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EL REGALO DE LA VIDA. MILAGRO DE LA VICTORIA

DIARIO APOCALÍPTICO

 

Y me mostró un río de agua de vida, clara como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle y a un lado y otro del río había un árbol de vida que daba doce frutos, cada fruto en su mes, y las hojas del árbol eran saludables para las naciones. No habrá ya maldición alguna, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y llevarán su nombre sobre la frente.

No habrá ya noche, ni tendrá necesidad de luz de antorcha, ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.

 

 

11/04/2024

                                    CANTO DE VICTORIA

 

Tenía que estar muerto, y estoy vivo; tenía que estar lamentándome como un Job desolado, y me hallo fresco como la piel de un Zacarías tras la visitación de Gabriel. Me hundí en el mar oscuro buscando lo que en mi cólera arrojé en su abismo; las profundidades me ahogaban, la presión sobre mi alma se hizo insoportable, aguanté el aire en mi espíritu porque creí en la Palabra de mi Dios: “No moriràs, conocerás días que no se acaban nunca.”

Heme aquí, como quien regresa de la fosa a la que le empujaron esperando no verle salir.

¿No soy yo tu Creación? ¿Quién puede arrebatarle de las manos a mi Dios lo que con Sus ojos sostiene vivo al latido de Su Corazón? ¿Qué cabe ante Ti, Dios, si no la adoración?

Tu Creación no tiene palabras para darte las gracias. Correr a tus brazos es el discurso de tu Criatura, el sonido sublime de mi sabiduría. ¡Mirar a mi Creador, verte con mis ojos, exclamar: Dios Nuestro, es la fuente de todos los deseos de tu Creación!

¡Qué gloria  hay en este Mundo de la que pueda gozarse el Creador del Cosmos! Los sabios renunciaron a su Creador diciendo: “No existe”. Han pecado de orgullo; tumbar en la camilla a su Creador, a mi Dios,  diseccionarlo: ¿Es acaso mi Dios un mortal, polvo de estrellas?

En las tinieblas del orgullo brillan los ojos de la Muerte con el resplandor del oro. La música maldita de las 30 Monedas de Judas  siguen bailando a  los pies del árbol del ahorcado. ¿Es el hombre acaso una bestia escapada de tus establos, Dios mío? ¿De dónde vienen estos alaridos, aullidos, gritos de guerra, canciones de odio y genocidio regando los campos de las naciones con la sangre de generaciones en flor?

¿Qué paciencia es la Tuya? Dejas al enemigo mover sus ejércitos, ves sus movimientos, son claros como el agua que baja de las montañas; siempre la misma historia, una bestia atrapada en su propia trampa, su futuro está escrito en su frente. ¿Por qué los hombres se arrojan a su torrente, se dejan llevar por las aguas que buscan su paz en el océano del silencio eterno?

¿No hay nada nuevo bajo el sol? La Tierra vive de interregnum en interregnum, la sed de sangre humana, satisfecha, da paso al hambre de almas de pueblos. Pues el Estómago de la Muerte es insondable, en  sus intestinos yacen  devorados el recuerdo de infinitos Mundos; después de devorarlo todo, consumaron su hambre y su sed devorándose a sí mismos.

La historia de siempre, historias de la Muerte, buitre imperial cubriendo con sus alas las estrellas, buscando  su presa, inocente, virgen,  “come mi carne, Eva, bebe mi sangre, Adán, serás como Satán, un príncipe de los Infiernos”.

Esta es la Historia de la Victoria del Creador de los Cielos y la Tierra: Yo, el Hombre Inmortal, gloria del Conquistador de la Vida a su Imagen y Semejanza. ¿Qué corona más excelsa que la Creación de Vida Eterna puede brillar en la Cabeza del Dios y Señor del Cosmos? ¿No es el sueño de los mortales ganarle la guerra a la Muerte?

Mi Creador es el Vencedor, desde entonces la Eternidad y el Infinito no pueden ya seguir siendo lo que fueron, la Muerte ha sido vencida por Dios y la Vida: Padre e Hijo.

¿Adónde desterrarás al enemigo de tu Creación, Dios nuestro, Dios mío? ¿Quién cerrará las puertas del Infierno? ¿Quién vigilará las fronteras de tu Reino, guerrero todopoderoso cuya Voz espante a los muertos y les haga preferir la tumba al campo abierto?

Tú eres la Vida, ¿qué parte puede tener la Muerte en tu Reino? Los hombres la llaman, la invitan,  hacen pacto con  tu Enemigo, creen que podrán vencer a su Creador con las armas del Infierno.

Lo oyeron y no lo creyeron. No escribiste largos discursos sobre Tu Indestructibilidad, subiste a la Cruz, bajaste a los Infiernos, se espantó la Muerte, regresaste entre los Vivos. “¿Me veis? Como Yo, así Vosotros.” ¿Es acaso mi Dios un necio para perder su tiempo entre sabios? ¿Se quedará inmóvil la estrella ante la tormenta  que extiende sus nubes sobre su reino?

Oid hombres, todo lo que veis son sombras moviéndose en la oscuridad más absoluta, la lengua de la Ciencia ha sido pintada  con el azul de la sangre de los dioses y reyes, la saliva que refresca sus  teorías son veneno que devoran las raíces del mundo, demolen los fundamentos de la Civilización, sus palabras no son de vida, sus discursos no son de sabiduría.

