cincuenta codos,
14
y en él habrá cortinas a lo largo de quince codos desde un extremo
15
y quince desde el otro, con tres columnas y tres basas en una parte y tres columnas y tres basas en la otra.
16
Para la entrada del atrio habrá un velo de veinte codos, de lino torzal en púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, entretejido en tejido plumario, que colgará de cuatro columnas con sus cuatro basas.
17
Todas las columnas que cierran el atrio tendrán corchetes de plata y basas de bronce.
18
Será el atrio de cien codos de largo, cincuenta de ancho de ambos lados y cinco de alto, de lino torzal y basas de bronce.
19
Todos los utensilios para el servicio de la morada, todos sus clavos y todos los clavos del atrio serán de bronce.
20
Manda a los hijos de Israel que traigan aceite de olivas molidas para alimentar continuamente la lámpara.
21
En el tabernáculo de la reunión, del lado de acá del velo tendido delante del testimonio, Arón y sus hijos las prepararán para que ardan de la noche a la mañana en presencia de Yavé. Es ley perpetua para los hijos de Israel de generación en generación.”
   
Capítulo 28
 
Las Vestiduras Sacerdotales
   
1
Y tú haz que se acerque Arón, tu hermano, con sus hijos, de en medio de los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes: Arón y Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Arón.
2
Harás a Arón, tu hermano, vestiduras sagradas, para gloria y ornamento.
3
Te servirás para ello de los hombres diestros que ha llenado el espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Arón para consagrarle y que ejerza mi sacerdocio.
4
He aquí lo que han de hacer: un pectoral, un efod, una sobretúnica, una túnica a cuadros, una tiara y un ceñidor.
5
Se emplearán para ellas oro y telas tejidas en jacinto, púrpura y carmesí y lino fino.
El Efod
6
“El Efod le harán de oro e hilo torzal de lino, púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí, artísticamente entretejidos
7
Tendrá dos hombreras para unirse la una con la otra banda, dos por extremo, y así se unirán.
8
El cinturón que llevará para ceñirselo será del mismo tejido que él, de lino torzal, oro, púrpura y violeta, púrpura escarlata y carmesí.
9
Toma dos piedras de ónice y graba en ella los nombres de los hijos de Israel,
10
seis de ellos en una y seis en la otra, por el orden de su generación,
11
Las tallarás como se tallan las piedras preciosas, y grabarás los nombres de los hijos de Israel como se graban los sellos, y las engarzarás en oro,
12
y las pondrás en las hombreras del efod, una en cada una, para memoria de los hijos de Israel; y así llevará Arón sus nombres sobre los hombros ante Yavé, para memoria.
13
Harás también engarces de oro
14
y dos cadenillas de oro puro, a modo de cordón, y las fijarás en los engarces.
El Pectoral
15
Harás un pectoral del juicio artísticamente trabajado, del mismo tejido del efod, de hilo torzal de lino, oro, púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí.
16
Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y uno de ancho.
17
Lo guarnecerás de pedrería en cuatro filas. En la primera fila pondrás una sardónica, un topacio y una esmeralda;
18
en la segunda, un rubí, un zafiro y un diamante;
19
en la tercera, un ópalo, un ágata y una amatista,
20
y en la cuarta, un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas estas piedras irán engarzadas en oro,
21
doce en número, según los nombres de los hijos de Israel; como se graban los sellos, así se grabará en cada una el nombre de una de las doce tribus.
22
Harás para el pectoral cadenillas de oro puro, retorcidas a modo de cordón,
23
y dos anillos de oro, que pondrás a dos de los extremos del pectoral;
24
pasarán los dos cordones de oro por los dos anillos fijados en los extremos del pectoral;
25
y fijarás dos extremidades de los cordones a los engarces del pectoral, y las otras dos extremidades las unirás a los engarces de la parte anterior de las dos piedras de los hombros del efod.
26
Harás otros dos anillos de oro, que pondrás a los dos extremos inferiores del pectoral, en el borde interior que se aplica al efod,
27
y dos anillos de oro, que pondrás en la parte superior de las hombreras del efod, por delante, cerca de la unión, y por encima del cinturón del efod.
28
Se unirá el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con una cinta de jacinto, para que quede el pectoral por encima del cinturón, sin poder separarse de él.
29
Así, cuando entre Arón en el santuario, llevará sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio, en memoria perpetua ante Yavé.
30
Pondrás también en el pectoral del juicio los urim y los tummim, para que estén sobre el corazón de Arón cuando se presente ante Yavé, y lleve así constantemente sobre su corazón ante Yavé el juicio de los hijos de Israel.
La Sobretúnica
31
La tela de la sobretúnica del efod la harás toda enteriza de jacinto.
32
Tendrá en medio una abertura para la cabeza, y esta abertura tendrá todo en torno un refuerzo tejido como el que llevan las orlas de los vestidos para que no se rompan.
33
En la parte inferior pondrás granadas de jacinto, de púrpura y de carmesí, alternando con campanillas de oro, todo en derredor;
34
una campanilla de oro y una granada sobre la orla de la vestidura todo en torno
35
Arón se revestirá de ella para su ministerio, para que se haga oír el sonido de las campanillas cuando entre y salga del santuario de Yavé y no muera.”
La Diadema
36
Harás una lámina de oro puro y grabarás en ella como se graban los sellos: “Santidad a Yavé.”
37
La sujetarás con una cinta de jacinto a la tiara por delante.
38
Estará sobre la frente de Arón, y Arón llevará las faltas cometidas en todo lo santo que consagren los hijos de Israel en toda suerte de santas ofrendas; estará constantemente sobre la frente de Arón ante Yavé para que hallen gracia ante él.
La túnica, la tiara y los calzones
39
La túnica la harás de lino, y una tiara también de lino, y un cinturón de varios colores.
40
Para los hijos de Arón harás túnicas, cinturones y tiaras, para gloria y ornamento.
41
De estas vestiduras revestirás a Arón, tu hermano, y a sus hijos. Los ungirás, les llenarás las manos y los santificarás, para que me sirvan de sacerdotes.
42
Hazles calzones de lino para cubrir su desnudez, que lleguen desde la cintura hasta los muslos.
43
Los llevarán Arón y sus hijos cuando entren en el tabernáculo de la reunión y cuando se acerquen al altar para servir en el santuario; así no incurrirán en falta y no morirán. Es ley perpetua ésta para Arón y para sus descendientes después de él.

 

C.R.Y&S