Satán renunció ad eternum a ser hijo de Dios. La Ciencia ha renunciado al Hombre. Todo es confusión y vacío de espíritu.

“Brille tu Luz en las Tinieblas” es la palabra que vive en mi alma desde que me engendraste a tu Imagen y Semejanza. ¡Glorifícate delante de las naciones, dales a  conocer los pilares de tu Reino, las joyas de tu Corona: Verdad, Justicia, Paz!

Porque aunque to no te amase, te adoraría. Haz que mis ojos se gocen viendo el Fin del Mundo que la Muerte levantó en el Firmamento de los Cielos; levanta, Rey de los Cielos, la Maldición sobre la Tierra que creaste, y dé el campo fruto al mil por cien; que los chiquillos callen las bocas de los sabios; conquistadores del Mal, guerreros invencibles por espada tu espíritu de Inteligencia, rompan cadenas  y muros con  el sonido de sus  labios, diciendo: “somos hijos de Dios, nuestra gloria es nuestra libertad, a tu Servicio, Rey y Señor nuestro JESUCRISTO”.

Brille la Luz de tu Verdad sobre las naciones que viven en la Ignorancia de tu Conocimiento Verdadero. ¿No es este el jaque mate que la creación entera espera celebrar?

Sin verlo, lo celebro, pues creo en tu Fuerza  como mis ojos en el Sol, mis pies en la Tierra, y mi piel en el Aire. Soy tu Creación, por la Eternidad adoraré a mi Creador.

Convertíos, naciones, abandonad  las religiones de vuestros padres, y las filosofías de vuestros maestros, no tienen sus bases en la Roca sobre la que se ha fundado el Universo, os engañaron a todos, os hicieron creer que Dios es un monstruo, que la puerta al paraíso es la puerta de la Muerte, que  sois ganados marcados desde la cuna para ser  lo que nunca quisisteis ser,  rebaños conducidos al precipicio, reses predestinadas para ser sacrificadas en el tablero de la Guerra…

Palabras de la Muerte, el discurso del Infierno. ¿Qué has hecho, Ciencia, comprar el argumento  del Diablo?: “Seréis como los dioses”

¿Lo sois? ¿Dónde están vuestros poderes, sabios de esa utopía  sobre un papel pintada y registrada a la autoría de la Edad Moderna?

Ya hemos oído la “buena nueva” de Satán, ha parido una nueva Utopía, la Agenda 2030: De rodillas todos ante el Príncipe de las Tinieblas, gobernaréis en su nombre a las naciones hasta que todas se planten delante de las puertas del Infierno. ¿Quién detendrá el Apocalipsis que vive en sus cabezas?

¿Puede el ratón  concebir esperanza de victoria sobre el águila entre cuyas garras sube cada vez más alto para ser despeñada desde el reino del sol? Vana es la esperanza de victoria sobre la Muerte de un mortal. Pero Tú eres Dios, Tú estás con Nosotros, Nosotros estamos contigo.

La Fuerza del Rey me abraza. El cuerpo y la mente de todos tus sabios, guerreros y ministros  viven de Tu Invencibilidad. Dios Nuestro, haz invencible a tus hijos.

No le tengo miedo a Tu enemigo, tu Brazo me sustenta, la Victoria es Nuestra...

 

Haznos ver a los pueblos de tu Reino

La Luz de tu Inteligencia bajando desde tu Espíritu

Cual lluvia de primavera brote del terreno muerto

Estrellas nacidas para separar la Verdad de la Mentira,

Doscientos guerreros defiendan Tu Verdad

Hijos de Dios a tu Imagen y Semejanza

Abranse las puertas secretas de los palacios de la Justicia

Den paso a la Ley del Rey: TÚ, JESUCRISTO

Nuestro Padre que está en los cielos

Descubre los corazones de los pastores de tus pueblos

Gobierne tu Corona el Futuro de nuestros hijos

Cesen de existir las Organizaciones al servicio de la Muerte

Conviértanse los fuegos de la Guerra en palomas de la Paz

No acepta el Hombre, tu Creación, pactos con las Tinieblas

Bendice la tierra, Dios, Señor y Rey nuestro

Renazca su cuerpo seco y transfigurense sus poros en silos

Recuerdos a Isabel, esposa de Zacarías, Tito-Abuelo de María

Tu Madre, nuestra Madre, la hija de Eva

la Virgen hija de David, Tu Madre,

Encarnación de la Sabiduría: la Esposa de Dios

Tu Padre, Dios Creador, en quien tienes tu Vida

Como nosotros tenemos nuestra vida en Ti,

La Luz de tu Inteligencia es tu Padre Amado

Cesen los campos de las ciencias de dar espinas y cardos

El Cultivo de la Inteligencia tiene en Dios su Fuente

Vean los ciegos, oigan los sordos, corran los cojos,

Sean las enfermedades las especies en extinción ... extintas

Legado de esta Generación a los Siglos,

Sepa el Futuro que Tú nos diste la Victoria

¿Quién como nuestro Rey entre los hijos de Dios?

Por eso el Señor Dios te ha levantado sobre tus Hermanos

Eres la Alegria y la Felicidad de la Casa de Yavé Dios

Como lluvia, Señor Jesús, tu Bendición sobre el rostro

De todas las familias de la Tierra.

 

 

 
 

 

 

 

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